El hombre inclinó ligeramente su cuerpo mientras hablaba para que su mano pudiera apoyarse en el lado de la mesa donde estaba sentada Selena. El reloj de marca en la mano del hombre era muy llamativo.

El hombre tenía una pequeña sonrisa en su rostro mientras mostraba su reloj de marca y continuaba hablando: “Es un placer conocer a mujeres tan hermosas. ¿Les gustaría a las dos ser mis amigas? Intercambiemos contactos. Mientras estén dispuestas a ser mis amigas, ¡pagaré su comida!”.

El Joven Amo Quinton habló con seguridad y tenía una sonrisa en su rostro. Él creía que a la mayoría de las mujeres bonitas se las podía atraer con dinero.

Además, los precios de la comida en ese restaurante no eran nada para él. A juzgar por las palabras de esa hermosa dama, ellas podrían optar por irse, ya que no podían pagar la comida en ese restaurante. Después de todo, mucha gente pobre no podía pagar la comida de allí, así que se iban después de ver el menú.

Él se habría sentado al lado de esas herm