Capítulo 3
KARENCalor. Karen sentía mucho calor al estar presionada contra algo fuerte y caliente contra su espalda. Abriendo sus ojos observó su entorno dándose cuenta que ya no estaba en la otra habitación. Esta donde estaba, aunque poco iluminada, pudo distinguir su entorno. Ahora se encontraba en una cama, (extra grande para ella) normal para ellos. La habitación más grande que alguna vez haya visto antes, supuso que era del tamaño de su antigua casa. Lo que suponía que era un armario sobresalía en una esquina, un mueble largo negro adornaba el centro de la misma, una puerta a un lado que esperaba que fuera el baño, deseaba ir desesperadamente. La otra puerta estaba al final a los pies de la cama. Espero sea la salida. Pensó.Giró su cabeza con cuidado para verlo que había detrás de ella, solo para encontrarse con un hombre de piel grisácea y cabellos blancos. Miro detenidamente su rostro cincelado, mandíbula firme, nariz recta y labios carnosos, jodidamente besables. Sus pestañas y cejas eran del mismo color de su cabello, simplemente hermoso. Pero por muy hermoso que fuera él y su gran cuerpo, ella necesitaba ir al baño.Uno de sus musculosos brazos se hallaba alrededor de su cintura apretándola hacia él. Trato de moverse, pero no pudo, solo consiguió que la apretará aún más. Joder, necesitaba salir pronto de su agarre.Meneó su trasero buscando de deslizarse un poco hacia abajo, un suave gruñido retumbo en su espalda haciendo que Karen se quedara quieta. Él movió su cadera presionando algo duro contra su culo, dejándola paralizada rezando para que no fuera lo que ella pensaba, ya que se sentía malditamente grande.Siguió frotándose contra ella y ahora no le quedaba dudas de que era su polla ya que le estaba causando grandes sofocones en el cuerpo, excitándola con cada empujón.«¿Porque esto se siente tan bien, cuando sé que está mal que me sienta así?»Un gemido salió de ella y él gruño en respuesta. La mano que sostenía su cintura bajo por su redondeado vientre jugando con el borde de sus bragas, eso la hizo abrir los ojos de golpe. Sin poder contenerse gritó, el cuerpo a su espalda se sobresaltó incorporándose en la cama.—¿Qué ocurre? ¿Te he lastimado mientras dormía?En estado de shock Karen se quedó observando al gran Alienígena que se erguía sobre ella.—Pu-Puedes hablar.Él sonrió.—Si.—Olvida eso. Puedo entenderte, ¿Cómo...?No pudo terminar la pregunta porque él se sentó en sus talones observando su cuerpo, Karen se sintió cohibida ante su escrutinio. Inclinándose un poco hacia delante, a su entrepierna, olfateo, un fuerte gruñido vino de su garganta haciendo que Karen sintiera miedo. Su mirada cambio a una más intensa que antes, sus ojos ya no brillaban tanto.—Quítate la ropa. Demandó.—¡¿Qué?! —su mano sale disparada y impacta con la mejilla del sujeto, ahora que el shock había disminuido un poco dándole paso al miedo impulsivo, podía pensar con mayor claridad.—¿Por qué has hecho eso? —le pregunta masajeando su mejilla, con un brillo de fascinación en sus ojos al saber que era más ruda de lo que se veía.—¡Me estás pidiendo que me desnude! ¡Eso no se hace! ¡Es una forma de insultarme! —le explica alterada por su osadía.—Sólo necesito ver si somos compatibles.—¿Compa, qué...?Otro gruñido sonó.—Déjame ver tu Ussi.—¿Mi Ussi? —preguntó confundida pero rápidamente se dio cuenta de a qué se refería—. Oh, no. No, no, no vamos hacer eso.Después de varios intentos por fin logro moverse y poner distancias entre ellos. Jalando sus rodillas a su pecho para cubrirse, él solo ladeó la cabeza observándola.