Giuliano me cogió el brazo con su mano, como si yo fuera a escapar, andamos de frente a Rossi despacio, sin prisas dándome cuenta del aspecto que tenía Cintia, ya que la llevaban cogida de sus brazos entre dos de los sicarios de Rossi, porque se le podía notar que casi no se podía mantener en pie. Cuando ya estábamos Giuliano y yo enfrente de Cintia y esos dos hombres, ella se echó en los brazos de su padre llorando haciendo que yo también lloraba mientras miraba la escena, nos quedamos Cintia y yo mirándonos dándome ella las gracias, con su suave voz, abrazandonos las dos como dos verdaderas hermanas. Su padre la cogió en brazos llevando a su hija hacia el vehículo que habíamos ido, cogiendo mi brazo con su mano uno de los sicarios, llevándome hacia donde estaba Rossi sonriendo— Bienvenida Arianna, al final ganan los buenos — me dijo— Vete al infierno Rossi, ahora que ya me tienes ¿que pasara conmigo? — pregunte— LLevarla al club y esperarme allí — le dijo Rossi a sus hombres— ¡¡
Cuando me desperté, vi al hombre que me ayudó a librarme de los sicarios que habían en la sala de abajo, al lado mio en la cama, pero de pronto escuche que alguien venía, así que cerré otra vez los ojos haciendo como que dormía.—- Rossi me ha mandado a por ella, pero antes quiere que nos reunamos, el ya viene en camino — escuche la voz de un hombre— Vale marchate yo mismo se la voy a llevar, ¿cuando crees que Rossi llegará? — le dijo el hombre que estaba acostado a mi lado— Tardará al menos media hora, no te olvides de que hay reunión con el jefe — le dijo aquel hombre marchandose de aquella salaHice como que acababa de despertar, fijandome en el hombre que tengo a mi lado, mirando sus preciosos ojos verdes— Buenos días — le dije sonriendo— Buenos días ¿cómo te encuentras? ayer cuando te trajeron, metieron droga en el vodka supongo que tendrás la boca seca ¿quieres agua o alguna pastilla? — me pregunto— Agua si, por favor, tengo la boca muy seca como tu bien me has dicho— le
Giovani me cogió fuerte de mi brazo con su mano, llevándome con él hasta uno de los coches que habían aparcados donde pude ver cuando entre, que habían dos sicarios más. Unos de los hombres arrancó el vehículo marchandonos de aquel lugar y parando casi media hora después en una especie de rancho, rodeado de sicarios de Rossi. Me hicieron bajar del vehículo y el mismo Giovani volvió a coger mi brazo haciéndome entrar en aquella hacienda, hasta un gran salon donde estaban Rossi y Maximo hablando con un vaso de whisky cada uno en su mano.— Ya llego mi palomita — dijo Rossi— Hola preciosa, que gusto verte de nuevo, mi querida Arianna — me dijo Maximo, dejando su vaso encima de la mesa y acercándose despacio a donde yo me encontraba— ¿Que quereis de mi?¿donde esta mi amiga? — les pregunté enfrentándome a ellos— Giovani, ya te puedes marchar — le dijo Rossi, viendo como le obedecía Giovani, marchandose de aquel salón— ¿Quieres una copa? aunque no creo que quieras, porque si vamos a se
Cuando ya tenía el pelo seco, la mujer abrió la caja que trajo al dormitorio, dejando con mucho cuidado la ropa que había en ella encima de la cama. Me ayudo a ponerme unas medias negras pero transparentes, que me llegaban a mi entrepierna, me puso un liguero, me ayudo aponerme un sujetador con encaje, tambien de color negro pero contransparencia, un tanga tambien con encaje y un vestido negro con la espalda descubierta, pero que por delante no hacia falta tener mucha imaginacion con una obertura en el lateral. Me hizo sentarme en la cama poniendome unos preciosos zapatos de tacón de aguja altos en los pies. Cuando ya estaba vestida, la mujer abrió la puerta del dormitorio marchandose, quedándome sentada encima de la cama, esperando y preguntandome ¿qué sería lo próximo que me esperaba?. Después de marcharse esa mujer, no tardó mucho en abrirse otra vez la puerta viendo entrar a Giovani, que se quedo inmovil en la entrada del dormitorio mirandome.de arriba abajo— ¿Te han mandado a ti
