En ese momento, se escuchó de repente un crujido que provenía del Cristal de Alma Destrozada, y empezaron a aparecer grietas en los cristales. Las grietas empezaron a aparecer a una velocidad sin precedentes y pronto cubrieron todo el cristal. Los cristales parecían a punto de romperse en cualquier momento y la preciosa energía almacenada en su interior se liberaría. Tanto la respuesta del hombre enmascarado como la de Lennon fue mentalizarse y ponerse en guardia. Retrocedieron dos pasos y volvieron a agarrar sus armas para reaccionar ante cualquier cambio repentino. Para ellos, los cristales parecían recompensar a quienes lograban superar la Pendiente del Vacío Divino. Sin embargo, eran suposiciones y ninguno de ellos estaba seguro.

En comparación con los discípulos asustados del Pabellón Calavera, las reacciones de Graham y Benjamin eran ligeramente serenas. Aunque también miraban fijamente a los Cristales de Alma Destrozada mientras se agrietaban poco a poco, atentos, no se escondí