AGUSTÍN: Entré a mi departamento y fui directo a mi habitación. Tenía una furia incontrolable. Con mi mano, di un puño fuerte a la pared y grité: "¡Maldición! ¿Por qué tuvo que pasar esto?" Mi corazón acelerado a mil y mi sangre fluyendo a gran velocidad, no podía contenerme. Tanta furia hacia ella y hacia mí mismo me consumía. Me pregunté en qué momento había acabado esta relación así. Respiré varias veces para tratar de calmarme, pero en eso un golpe en la puerta me distrae. Era Dylan y Leandro. "¿Qué sucedió?", me preguntaron. Fue Leandro quien había abierto la puerta a Nicole. Les relato quién era la mujer que entró y luego se marchó: era mi novia, aunque ahora puedo decir que es mi exnovia, ya que decidió poner fin a nuestra relación. Solicito a Dylan que concluya la reunión que habíamos organizado y que todos se retiren; necesito un momento a solas para reflexionar. Pues a pesar de mi enojo y de creer tener la razón, me siento profundamente herido. La sala se vacía lenta
NICOLE: En estos tres días restantes antes de iniciar mi especialidad , he estado dedicando tiempo a procesar el dolor que dejó mi relación con Agustín. Hoy, da inicio mi especialidad; me he presentado en el hospital donde realizaré mi residencia como ginecóloga de primer año. Al mismo tiempo, asistiré a la universidad, donde tendré clases una o dos veces por semana, según las necesidades que surjan. Encontré un pequeño departamento muy cerca del hospital donde estaré trabajando. Lo mejor de esta situación es que me aceptaron junto a mi pequeño capuchino, quien sin duda ha sido mi mejor compañía. Conversé con mi madre y le compartí mi triste experiencia. No hay mayor consuelo que tener a tu madre como tu mejor amiga; con su sabiduría, supo entenderme y, al mismo tiempo, felicitarme por haber elegido seguir mi sueño y no rendirme, a pesar de tener el corazón roto. Con entusiasmo, llego al hospital donde pasaré los próximos tres años en mi camino hacia convertirme en una desta
AGUSTÍN: ¡Un infierno!, así se resume mi vida desde que Nicole vino a España y nos separamos. Ella me bloqueó completamente; mi mamá, en lugar de ser mamá, más parece suegra. No me ha querido dar información sobre dónde está. Recuerdo el día que la llamé para pedirle ayuda para localizar a Nicole. Resultó que ese día, las dos hablaron y, aparentemente, Nicole le comentó lo que vio en mi departamento. No me han dado la oportunidad, ninguna de las dos, de poder explicar que lo que vio no es lo que ella piensa. Sin embargo, mi madre tuvo el detalle de llamarme para insultarme y repetirme, una y mil veces, que he sido un sinvergüenza por no valorar el amor que Nicole me ha dado. Ese día me dejó bien claro que con ella no contaba para poder localizarla. Lo único que dijo es que podía decirme que estaba sana y salva. Lo más probable es que en este momento ella se encuentre en Valencia, haciendo ya su especialidad, ese era su sueño, un sueño que tontamente yo no pude comprend
NICOLE: Han pasado nueve meses desde que Agustín rompió mi corazón en mil pedazos. No puedo negar que el dolor casi me consume; durante los tres primeros meses, no podía dejar de llorar. Capuchino, mi fiel compañero, fue quien con su ternura me brindó consuelo. Me reinventé, cambié mis hábitos y conocí mejor a mis compañeros de grupo, con quienes hemos formado una estrecha amistad. Puedo afirmar que son mis primeros amigos en muchos años, fuera del círculo que anteriormente me rodeaba, ese círculo llamado Agustín. No reniego de todo lo que vivimos, ya que fui muy feliz, pero también comprendo que mi arduo trabajo para alcanzar mis metas y el apoyo a las suyas no me dejaba tiempo para socializar. En Uruguay, no sentía la necesidad de buscar amistades; lo tenía todo. Sus hermanas eran mis amigas, sus padres se convirtieron en los míos, y sus amigos de la infancia también se hicieron mis amigos. En este país, he experimentado un notable crecimiento personal. He aprendido a g