—Cre-Creo que vas un poco rápido. Pienso... Pienso que sería bueno que pudieras ayudarme a entender las cosas, en lugar de querer ver mi coño. ¿Dónde está el sujeto que me sacó de la otra nave, quiero hablar con él?—Estás hablando con él. —ella lo miró más de cerca. «Sí que es realmente hermoso de una extraña manera» pensó.Sus brillantes ojos azules parecían cambiar de tonos dependiendo en qué estado se encontraba.—¿Que es Coño? —Su brusca voz la saca de sus pensamientos.Karen rodó los ojos, convencida de que esto tenía que ser un sueño.—Coño es Ussi. De dónde vengo solemos llamarlo así, entre otros nombres.—Esa palabra no se encuentra en el traductor.—No, no lo estará. —Se miraron uno al otro. —¿Me explicas cómo es que puedo entenderte?.—Si. Con el dispositivo que tienes en tu oído puedes hablar y entender a cualquiera de nosotros. Lo mismo me pasa a mí, puedo entenderte porque conseguimos tu lenguaje en un dispositivo que los Lars te iban a colocar. Pero solo algunos de nosotros tenemos tu idioma en nuestros traductores, por ahora.Ella trataba de asimilar todo lo que le decía. Volvió a mirar en su entorno.—¿Cómo te llamas? —Su voz profunda, cuando gruño las palabras.Ella empezó, con los ojos buscando su mirada.—Karen.Él parpadeó, sus ojos brillando con intensidad. Ella trago saliva cuando sus miradas se encontraron. Una respiración profunda hizo a su enorme pecho expandirse aún más.—Me llamo Drak. Un guerrero del planeta Dargox ¿Que eres?—Humana. Soy de la tierra y no soy una guerrera o soldado para el caso.—¿No hay guerreros en tu planeta?.—Sin duda los hay, solo que no se llaman guerreros o bueno no ahora. Soldados.—¿Hay muchas hembras en tu planeta?.—Muchas. demasiadas. —sus ojos brillan con entusiasmo.—¿Por qué? ¿acaso ustedes no tienen?—Si. Solo que debemos compartirlas.Su mandíbula cae abierta. «Joder en qué lugar loco de m****a he caído».—Interesante.—¿De verdad?.Karen lo miró boquiabierta, obviamente no entendían el sarcasmo.Para evitar darle una respuesta, prefirió asentir con la cabeza.—Los Lars te secuestraron de tu planeta, ¿verdad?.Ella asintió nuevamente—. Hace unos días que me sacaron de allá, aunque nunca me dijeron por qué y si lo hicieron no los pude entender.—Puede que yo tenga una idea de porqué lo hicieron.Sus ojos se abrieron por la sorpresa.—¿Por qué?.Los de él recorrieron su cuerpo.—Quítate la ropa.—Ya estamos otra vez con eso —dijo enojada. Se acercó al borde de la cama y se levantó—. Necesito usar el baño, ¿Sabes de lo que hablo?Él reprimió una sonrisa.—Por supuesto. Sígueme.Él se levantó caminando hasta el otro lado de la gran habitación, a una puerta que ella supuso que era el baño y colocó una mano en un panel para que esta se abriera, entrando le mostró cómo funcionaba cada cosa: el inodoro salía de un compartimiento en la pared cuando apretaba un botón, cosa que le pareció genial salvo porque era más alto que el de la tierra, para la ducha debía mover su mano en la parte frontal de la pared de la misma y el agua azul...Capítulo 4.KARENcomenzaba a salir, no necesitaba jabón ya que el agua venía con su propio químico que limpiaba el cuerpo. —Procura no consumir el agua, no te hará daño, pero no creo que te guste el sabor. En Dargox si tenemos jabón y el agua es pura de este químico, aquí lo usamos así ya que nunca sabemos cuánto tiempo estaremos fuera del planeta. Aquí... —Detuvo el agua y paso la mano por un lateral de la pared y inmediato aire caliente empezó a salir—. Esto secará tu cuerpo.—Gracias.Karen se encontraba fascinada con todo eso. —Te dejaré sola para que puedas usarlo. Yo... —hizo una pausa mirándola de arriba abajo—. Nada. Pediré que nos traigan algo de comida.—Espera, Drak. —él se detuvo, mirándola—. ¿No tendrás algo para poderme lavar mis dientes? Realmente me gustaría hacerlo. Él sonrió. —Claro. —Abrió el espejo que se encontraba sobre el lavado y por muy sorprendente que pareciera, él sacó algo raro y largo cómo un cepillo para los dientes un poco más grande que uno norma
