—Pero hay muchos practicantes con otros atributos. Quién sabe, en cada enfrentamiento, podría haber una gran cantidad de personas que pierden la vida. Aquellos guerreros que se esforzaron por entrar, quizás no se dieron cuenta de que adentro no hay un campo de energía elemental que pueda mejorar sus habilidades, ¡sino más bien una sala de la muerte segura!

Benedicto se sintió cada vez más aterrorizado a medida que pensaba en ello, su estado de ánimo se volvía más inquieto y su rostro se volvía pálido. Fane arqueó una ceja, le dio un golpecito en el hombro, pero Benedicto no se relajó en absoluto...

Se volteó y agarró el brazo de Fane.

—Afortunadamente, me detuviste en ese momento, de lo contrario, ¡probablemente ya estaría muerto y no podría morir más!

En ese momento, Benedicto estaba pensando de manera muy ágil. Después de decir esto, cambió de tema:

—Pero hay algo que no entiendo. ¿No dijeron antes de venir que dentro de la Ciudad Xochimilco había un campo de energía elemental que