Nicole El viaje fue extenso, pero la compañía familiar hizo que las horas transcurrieran rápidamente entre risas y anécdotas. Mi madre, Andy, y mi ahora oficialmente suegra, Lili, compartieron recuerdos de su amistad virtual; pocos podrían imaginar que de allí surgió esta hermosa unión familiar. Al llegar a la ciudad de Latacunga, donde el resto de mi familia nos esperaba, Nos abrazamos con fuerza, y en esos momentos sentí que el tiempo no había pasado, que seguíamos siendo una gran familia unida por lazos invisibles pero irrompibles. Mientras compartíamos anécdotas y risas, la casa se llenó de una calidez que solo el amor verdadero puede proporcionar. Me sorprendió ver que las hermanas de Agustín ya habían llegado. Las miro con nostalgia; ellas me vieron crecer y recuerdan cuando era una adolescente con ansias de conquistar el mundo. Me recibieron con alegría y amor. Las abracé, han pasado años sin verlas. Sé que, por sus compromisos profesionales y familiares, n
Agustín No puedo describir la alegría que siento en este día. Este es mi mayor sueño, el partido más importante que he jugado hasta hoy: ser esposo de Nicole ante los ojos de Dios. No puedo decir que llegar hasta hoy ha sido fácil, claro que no. Ha sido un camino de lucha, sudor y llanto, pero ella ha sido y será siempre mi inspiración. Incluso puedo recordar la vez en que nos separamos por torpezas mías, pero hasta eso hizo de nosotros mejores personas. Es bueno saber que en lo malo y en lo bueno, ella estará siempre a mi lado. Yo siempre la acompañaré, seré su esclavo fiel. Le doy gracias a la vida que he metido el Gol, más importante ese que va ¡Directo al corazón!. A su corazón. No solo gané una mujer maravillosa, sino también una excelente familia que me ha acogido con los brazos abiertos. Los detalles para este día han sido minuciosamente elaborados, cada uno generando unión en nuestras familias. El día más esperado ha llegado por fin. En menos de un
Agustín La tarde avanza con sorpresas y diversión, la fusión de culturas de dos países hace que todos disfruten. Me acerco a mi amigo Iker, que parece distraído, observando a la distancia. Sigo su mirada y sonrío al ver que está mirando a Luciana, la prima menor de Nicole, recién recibida de abogada y con un carácter fuerte e indomable. Iker me dice: "Ostia, tío, qué maravilla de boda. Puedo decir que has aprendido bien, Agustín." Con tono prepotente, agregando: "No sabía que las ecuatorianas eran diosas amazonas. Conocí a una prima de Nicky y vaya qué maravilla de mujer." Le respondo con picardía: "Querido Iker, parece que alguien atrapó tu corazón ." Él se ríe y sigue admirando a Luciana. Más tarde, veo cómo Luciana lo evita y se acerca a otro hombre para bailar. La cara de Iker es un poema. Cuando el otro hombre la toma en sus hombros y se la lleva de la pista, no puedo evitar reírme. Luego, veo a mi princesa conversando con amigos de la infancia. Un hombre
La historia de Agustín y Nicole se convirtió en un ejemplo de amor verdadero y compromiso, recordándoles a todos que, cuando dos almas están destinadas a encontrarse, no hay nada que pueda separarlas. Cómo poder olvidar el maravilloso día en el que Agustín jugando un importante partido de fútbol en Estados Unidos donde se disputaba la copa América, en la gran final. La ansiedad, el latir del corazón de Agustín era muy fuerte, a este partido asistió toda la familia, pero principalmente estaba su esposa, apoyándolo como siempre, gritando a todo pulmón, alentándolo como su fan #1. Una noche mágica y llena de emociones, el estadio vibraba con la pasión de miles de aficionados. Uruguay y Colombia se enfrentaban en la final de la Copa América, un duelo que prometía ser épico. Desde el primer minuto, ambos equipos mostraron su calidad y determinación. Los colombianos, con su juego rápido y técnico, intentaban abrirse paso entre la sólida defensa uruguaya. Pero l