Capítulo 5.KAREN—No lo son.—Ven. —tomándola de la mano la llevo de regreso a la cama, quitó la bandeja y la dejó en la mesa—. Túmbate sobre tu espalda.Nerviosa, ella hizo lo que se le pidió. Acostándose de espalda en el centro de la cama abrió levemente sus piernas. Ella se sentía como una paciente siendo examinada por el doctor; solo que esta vez era ella la tenía que ir explicando la anatomía de su cuerpo. —Abre más. —ordenó Drak con su mirada fija en su entrepierna. Abrió todo lo que pudo—. Eres rosada y no tienes pelo.—Oh, lo tengo es solo que está rasurado. —sus mejillas ardían—. Y supongo que soy rosada.Drak se subió a la cama abriéndose camino entre sus piernas abiertas. Sus manos tocaron los pliegues de su coño exponiéndolo más, haciendo que su cuerpo se tense. —Nuestras hembras no tienen pelo en esta zona. ¿Qué es esto? —toca su clítoris con la punta de un dedo áspero. Gimiendo, Karen trata de controlarse. —E-ese es mi... Mi clítoris. Es donde se encuentra nuestro p
Capítulo 6 AMBOSDrak se derrumbó sobre su Neka rodando de lado para no aplastarla, sintiéndose completamente feliz. Su korax acelerado por ella. Besando su cabeza se dio cuenta que su hembra no se movía. Eso hizo que se incorporará rápido. —¡Karen! —la llamó preocupado. apartándole el cabello de un lado se dio cuenta que tenía sangre en el hombro al ver su marca de los colmillos. La había marcado como suya, pero no esperaba haberla lastimado tanto. Dándole la vuelta vio que su pecho subía y bajaba en suaves respiraciones. Maldiciendo por el susto la atrajo hacía su pecho envolviendo su cintura. No había sido su intención agotarla, eso o su semilla era demasiado fuerte para ella. Podía recordar su cuerpo estremecerse con varios orgasmos cuando se derramó dentro de ella. Tendría que aprender a controlarse hasta que ella se adaptara. Pero si de algo estaba seguro Drak, ahora más que nunca, después de haber probado a Karen era que jamás la dejaría ir. Pudiera darle cachorros o no.
Capítulo 7KAREN—A nuestro planeta.—¿Nos volverán a casa?, ¿Quiero decir, a la tierra cuando lleguemos al tuyo? —la mandíbula de Drak se apretó.—¿Quieres volver? —su voz sonó dura.—Yo...Ahora que él lo preguntaba, hizo que Karen se cuestionara ese hecho. ¿Quería ella volver a la tierra, después del momento tan especial que habían compartido? ¿Volver y dejar atrás a Drak porque sabía que no podría llevarlo con ella? Pensar en eso hizo que su corazón doliera. Cómo podía estar sintiendo alguna clase de sentimientos por ese extraterrestre que apenas y conocía, pero tan loco como sonaba eso, Karen sabía que muy en el fondo de su corazón era así. Está era la segunda vez que esas preguntas y confirmaciones rondaban por su cabeza. Le gustaba Drak y no podía negar ese hecho.Para cuándo fue a darle una respuesta ya estaban delante de una puerta que estaba siendo custodiada por otro Dargox. Este vestía solo botas, pantalones y un chaleco de cuero exponiendo sus músculos. ¿Es que todos eran
