—El tercer juego no se basa en esto en absoluto, por lo que no puedes obtener el fruto de Simurg Azul. No te muestres tan complacido frente a mí, sé que tu estado actual es completamente fingido. Puedes engañar a otros, ¡pero no a mí!

Fane se rió irónicamente y levantó la comisura de los labios. No tenía la intención de engañar a nadie, este Jubal se tenía en demasiada alta estima.

Fane resopló fríamente y dijo:

—No sé de dónde sacas el valor para juzgar todos mis pensamientos. ¿Por qué asumes que todo lo que hago ahora es para engañar a otros? ¿Y por qué asumes que no puedo obtener el fruto de Simurg Azul? De todos modos, solo quedo yo, si puedo obtenerla o no, lo sabrán cuando entre.

Fane ya no tenía ánimo para hablar con este grupo de personas. Sentía que cada palabra que decía era una pérdida de tiempo. Después de dejar caer estas palabras, Fane intentó dar un paso grande hacia la entrada trasera, pero fue detenido por Jubal, quien bloqueó su camino.

Fane frunció el ceño y le susu