Después de escuchar estas palabras, Fane no pudo evitar reírse directamente. Resultó que el maestro Duque había preparado tanto terreno simplemente para que todos pudieran entrar por la puerta de atrás y ver cómo cosechaba el fruto de Simurg Azul.

Mientras le ponía presión, también permitía que Jubal se sintiera aliviado, ya que siempre que él mismo no se desempeñara bien, Jubal podría hacer comentarios sarcásticos desde un lado.

Agradecido, Jubal miró al maestro Duque con gratitud. Si no fuera por la inoportunidad de la situación, casi le habría dado un pulgar hacia arriba al maestro Duque, esta sugerencia era realmente brillante.

Siempre y cuando Fane aceptase, no solo podrían minar su confianza, sino también permitirle presenciar su fracaso con sus propios ojos. Si pudiera ver cómo Fane fallaba con sus propios ojos, podría recuperar toda su confianza perdida.

También allanaría su camino hacia el futuro, una realidad que incluso Jubal podía vislumbrar. El decano Dominguez y Baldomer