Giuseppe me embestía cada vez mas y mas fuerte, haciendome gemir, teniendo que poner mi boca en su hombro para que no se me escuchara, rodeé sus caderas con mis piernas, poniendo mis manos en su cuello, mientras nos besabamos con deseo y lujuria, Una vez que los dos llegamos al clímax, Giuseppe salió de mi interior, escuchando la voz de Andrea llamando a su prometido, nos separamos los dos para arreglarnos la ropa, poniendo Giuseppe sus manos en mi cara,una vez que ya se arregló la ropa, acercando sus labios a los míos, sin dejar de mirarnos— Te amo Arianna, jamas crei amar a nadie como te amo a ti, pero me he dado cuenta, aunque tarde, que lo eres todo para mi — me dijo dándome otro dulce beso en mis labios, marchandose el primero de aquella salita.Minutos después de marcharse Giuseppe de aquella sala, abri la puerta marchandome yo hacia el jardín donde estaban todos, mirándome Maximo muy serio cuando me iba a sentar en el sillon que habia a su lado, dandome cuenta de que dos de l
Por la noche estuve caminando por todo el dormitorio muy nerviosa esperando a que Giovani viniera a por mí, temiendo a que Maximo apareciera y se frustrara mi huida, mire la hora en mi movil viendo que ya era la hora en que Giovani me dijo que estuviera preparada, cuando de pronto se abrió despacio la puerta asustandome hasta que me di cuenta de que se trataba de Giovani el que entraba en mi dormitorio, quedandonos los dos mirandonos a los ojos.— ¿Preparada para marcharnos? — me pregunto— Si por favor vámonos, me estoy volviendo loca aquí dentro— le respondíGiovani me cogió de la mano, marchandonos a oscuras de mi dormitorio, llegando hasta la entrada de la casa, abrió la puerta despacio mirando por fuera para asegurarse de que no hubiera ninguno de los sicarios de Rossi vigilando la entrada de la casa o dando vueltas cerca. Salimos de la casa y corriendo llegamos hasta lo que me pareció una cuadra parecida a la que utilizan para guardar a los caballos. entramos dentro, abriendo G
Giovani rodeo mis hombros con sus fuertes brazos, apoyando mi cabeza en su torso, aunque tenía unas ganas infinitas de llorar, no lo hice en ese momento porque mi amiga no me viera.El médico quiso quitarle la poca ropa que llevaba mi amiga para examinar su cuerpo, pero ella enseguida cogió la manta apretando con sus manos cubriendo su cuerpo.— ¿Te llamas Paola verdad?, yo me llamo Fabio y soy médico, quiero que me ayudes y aunque se que es un poco imposible por todo lo que has sufrido, necesito examinarte, tienes muchas heridas infectadas a simple vista, pero necesito ver las demás heridas, te prometo que nada malo te voy a hacer, pero si no me dejas ver tus heridas, no podre hacer nada y podrías morir Paola — le dijo el médico— Arianna — dijo mi amiga, mirándome con sus preciosos ojos— Estoy aquí cariño, por favor Paola, hazle caso al médico, solamente quiere ver tus heridas para poder ayudarte — le dijeEl médico se levantó de la cama acercándose a donde estabamos Giovani y yo,
Por la noche cuando vinieron los hombres de Giovani, se quedaron mirándose unos a otros, marchandose el fuera de la casa con sus hombres. Yo entré en el dormitorio donde estaba mi amiga, para ver cómo estaba, le toque la cara para ver si tenía fiebre y la tapé con otra manta ya que parecía que estaba muy fría. Cuando me marché del dormitorio, abri la puerta de la casa para salir afuera un rato ya que necesitaba algo de oxígeno en mis pulmones, por el estado de ansiedad que tenía. Cuando Giovani me vio salir, sus hombres se marcharon acercándose el a donde yo me encontraba— ¿Cómo estás? aquí fuera hace frío — me dijo— Necesitaba algo de aire fresco, ¿han encontrado a mi amiga Stefani? — pregunte— Todavia no, estan vigilando su casa mis hombres por si aparece, pero tranquila seguro que estará bien — me dijo— Ahora lo único que quiero es que mi amiga, se ponga bien, no quiero pensar en todo lo que han tenido que hacerle esos sinvergüenzas a la pobre — le dije, sintiendo como Giovani,