AGUSTÍN: Salgo de esta fiesta con la prisa de un alma atormentada, dirigiéndome al hotel, sintiendo que cada vez estoy más atrapado en la lucha por recuperar a Nicole. Al llegar al hotel, me acomodo y me doy una rápida ducha. Al mirarme en el espejo, mi mirada se detiene en mi tatuaje, evocando recuerdos de su dueña. Recordarla en su belleza provoca que el dolor resurja con intensidad en mi corazón por perderla. Me cambio a un pijama y me dirijo al bar de la suite. Allí encuentro una botella de whisky, enciendo el mini equipo de sonido que hay y dejo que una melodía familiar me impulse a beber aún más. Buenos tiempos es el tema de Carin Leon y Leonel García. “Esto es por nosotros Lo tomaré hasta la última gota Brindando por todos los filos de nuestra historia rota Esto es por nosotros En esas fotos en que sonreímos Los buenos tiempos en que aún sabía para qué vivimos” Las notas de la canción llenan la habitación, envol
ISABELLA: Desde el momento en que vi a Agustín, me atrajo de inmediato; es muy atractivo y se distingue de otros latinos. Sin embargo, no contaba con que ya estaba enamorado de una pequeña Pocahontas. La conocí el mismo día en que intenté besar a Agustín, y ese fue mi único intento, el cual resultó fallido. Lo curioso es que Iker, mi querido primo, está entusiasmado con esa doctora. Como el astuto empresario que es, decidió investigar sobre ella después de que la atendió. Iker me cuida como si fuera su hermana menor, y se molestó bastante por lo que me ocurrió, especialmente al enterarse de que quedé embarazada durante una festividad en Barcelona. No recuerdo quién podría haber sido el padre, pero afortunadamente se produjo el aborto; de lo contrario, me habría visto obligada a convencer a Agustín de que era el padre. Mientras me recuperaba en su casa, revisé el informe de la doctora. Reconozco que es una persona muy inteligente; sin embargo, mi frustración aumentó al darme cu
NICOLE: Esta noche, Daniel y Lili llegarán a mi departamento para quedarse conmigo. Los he extrañado, aunque lamentablemente regresan a Uruguay mañana. Les pedí que prolongaran su visita, pero debido a sus compromisos con sus nietos, deben regresar pronto, ya que Ashley tiene dos hermosos gemelos y Liliana le brinda apoyo en su cuidado mientras ella y su esposo Anthony trabajan. Al escuchar sobre ellos, me invaden los suspiros. A veces pienso en cómo Agustín y yo pudimos haber formado una familia, pero las circunstancias no se dieron así, y quizás nunca lo hagan. Me sorprendió que su novia no asistiera a la cena; por un lado, es mejor, ya que todavía me dolería verlo feliz con otra persona. Otra sorpresa fue que preparó la misma comida que mi madre solía hacer en ocasiones especiales; el resultado fue casi idéntico. Me pregunto cuándo aprendió a cocinar, pero no quiero emocionarme demasiado. Probablemente solo fue un gesto amable. Después de tanto tiempo, también r
AGUSTÍN: No puedo evitar suspirar de amor al despedirme de Nicole. En los últimos meses, he comenzado a recuperar poco a poco la conexión que siempre nos unió. Hablar con ella es siempre un proceso fluido, y me he recriminado en numerosas ocasiones el motivo por el cual me encerré en mí mismo y olvidé lo perseverante y tenaz que es en todo lo que se propone,y no supe apoyarla cuando más me necesito. Tantas cosas que hizo por mí y por nuestra relación me llevan a cuestionarme en múltiples ocasiones cómo pude haber sido tan ciego. Aunque no puedo modificar el pasado, sí tengo la oportunidad de cambiar el futuro. Regreso a mi departamento con nuestro pequeño capuchino y lo acaricio, reflexionando sobre cómo adquirirlo ha sido una de las mejores decisiones que he tomado. Su presencia ha sido la excusa perfecta para acercarme a Nicky. Lo miro y no puedo evitar sentir un profundo cariño por él. Estar en Barcelona para entrenar y pasar mis descansos en Valencia resulta a
