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Capitulo 6: —Achi Drak.

Capítulo 6

AMBOS

Drak se derrumbó sobre su Neka rodando de lado para no aplastarla, sintiéndose completamente feliz. Su korax acelerado por ella.

Besando su cabeza se dio cuenta que su hembra no se movía. Eso hizo que se incorporará rápido.

—¡Karen! —la llamó preocupado. apartándole el cabello de un lado se dio cuenta que tenía sangre en el hombro al ver su marca de los colmillos. La había marcado como suya, pero no esperaba haberla lastimado tanto.

Dándole la vuelta vio que su pecho subía y bajaba en suaves respiraciones. Maldiciendo por el susto la atrajo hacía su pecho envolviendo su cintura. No había sido su intención agotarla, eso o su semilla era demasiado fuerte para ella. Podía recordar su cuerpo estremecerse con varios orgasmos cuando se derramó dentro de ella.

Tendría que aprender a controlarse hasta que ella se adaptara.

Pero si de algo estaba seguro Drak, ahora más que nunca, después de haber probado a Karen era que jamás la dejaría ir. Pudiera darle cachorros o no. Se quedaría con ella. Porque aquí, entre sus brazos era donde ella pertenecía.

*****

—¿A dónde vas? —le preguntó a Drak mientras él se vestía sigilosamente.

—Estás despierta.

—Que observador. —rodó los ojos. Ya no podía soportar seguir encerrada en sus habitaciones por muy grande y cómodo que fuera. Quería salir y ver a Jess.

No podía simplemente quedarse en la cama y esperar que él regresara. Desde la primera vez que estuvieron juntos y se desmayó por los múltiples orgasmos que ella sintió, él no había querido tocarla. Hasta que ella se vio rogándole para estar juntos de nuevo, asegurándole que estaba bien. Desde entonces sólo la ha estado montando como si fuera un puto perro y no es que se quejara, solo le gustaría probar otras posiciones.

—Tengo deberes que atender. ¿Cómo está tu hombro?.

—Está bien, Drak. Ya no me duele. —miró su hombro que ahora solo tenía la marca de sus colmillos. Secretamente le gustó que él la marcara—. Me gustaría poder ver a Jess.

—No me gusta la idea de ti saliendo de mi cabina.

—Me has tenido aquí desde que llegué hace, ¿Qué? ¿Un día? —lo mira esperando una respuesta.

—Tres días. —dice sin más. Karen jadea al saber que ha pasado mucho tiempo y ni cuenta se había dado.

—E-eso es mucho tiempo, ¿Cómo es que no me he dado cuenta...?

—Te he mantenido ocupada. —Drak sonríe con orgullo. Karen rueda los ojos.

—Era una pregunta retórica. —ve la confusión en su rostro— Olvídalo. El punto es que me has alimentado y.… mo-montando un par de veces, y no es que me esté quejando, no me malinterpretes. Solo digo que puedes dejarme ver a Jess un rato mientras tú trabaja o lo que sea que hagas. —Karen aún seguía sonrojándose al decir o escuchar la palabra montar, ese término no le gustaba mucho.

Karen lo vio terminar de vestirse mientras que pensaba.

—Está bien. Vístete, te llevaré con Jess y te quedarás con ella hasta que yo vaya a buscarte.

Chillando, Karen se levanta de un salto de la cama reprimiendo una mueca de dolor en su sexo, corrió al baño.

Una vez lista se puso la camisa negra de Drak, los pantalones se le caían. Le lanza una mirada a Drak, el hombre era tan alto y grande, una pared de músculos sobre músculos.

—Tus pantalones no me quedan. ¿Qué te parece si me das uno de esos boxers que te pones?.

Él la mira divertido.

—¿Quieres mi blos? —arquea una ceja con diversión

—Sí. Y eso es ropa interior. Boxers, así lo llaman de dónde vengo. Pero no importa, solo dame uno de eso. —le pide mientras agarra un cinturón de él y lo envuelve alrededor de su cintura para darle la apariencia de un vestido en lugar de una fea bata que le llega a las rodillas.

Él le pasa lo que le pide. Se mira sus pies descalzos.

—No tendrás algo que me quede...

—No. Neka, tendrás que esperar que llegues a Dargox y allí te mandaré hacer lo que necesites.

Eso sonaba bien para ella. Con Drak se sentía segura. Cómoda. Protegida. Acercándose a él; coloca ambas manos lo más cerca que puede de su amplio y fornido pecho, mirando hacia arriba.

