Jubal parecía haber sido estimulado hasta cierto punto. Después de que sus emociones se estabilizaron nuevamente, mantuvo la cabeza baja y no dijo una palabra. Estaba completamente rígido. Después de echarle un vistazo, Fane dejó de prestarle atención.

Las dos partes se enfrentaron en silencio, y después de unos momentos de tensión, la atmósfera aguda comenzó a calmarse gradualmente. El maestro Duque parecía estar preocupado de que Jubal quedara desmoralizado por esto, y no tenía tiempo para preocuparse por los demás del valle Umbra. Estaba ocupado consolando a Jubal.

El decano Domínguez miró profundamente a Fane. Después de sentir la mirada del decano Domínguez, Fane suspiró y dijo con resignación:

—Si tienes algo que decir, simplemente dilo.

El decano Domínguez carraspeó ligeramente y dijo con cierta resignación:

—Solo me preocupa que Xiomaro y Cerauno no sean confiables. Temo que podamos perder esta vez.

Fane asintió levemente. El decano Domínguez tenía razones para preocuparse, d