—Tus hermanos de secta ya han muerto cinco de ellos, de lo contrario, ¿cómo podría haber aparecido aquí?

Esta frase cayó sobre Xuchuro como un balde de agua fría. Al instante, reaccionó y la imagen de Wulfrano pasó por su mente.

Si este joven resultaba ser como habían pensado antes, simplemente un alquimista con habilidades mediocres, entonces todo estaría bien. Sin embargo, ¡este joven tenía una fuerza formidable y había aparecido de repente en el salón del alma púrpura!Seguramente algo grave había sucedido afuera.

Xuchuro alargó repentinamente el cuello y exclamó:

—¿Qué dijiste? ¿Qué hiciste afuera? ¿Has matado a mis hermanos de secta? ¡Mi hermano menor Wulfrano está muerto a tus manos, verdad!

Fane miró la sorpresa en el rostro de Xuchuro y asintió con calma. De todos modos, no podía usar la violencia dentro del salón del alma púrpura, y si lo hiciera, el que moriría sería Xuchuro.

Xuchuro quedó profundamente conmocionado, retrocedió un paso y miró a Fane con rabia en los dientes