Iker Desde el primer momento en que la vi, mientras yo estaba parado en la puerta de la catedral de la ciudad natal de Nicole, sentí que una llama en mi corazón se activó. Fue tan extraño, pero la jovencita de cabello corto con su vestido celeste de la corte de madrinas de la boda que se celebraba hoy me cautivó con su caminar tan seguro y su rostro angelical. Se la veía tierna, pero me desarmó cuando, de la nada, vino a mí y me besó. Era tan hermosa que nunca me percaté de que detrás de ella venía un muchacho, seguramente de su edad, con una cara de amargado como si la estuviera persiguiendo. Ahí estaba yo, el gran Iker Borbón, con la guardia baja, besando a una joven hermosa en la puerta de la iglesia en la boda de mis amigos, en un país muy diferente al mío. Me distraje con tan hermoso acto que no vi venir al tipo que la seguía para empujarme. Por suerte, soy de constitución atlética y hago mucho ejercicio. Como un caballero, coloqué a la dama detrás de mí y enfrenté al ca
Iker No puedo contener la ira. Por primera vez en mis 31 años de vida, sentí celos de alguien. Hoy definitivamente no me reconozco. Estoy con el pequeño diablillo en mi hombro; casi no pesa, pero sus gritos y su movimiento insistente me han hecho relajarme y reírme internamente. No puedo creer que yo, con mi categoría y porte, esté haciendo este tipo de escenas. Regreso a la realidad cuando llegamos a un jardín y siento que la “indomable” me ha mordido después de la reverenda nalgada que le di. Me obligó a ponerla de pie en el suelo, y lo que veo es fuego en sus ojos. Como una fiera, me ataca y logra darme una bofetada, mi primera bofetada en la vida. Esto es el colmo, pienso. Perdido en mis pensamientos, escucho que me dice: – ¿Quién te has creído que eres? ¿Acaso piensas que soy un saco de papas que puedes cargar a tu antojo? En tu vida se te ocurra volver a tocarme – lo dice en un tono amenazante. Está alterada, y veo cómo su respiración agitada trata de calmarse.
Luciana Ese vegestorio me ha hecho sentir un sinfín de emociones, y eso que apenas llevo horas conociéndolo. Bien merecidos se tenía los golpes que le di por patán, pero creo que el golpe más fuerte fue a su ego al llamarlo “vegestorio”. Me lo hizo entender con sus gestos y su cara cuando se quedó con el ramo, contemplándolo. Sería absurdo que creyera que por un ramo él se va a casar. ¡Jajajaja! Suelto una carcajada cuando otra prima se acerca y me llama para jugar y beber con el grupo. —¡Vamos, Lucy! —me dice mi prima Valentina —. ¡Únete a nosotros! Amo a mi familia. Todos mis primos son como hermanos, y aunque quizá sea la más fría y rebelde, ellos saben que a mi manera yo sé quererlos. Abrazo a Valentina, que es mayor que yo por casi tres años, y vamos juntas hacia la mesa. —¿Qué juegos propones esta vez? —me pregunta Valentina con una sonrisa; para ellos siempre he sido el alma de la fiesta. —Tengo algunas ideas —respondo, guiñándole un ojo—. Vamos a empezar con a
Iker Las últimas horas junto a Luciana han sido de lo más desafiantes; no puedo creer la cantidad de licor que hemos ingerido. No me di por vencido, creo que gané su reto, aunque no puedo negar que me siento ya afectado por el alcohol. Apenas puedo ver cómo ella quedó en la mesa. Hago mi mejor esfuerzo cuando sus primos y amigos nos indican que hay unas habitaciones en este lugar para los invitados. Algo que entiendo, ya que no me encuentro en mis cinco sentidos. Al verificar las habitaciones disponibles, nos informan que solo hay una. Al vernos a Luciana y a mí en ese pésimo estado etílico, deciden que seremos los que la usarán, pues la fiesta para ellos aún continúa. Con lo poco de conciencia que me queda, ayudo a un primo a trasladar a Luciana a la habitación. Al retirarse, el primo me dice que por favor la cuide, confiando en mí porque soy muy amigo de Nicole y saben que soy un caballero. Yo también necesito descansar. La acomodo en la cama y, al salir, me acomodo en el s