Reconciliación y sorpresa.
Amina no podía decir que se sentía obligada cuando le pidió que se quedara, al contrario, sintió un enjambre de abejas y huracanes recorrer su estómago antes de verlo sonrojarse.
Esa ducha le había caído de maravilla para dejar claro lo que sentía por él y lo que esperaba a partir de entonces si daba el paso adelante que Carlos estaba esperando.
No hizo falta ser un cerebro para darse cuenta de que él estaba respetando su espacio mientras la cortejaba y le recordaba que él estaba allí para ella, pero era hora de que ella lo aceptara también.
—Refréscate con una ducha y en el armario está uno de tus pijamas, vístete y ven a cenar —murmuró tomando ollas de todos lados—. Siéntese y póngase cómodo después de lavar ese olor a mezcla de licor y vómitos,
—Ya sabes que soy tu periodista número uno en reportajes, ¿no?Ricky vio esa mirada arrogante en el rostro de Brus, y por primera vez en su vida lo hizo querer que lo golpeara. Eso era inusual en él considerando que siempre fue y era una persona muy pacífica, pero algo le decía que el idiota frente a él venía más con chantaje que con un trato.—¿Qué tiene eso que ver con la forma en que me estas supuestamente presentando este trato? —Preguntó sin mucho interés—. Estoy demasiado ocupado para tus juegos, Brus, así que si no tienes suficiente trabajo que hacer o si lo has terminado, por favor ve al jardín y cava el césped porque no estoy aquí para tus juegos...—Es simple —dijo él, interrumpiéndolo—. Si me das lo que quiero, igual y obtendré mucho dinero y noticias para ti… para la empresa, pero si no me lo das, renunciaré y te demandaré, obtendré aún mucho más dinero de ti de lo que puedes imaginar.—¡Claro! ¿Y perder la única posición que tienes en la vida y en esta empresa? ¡Claro, cl
Lo último que recordaba Carlos era el sonido de la puerta antes de sentir los gritos de unos cuantos hombres dando órdenes y las piernas de un hombre robusto con pantalones militares negros que estaba frente a él, antes de que aquel golpe impactara contra su cabeza para hacerlo ver todo negro.Pocas horas después, el dolor punzante de su cabeza lo despertó haciéndolo ver primeramente a su alrededor.Dio gracias al cielo al ver a Amina aún desmayada frente a él pero con vida, a unos metros de ellos estaba Ricky igual de amarrado y con una cinta en la boca, parecía que le habían dado el mismo tipo de golpe que a él.Cuando comenzó a detallar la habitación solo pudo notar que la mayor parte estaba oscura pero había ciertas partes aún con luz, cuando sus ojos se acostumbraron finalmente pudo detallar que el lugar se parecía a uno de esos búnkeres de aquellos tiempos de antes en donde solo había cemento para todos lados, la única diferencia era que había barrotes en el techo, pero todo lo
Decir que no estaban preocupados hasta hacerse en los pantalones era mentir, el corazón les latía como loco, pero igualmente se acercaron a aquel medico con los mejores deseos del mundo y pronunciaron un rotundo: "¡sí!".El doctor miró a cada uno de los hombres frente a él. Parecían preocupados y agitados.—La operación de la señora fue un éxito, un poco complicada, pero un éxito —explicó el médico con una enorme sonrisa que pronto se desvaneció—. En cuanto al chico… con él era diferente. Las cosas no salieron del todo bien y tiene pérdida de memoria. Estaba muy agresivo cuando medio logro despertar, así que le dieron un sedante.El silencio que quedo entre ellos fue incómodo y el resonar de un grito en el pasillo le dejo a Drake el corazón apretujado. —¿Ricky cómo se encuentra? ¿Está bien? ¿No le paso nada malo? —Preguntó Gray angustiando—. Vine lo más pronto que pude, Drake, ¿Qué le paso a Ricky?Eso fue como si le lanzaran misiles a Drake y él no podía esquivarlos. Ese silencio