AGUSTÍN: Esta noche iré a una fiesta que Isabella me pidió que la acompañara, es de la empresa de su familia, en Valencia. Viajamos un día antes para estar cómodos; yo decidí quedarme en un hotel, ella en casa de su familia. Mientras me preparo para asistir a la fiesta, no puedo evitar observar mi pecho, donde aún llevo el tatuaje que me hice por amor a Nicole. Siempre será mi primer amor, y quizá el único. Pienso que ya ha pasado demasiado tiempo y debería buscarla, aunque mi madre se tome la molestia de viajar a España solo para darme una reprimenda por lo que haré. Pero no me importa; ya debo empezar a buscarla. Aprovecharé que estoy en Valencia y le pediré ayuda a Isabella. Ya le hablé de mi amor por Nicole; ella me aconsejó superarla. No soy tonto y sé que ella espera tener una oportunidad conmigo, pero no le he dado alas. Mi corazón está más que nunca con mi princesa, Nicky. Finalmente, colocó uno de mis perfumes favoritos. Me veo en el espejo y me gusta lo
NICOLE: Este encuentro fue inesperado; no comprendo cómo pude mantenerme firme y no desmoronarme ante él. La mejor decisión que tomé fue fingir que no lo conocía. La pieza musical que bailé con Iker llegó a su fin, y me sentí abrumada por todas estas emociones. Así que, de manera educada, le agradecí a Iker por el baile y me disculpé para poder buscar un lugar en el salón donde pudiera tomar aire. Mis pies me llevaron de manera automática hacia una encantadora terraza iluminada tenuemente. Allí, había un hermoso banco que invitaba a contemplar la noche estrellada. En ese instante, noté la presencia de una sombra; ya era tarde cuando intenté huir, pues esa sombra pertenecía a Agustín. Agustín, con su enigmática sonrisa, se acercó despacio, tomando asiento junto a mí en el banco. El silencio entre nosotros era palpable, solo interrumpido por el suave susurro del viento entre las hojas de los árboles. —No esperaba encontrarte aquí —dijo él finalmente, su voz resonando con una mezc
AGUSTÍN: Salgo de esta fiesta con la prisa de un alma atormentada, dirigiéndome al hotel, sintiendo que cada vez estoy más atrapado en la lucha por recuperar a Nicole. Al llegar al hotel, me acomodo y me doy una rápida ducha. Al mirarme en el espejo, mi mirada se detiene en mi tatuaje, evocando recuerdos de su dueña. Recordarla en su belleza provoca que el dolor resurja con intensidad en mi corazón por perderla. Me cambio a un pijama y me dirijo al bar de la suite. Allí encuentro una botella de whisky, enciendo el mini equipo de sonido que hay y dejo que una melodía familiar me impulse a beber aún más. Buenos tiempos es el tema de Carin Leon y Leonel García. “Esto es por nosotros Lo tomaré hasta la última gota Brindando por todos los filos de nuestra historia rota Esto es por nosotros En esas fotos en que sonreímos Los buenos tiempos en que aún sabía para qué vivimos” Las notas de la canción llenan la habitación, envol
ISABELLA: Desde el momento en que vi a Agustín, me atrajo de inmediato; es muy atractivo y se distingue de otros latinos. Sin embargo, no contaba con que ya estaba enamorado de una pequeña Pocahontas. La conocí el mismo día en que intenté besar a Agustín, y ese fue mi único intento, el cual resultó fallido. Lo curioso es que Iker, mi querido primo, está entusiasmado con esa doctora. Como el astuto empresario que es, decidió investigar sobre ella después de que la atendió. Iker me cuida como si fuera su hermana menor, y se molestó bastante por lo que me ocurrió, especialmente al enterarse de que quedé embarazada durante una festividad en Barcelona. No recuerdo quién podría haber sido el padre, pero afortunadamente se produjo el aborto; de lo contrario, me habría visto obligada a convencer a Agustín de que era el padre. Mientras me recuperaba en su casa, revisé el informe de la doctora. Reconozco que es una persona muy inteligente; sin embargo, mi frustración aumentó al darme cu