Lily había perdido casi cinco kilos en varios días.

Lily exhaló un largo suspiro mientras miraba la entrada de la residencia de la familia Lagorio antes de entrar con el anciano.

No mucho después, varios jóvenes que custodiaban la ladera de la montaña vieron a Lily. "¡La Señorita Mayor ha vuelto!".

Alguien corrió de inmediato a informarle a los demás después de verlos.

Una chica se acercó a ella y le dijo con una sonrisa: "Señorita Mayor, ¿por qué ha vuelto sola?".

No pasó mucho tiempo hasta que la chica notó que algo andaba mal con Lily. La Lily actual, que antes era una mujer alegre y sonriente cada vez que regresaba, parecía no tener ninguna energía y estaba muy desanimada.

La joven frunció el ceño y preguntó con cuidado: “Señorita Mayor, qué… ¿Qué le pasó? ¿Por qué se ve tan lánguida?”.

El anciano que estaba junto a ellas suspiró. "Joven Susan, deja de entrometerte. Es difícil explicar todo en solo unos segundos".

El dúo continuó caminando hacia adelante y pronto llegaron