El camino estuvo lleno de trabas, pero finalmente lo logró. A una buena cantidad millas en el desierto de Tabernas fue localizado Brus. ¿Qué cómo había llegado allí? Ni el mismo lo sabía, pero allí estaba, escapando después de ser torturado hasta casi morir, sin beber ni una gota de agua y a punto de desmayarse.Pero si pensaba que tenía mala suerte, pues la mala suerte se le duplico cuando vio a Carlos saliendo de un buggy, caminando hasta él mientras cargaba un arma y apuntaba directo a su cabeza.Brus se carcajeo con ganas cuando vio que le temblaba la mano aunado con su rostro hinchado, para querer hacer del príncipe azul de Amina, no tenía demasiados nervios de acero, pensó el pelinegro.Pero el pensamiento le duró poco cuando un hombre alto y fornido se bajó de uno de los buggys que venían con Carlos, cargo su arma y le vacío tres disparos a Brus.El chico se quedó petrificado allí mismo, pensando en cómo calmar ese temblor de su cuerpo que lo volvía incontrolable y ver como ese
Unos días después Amina recibió la llamada de Carlos y eso fue un revoltijo de emociones. Se alegró de escuchar su voz, hacía una semana que no podían hablar y cuando lo llamó una noche su secretaria contestó la llamada.Parecía que llegaría en un día, pero no para quedarse con ella. Necesitaba que dejara la empresa en manos de Gray o Ricky durante unos días aunque no estuviera preparado. La necesitaba con urgencia en la empresa y si era posible ella trabajaría para él en algún proyecto.—No lo sé, Carlos… tengo mucho trabajo aquí, ¿sabes? Y no tengo ni idea de cuándo Ricky se hará cargo de la empresa... o Gray —replicó—. ¿Es demasiado urgente?—Si no fuera urgente de verdad que ni siquiera te molestaría, cariño.—¿De qué se trata?Del otro lado de la línea Amina escucho un suspiro pesado antes de escuchar la razón.—Una persona está robando algunos proyectos de la empresa. No son demasiados, pero es preferible cortar la mala hierba de raíz —dijo, tecleando en su computadora—. Forest
—¿Qué acaso no dije que estabas despedida?Aquel grito se escuchó por todo el avión dejando a Angelina más tiesa que un palo.El hombre frente a ella tenía la cara completamente roja, los ojos saltones y un poco distorsionados, estaba completamente enojado y realmente le parecía tentador arrojarla del avión por la forma en que miraba la puerta de salida.—Siempre has sido una malcriada, Angelina, ¡pero jamás pensé que tanto! —Gruñó con impotencia—. Estas demente… ¡DEMENTE!—¿A mí de qué carajo me culpas? ¡Todo es culpa de esa idiota!—No. La culpa es tuya por no controlar ese carácter que tienes —dijo Gingrich llevando un par de dedos al puente de su nariz—. Es por eso que no quise dejarte en la zona VIP.—¿¡Que!? ¿Por qué me dices toda esa mierda? ¡Eh sido la mejor en los puestos, demostrando mi gran talento y mi compromiso con la empresa! —replicó ella.—Lo siento Angelina. Tu carácter insoportable es más fuerte que los pasajeros que te rodean. Solo mira el panorama, mira lo que hic
El golpe en la puerta con ese tono fuerte hizo que el rostro de Carlos se arrugara. Frunció el ceño y de mala gana se levantó del sofá.¿Quién sería a esa hora de la noche?Llevaba ya unas horas esperando a Amina, no la había visto ni por un momento cuando salió al baño de la empresa y no la había visto cuando volvió.—Por Dios, ¿Dónde estabas?Amina sonrió nerviosa. Estaba empapada por el diluvio que caía afuera, mojada de pies a cabeza y su ropa era completamente transparente. Carlos tragó saliva tratando de calmarse, porque si le mostraba algo más, seguro que la atacaría como el lobo feroz de Caperucita Roja.No había habido nada en absoluto durante unas semanas y se moría por oírla decir su nombre.Sin embargo, ella levanto la cámara y un sobre blanco de un tamaño pe
Amina sintió que se estaba volviendo loca cuando lo sintió descender desde su cuello hasta su vientre con aquellos besos húmedos que la hacían perder la cabeza.Sus manos capturaron sus caderas y su lengua invadió su intimidad con fuerza, Amina jadeaba de placer, sintiendo que aquello era lo mejor del mundo después de tanto tiempo separados el uno del otro.—Dios... cómo te extrañé, cariño —murmuró Carlos, liberando ese suspiro caliente que solo la humedecía más.Ambos sintieron el fuego y la corriente subiendo por sus cuerpos como un frenesí. Carlos introdujo un dedo dentro de ella sintiendo cómo lo apretaba y lo húmedo que se sentía mientras ese dedo giraba en círculos, y el continuaba lamiendo su clítoris sin parar. Luego insertó otro dedo y comenzó a bombear dentro de ella, arrancándole pequeños gritos de placer.Sintió que ella lo apretaba y lentamente retiró los dedos, subiendo a su boca para devorarla sin previo aviso.Su lengua exploró cada rincón como si nunca hubiera estado