AGUSTÍN: La furia que tengo es casi incontrolable. Al recordar lo que vi en los videos de las cámaras de seguridad del edificio, siento una rabia que me consume. En ellas, vi cómo Isabella se llevaba a Capuchino y lo metía en la cajuela de su auto. Me pregunto cómo pude creer que era una buena persona. ¿Qué mal le hizo el cachorro? Y aún más, en el lío en que me metió con Nicole. Esto no lo voy a pasar por alto. Así que decido buscarla. Cuando llego a su casa, sale y la veo llorar. Pero sus lágrimas ya no me conmoverán. Estoy demasiado enfadado —Isabella—le digo con mi voz imponente y firme, —yo creí en tu amistad. ¿Cómo pudiste hacerme esto? Secuestrar a Capuchino... ¿Devuélvelo?—Mi tono es exigente, mi mirada la atraviesa. Isabella se sorprende por mi reacción y trata de justificarse, pero no la dejo hablar. —No hay excusas para lo que has hecho—,le digo, cortando su intento de explicación. —Quiero que me devuelvas a Capuchino ahora mismo. ¿Dónde está?— Mi corazón late
Iker: Desde el aeropuerto, me aseguré de que Isabella se dirigiera a Francia, ya que su presencia aquí había generado numerosas molestias. La situación alcanzó su clímax cuando se involucró con un perro inocente. Afortunadamente, llegué a su casa a tiempo y le expliqué que su obsesión por un jugador del Barcelona no le traería consecuencias positivas. Antes de que causara más problemas, decidí enviarla a casa de nuestros abuelos. Si no desea que revele el video de la fiesta en la que quedó embarazada de alguien irrelevante, sería prudente que reflexionara sobre sus decisiones. Son necesarias medidas drásticas, pero confío en que madurará y considerará sus acciones. No toleraré que invente que Agustín fue su novio con el fin de herir a Nicky. Apoyo a Nicole por ser una mujer excepcional. Ella me rechazó desde el principio, y valoro su sinceridad; por ello, hemos logrado mantener una hermosa amistad. He estado reflexionando sobre cómo Agustín ha estado cuidando a su perrito pu
Agustín: Salí del departamento de Nicky sintiendo mi corazón a mil por hora. Tenía ganas de explotar, de hacer algo para evitar que ese español se llevara a la mujer de mi vida. No lo voy a permitir. Algo se me tiene que ocurrir. Me dirijo a mi departamento, con la mente en ebullición. Tengo ganas de destruirlo, de hacer que Nicky sepa que aún la amo. No sé si dejar que sea feliz con otro o secuestrarla solo para mí. La idea de perderla me vuelve loco. Llamo a mi mejor amigo, mi confidente, mi padre Daniel. A pesar de la diferencia de horario, mi padre siempre contesta. Le cuento lo que ha sucedido, y él me escucha atentamente. –Agus, hijo mío–, me dice con un tono tranquilo pero firme, –¿no crees que ya es hora que recuperes a Nicky? Si sigues así, lento, te la van a ganar.– —Papá, ¿qué hago?— le pregunto desesperado. —¿Mato a golpes a ese don perfecto? ¿Secuestro a Nicky?—Mi padre se ríe al otro lado de la línea. —Hijo, lo que debes hacer es hablar con Ni
Nicole: Despertar en los brazos de Agustín y contemplar su rostro mientras duerme es, sin duda, una de las experiencias más hermosas del mundo. Ahora comprendo los enredos que nos separaron, pero creo que todo formó parte del destino, diseñado para moldearnos como mejores personas. Recuerdo con una sonrisa la cena en la que me reveló lo que realmente ocurrió el día de mi llegada a Barcelona, España. Resulta que todo fue un simple accidente; Isabella nunca fue su novia, y eso me llena de alegría, ya que sus labios nunca la besaron ni sus manos la tocaron. A pesar de ello, compartí con él el momento en que conocí a Iker, cuando el destino me puso frente a Isabella en un contexto profesional. No se mostró sorprendido al hablar sobre el cuadro que ella presentó. Me comentó que, tras el incidente en Capuchino, tuvo la oportunidad de conocer su verdadero rostro, lo cual me alegró, pues no solo reafirmó que él no era el padre de esa criatura, sino que también me indicó que en