Ciro y Benedicto estaban completamente asustados por la serie de eventos previos. Aún tenían una salida, pero para Fane solo había un camino: seguir adelante con valentía.

Sin embargo, había ciertos asuntos en los que no se podía avanzar sin considerar las consecuencias. Si Fane fuera solo al Valle Umbra, sin nadie más, seguramente sería sospechoso debido a los eventos pasados.

Pero si había testigos presentes, algunos asuntos podrían aclararse. Para Ciro y Benedicto, el Valle Umbra ya no tenía tanto atractivo, pero para Fane era un lugar al que no podía evitar ir.

Solo al ir al Valle Umbra, Fane podría recibir un mayor entrenamiento y convertirse en un alquimista de séptimo rango. Solo como un alquimista de séptimo rango, podría ganar una gran cantidad de cristal espiritual.

Así podría cambiarla por el cristal de nueve extremos y prepararse para ir a la Puerta del Cañón de Brujas. Tener tantos cristales espirituales aplastaría a cualquier otra persona, dejándola sin aliento. Pero Fane