Capítulo 8KAREN—¿Cómo haremos eso?.—No lo sé, Jess. Pero no me pienso quedar aquí para averiguar lo que piensan hacer con nosotras. Además, ellos son solo dos y nosotras siete. Somos mayoría.—¿Crees que ellas querrán luchar? Sólo míralas.Observándolas a todas; aterradas y llorando, en ropa interior como ella y Jess estuvieron, no hacía mucho tiempo. Karen supo que no era muy seguro que las ayudaran.—Necesitamos una distracción. —Karen busco por la habitación algo de utilidad.—Qué tal un arma. —sugirió Jess.—¿Qué?.—Un arma. Ellos tienen una. —señaló a las cosas que hablaban cerca de la puerta—. ¿Sabes cómo disparar?.—No. Pero puedo aprender sobre la marcha.—No importa, solo apunta a cualquier parte de su cuerpo y disparas. Espero que no sean tan diferente a las armas de la tierra. Soy una chica de Texas, todas aprendemos hacerlo a una edad temprana. Papá me enseñó como manipular una.Karen estaba perpleja de ver a Jess hablar así, era completamente diferente de la chica asus
Capítulo 9KAREN—Puedo decir por tu olor si mientes o dices la verdad.«¡Bueno, Jodan me ahora!» Estaba casi segura que Drak sabía que ella lo deseaba y peor aún, sabía que ella mentía cuando decía que quería volver a la tierra. Karen estaba perpleja con esa nueva revelación.—¿Quieres decir que Drak puede saber cuándo miento?.—Si.—¿Algo más que deba saber?.Un gruñido retumbo del pecho de Vassi haciendo que Karen se paralizara.—Pregúntale a él, pequeña hembra.Su manera fría de cortar el tema le dijo a Karen que este Vassi no podía ser tan amigable después de todo, no como ella pensó que sería.—¿Pu-Puedes decirme s-si lo veré?.—Aún no. Estaba ocupado sacando a esas alimañas de la nave. No le va a gustar saber que te llevaron con ellos. —su tono brusco le dijo a Karen que ya había terminado con su momento de charla.A medida que avanzaban por los pasillos había más guerreros Dargox caminando o corriendo de un lado para otro con enormes armas. Ella los observó fascinada, nunca h
Capítulo 10.KAREN—¿Gexton? —lo llama Karen en un susurro para no despertar a los demás.—¿Ocurre algo? ¿Te encuentras bien? —Pregunta apresurándose a su cama.—Estoy bien, descuida. Yo... Yo solo quería hablar con alguien. —se levanta un poco quedando semi-sentada. Baja la mirada a sus manos entrelazadas en su regazo—. Yo... Quería saber que estaba sucediendo. O sea entiendo que fuimos atacados por los Uldin pero, ¿Por qué?.Suspirando, Gexton arrastra una silla y la sitúa cerca de su cama. —Los Uldin son aliados de los Lars. Es sólo una raza que trafica con cualquier cosa, desde objetos hasta otras razas. Todo lo que les pueda proporcionar algo de créditos extras. —Karen piensa por un segundo lo que le dice.—Me parece que Drak y Vassi me mencionaron algo de eso. ¿Por qué no hace nada para detenerlos?.—No es tan fácil cómo piensas. —dice amargamente—. Son muchas galaxias. —Karen lo observa con confusión—. Muchos sistemas solares. El universo entero está lleno de seres vivos.—N-
Capítulo 11KARENJadeos se escucharon, pero ella los ignoró. Sólo podía ver a Drak. Sintiendo en cada parte de su cuerpo que él tenía razón, no tenía miedo de él, si no miedo a lo desconocido. Algo le decía que no la lastimaría.Drak bajó más la cabeza pegando su frente a la suya, rodeando su cintura con un sólo brazo, sosteniéndola con fuerza.—Mi korax late por tí.Miles de emociones la invadieron. Su corazón se aceleró y las mariposas en su estómago revoloteaban con agresividad.Lo amaba. Esa revelación no la sorprendió porqué, por extraño que parezca, su subconsciente ya lo sabía.Lágrimas calientes cayeron en sus mejillas, pero no eran de ella, venían de Drak. —Mataría a cualquier macho que mire o se acerque en tu dirección... —¡Eso ya lo hiciste, blakef! —se burló Vassi. Drak gruñó pero está vez en aprobación.—Entonces seguiré matando a todo aquél que vaya en tu dirección. —sus labios rozaron la punta de la nariz de Karen—. Di que eres mía y que aceptas ser mi Neka.—¡Si! —c