"¡Este caballo es bastante rápido!". Daniella había montado una gran cantidad de Caballos Dragón de Sangre cuando era más joven, y dejó de hacerlo para entrenar su destreza en el combate.

Nunca antes un hombre se había sentado detrás de ella con los brazos alrededor de su cintura; nunca pensó que llegaría un día así.

Su corazón se agitaba contra su caja torácica y sintió que se le iba a salir del pecho en ese momento.

Todo lo que Daniella podía hacer era actuar y hablar con normalidad. Con el pecho de Fane contra su espalda, se sentía mucho más tímida de lo que estaba el día anterior cuando Fane la cargó.

No pasó mucho tiempo cuando Fane se dio cuenta de algo y rápidamente le recordó a Daniella: "No, no, vamos por el camino equivocado. Ve a la derecha".

Eso desconcertó a Daniella. “Bueno, ¿por qué no lo dijiste antes? ¡No sé dónde se encuentra la siguiente familia filial!”. Al no saber a dónde ir, solo sabía correr continuamente hacia adelante y se había olvidado por completo d