80/ HERIDAS QUE QUEMAN

Maximo empezó a dar vueltas despacio alrededor de mi, acariciando mi piel con sus dedos haciendo que se me erizara con sus caricias, se quedó por fin quieto enfrente de mí, acariciando con sus dedos mis mejillas mientras sonreía

— No te hagas la dura, eso no va contigo, vamos Arianna, solamente te estoy pidiendo una firma y serás libre — me dijo

— Te repito lo mismo que le he dicho a tu abuelo, nos se donde esta ese cargamento y no se donde Giovani ha escondido a tu prima, podéis hacer conmigo lo que queráis, pero no tengo ninguna información que daros, además que no pienso firmar nada — le dije

Maximo, puso sus dedos en mi sexo, metiendo dos de sus dedos dentro de mi, mientras su pulgar hacia circulos en mi clitoris, haciendo que cada vez me excitara cada vez mas

— Venga mi amor, dime que si firmaras, se que me deseas tanto o más, como yo te deseo a ti, porque si no fuera así ahora mismo no estarías tan excitada y tan mojada como estas ¿que me dices?

Pero los jadeos y los movimient
Sigue leyendo en Buenovela
Escanea el código para descargar la APP

Capítulos relacionados

Último capítulo

Escanea el código para leer en la APP