—Gracias. Lo digo en serio, gracias por sacarme de aquél horrible lugar, Drak. —la mirada melancólica que le da, llena de lujuria y una promesa silenciosa, hace que su corazón se le acelere.

—No tienes que agradecerme nada. Has llegado para cambiar mi vida. Haría cualquier cosa por mantenerte protegida. —besa su frente.

Aunque le hubiera gustado que la besara en los labios no dijo nada.

—¿Qué significa Neka?.

—Compañera.

Confundida y algo aturdida se alejó de él.

—¿Cómo sabes que soy tu Neka?.

—Porque lo eres. —su mirada arrogante y seguro de sí mismo le molestó.

Sin ánimos de querer discutir sobre ese tema con él, decidió que era hora de ir a ver a Jess.

—Creo que se te hace tarde. —asintiendo. Drak puso la mano en el panel haciendo que la puerta se abra. Se hizo aún lado para dejarla salir primero, luego la siguió. Curiosa giró para ver cómo la puerta se cerraba automáticamente detrás de él.

—Te vez hermosa. —su cumplido la sorprendió.

—Gracias. —dijo bajando la mirada al suelo.

Caminó a su lado por los pasillos de la nave. Para ella parecían un laberinto, pero eso no evito que viera todo con absoluto asombro. Lo grande y blanca que era, con grandes ventanas en algunos corredores donde podías apreciar la vista del espacio exterior, tan oscuro.

—¿Cómo sabes cuándo es de día?.

—Por qué tenemos programado nuestros tiempos de descansos en cada conec en las cabinas.

Karen ocultó una sonrisa. Era obvio que tenían que tener un reloj como alarma y esas cosas. En el camino se cruzaron con algunos hombres Dargox de su tripulación que la miraban con curiosidad. Drak la atrajo hacia su lado metiéndola bajo el hueco de su brazo.

Se detuvieron ante unas puertas que rápidamente reconoció de antes, tensándose.

—¿Ocurre algo? —le pregunto Drak subiendo al jodido elevador.

—N-no me gusta esta cosa. Desciende mucho más rápido que el que se suele usar en la tierra... aunque son similares.

La risa ronca hizo vibrar su pecho. Abrazó fuerte a Karen.

—¿Te burlas de mí?.

—Cómo crees, mi Neka. Conmigo no tienes nada que temer.

Para su suerte el descenso fue rápido. Al salir se toparon con un Dargox que subía al elevador. Era tan alto y musculoso como Drak, pero con cabellos negros-azabache y extraños ojos rojos. También iba vestido con un uniforme de cuero.

—Achi Drak. —saludo el guerrero con una inclinación de cabeza.

—Vassi. —lo saludo—. Está es Karen. Karen este guerrero es Vassi, el segundo al mando en esta nave y mi hermano de korax.

Ella pudo notar el orgullo en la voz de Drak.

La mirada roja y penetrante del otro Dargox la recorrió de la cabeza a los pies, haciéndola estremecer de miedo. Detallando lo bien: Karen vio una horrenda cicatriz del lado derecho de su cara que cruzaba su mejilla y bajaba por su cuello, desapareciendo bajo su traje. Tragando saliva extendió su mano a modo de saludo. Vassi la observó claramente confundido.

—Lo siento. Así solemos saludar, o presentarse las personas en la tierra.

Vassi incrédulo tomo su mano en un suave pero firme apretón que soltó rápido.

—Es un placer conocerte, Vassi. —Karen le sonrió y juraría que el guerrero se había ruborizado.

Vassi apartó su mirada de ella para enfocarla en Drak.

—Voy al puente. Ya nos estamos acercando.

—La llevaré a ver a la otra hembra...

—Humana. —Karen no pudo evitar corregirlo porqué sentía que cuando la llamaban así se referían a ellas como animales. Una mirada seria de él y fue todo lo que necesitó para mantenerla callada.

—La llevaré a ver a la humana y me reuniré contigo en seguida.

—Bien. —Vassi le dio una inclinación de cabeza a Karen a modo de despedida y subió al elevador.

Mientras caminaban en silencio ella no pudo callar la necesidad de disculparse.

—Lo siento.

—¿Porque te disculpas?.

—Sé que no debí meterme cuando estabas hablando, es solo que... No importa. Lo siento. —la expresión sería de Drak no cambió.

—Tienes razón. No importa. Solo trata de no volver hacerlo, si hay algo que no te gusta solo dímelo cuando estemos a solas, ¿Bien? —Karen bajo la mirada al piso al notar el cambio en su voz.

¡Genial, lo había hecho molestar!.

Caminaron lado a lado por unos segundos más.

—¿A dónde nos estamos acercando?.

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