Desperté temprano a la mañana siguiente, tenía muchas ganas de asistir a mi nuevo trabajo, no solo por reencontrarme con Apolo (que ya eso de por sí era una motivación estupenda) sino también por saber cómo funcionaban las cosas dentro de la empresa, ver mi oficina, comenzar a trabajar, estaba demasiado emocionada, ese era el trabajo de mis sueños, bueno, en realidad creo que un trabajo así era el sueño de cualquiera.
Fui directo a la ducha, necesitaba un baño de agua caliente. Ahí dentro mi cabeza empezó a reflexionar sobre lo que había sucedido la noche anterior. Cuando me encontraba con Víctor me sentía muy nerviosa, todo lo pensaba, lo analizaba, me reprimía y en ocasiones me sentí mal conmigo misma por permitirme las cosas que hacía, pero con Apolo no fue así, ni siquiera tuve tiempo para pensar en eso, todo mi ser estaba concentrado en recepcionar las sensaciones que estaba recibiendo, cada indicación que me brindaba mi cuerpo. No sentí temor o vergüenza en ningún moment
Lo estoy viendo y todavía no me lo creo, ¡tengo una oficina para mí sola! Y qué oficina. Ya mirando detalladamente, me percaté que en el escritorio había enmarcada una foto mía, seguramente Apolo la había sacado de mis redes sociales, es que piensa en todo, no se le va ni un solo detalle. A los pocos minutos tocaron a la puerta-Adelante –dije, no sin dejar de sentirme extraña-Buenos días señorita Greyson, soy Araya, su secretaria, ¿desea algún café, té, agua, cualquier cosa?-Buenos días Araya, llámame Freya y no te preocupes, no tienes que traerme nada si no vas a buscar para ti misma, no hay problemas con eso-Muy bien señor… Freya –rectificó- pero cuando esté el señor Stewart si voy a tener que llamarla por su apellido, es algo que él les exige a sus trabajadores para fomentar el respeto.-Está bien, será nuestro secreto –le respondí con una sonrisa, no quería que mis trabajadores me temieran. Mis trabajadores, qué loco me suena eso, creo que
No sé por qué se me había ocurrido decirle que nunca había hecho nada ¿en qué estaba pensando? Definitivamente si mi madre me viera ahora estaría muy decepcionada de mí, ella con tanta experiencia y yo sin un básico de conocimiento siquiera, al final tenía que haber conversado más con mi madre, por lo menos de esto sí me pudo haber enseñado algo.Levantó su mano y acarició mi mejilla-Perdóname Freya«Ya está, hasta aquí llegamos» pensé yo enseguida-He sido un brusco nuevamente contigo, si lo hubiese sabido, hubiera hecho mejor las cosas, debes haber pasado estos días asustada sin saber qué planes tenía yo en mente para ti, para nosotros - ¿en serio me está pidiendo disculpas por eso? – tenía que haberte preguntado antes, haber investigado mejor antes de haber hecho nada, te falta un par de meses para cumplir 19, yo tengo 26, era normal, haber sido un poco más responsable y educado contigo, pero es que tú me consumes, cuando estoy a tu lado solo quiero
Eran ya las 10 de la mañana, estoy en esta reunión tan importante con estos proveedores con quienes estuve tratando de establecer un negocio desde hace 9 meses y no tengo la menor idea sobre qué se ha hablado en toda la mañana. Llevamos una hora y media de reunión y si no llega a ser por mi secretaria y mis trabajadores, no creo que la haya podido sacar adelante. Los veo firmar el contrato muy complacidos y todo en lo que puedo pensar es si ella lo firmará o no, o si ya lo hizo, necesito saber qué ha decidido.Estrechamos manos con los nuevos proveedores y en cuanto salen de la sala de conferencias salgo hacia mi oficina y tomo el móvil dispuesto ya a llamarla. Estoy marcando los números cuando me doy cuenta de que no han pasado ni 24 horas desde que la vi, tengo que darle su espacio, ella lo necesita para pensar con claridad qué decisión va a tomar, al fin y al cabo, es muy difícil resistirse a una propuesta así, yo mismo me encargué de todos los detalles, hasta del más mínim
Desperté y ya era de noche, estaba sola en la burbuja blanca, así había llamado a esta cama. Toda la habitación estaba a oscuras, así que me costó un poco de trabajo levantarme de la cama y encontrar algo que ponerme hasta que vi en un tocador que estaba frente a la cama una bata roja, esto lo había calculado Apolo a la perfección, le encantaba que vistiera ese color, tenía que preguntarle el por qué luego. me puse la bata y salí a explorar los pasillos, la casa era enorme, entré en dos habitaciones antes de encontrar las escaleras que daban a la planta baja, un olor sabroso fue el que me guió hasta la cocina y ahí estaba él.Estaba frente al fogón y por tanto, de espaldas a mí, solo tenía puesto su bóxer y con su cabello rubio despeinado daba una sensación de despreocupación, se veía relajado y contento porque estaba cantando la canción que se escuchaba de fondo en toda la cocina. Su espalda ancha era un monumento artístico digno de apreciar, cada uno de los músculos le sobre
La tensión era más que evidente en ese momento, ni Apolo ni Araya pronunciaban una palabra y yo en el medio de los dos no me podía sentir más incómoda, tenía que romper este silencio de alguna manera-Hola Araya, ¿cómo estás?-Muy bien, no te voy a preguntar porque veo que no has desperdiciado oportunidad aluna, tú el tiempo lo aprovechas muy bien –estaba molesta, bastante molesta, si ya lo sabía yo, cuando el personal se enterara yo no iba a ser bien vista, es lógico-Araya, estamos fuera de tu horario laboral, pero siempre puedo recordarte tu lugar, trabajas para mí-Sí, pero no estamos en la empresa ahora mismo, así que no te debo nadaEsta mujer se había vuelto loca, cómo iba a tratar así a su jefe, yo no entendía nada, no daba crédito a lo que estaba presenciando-No, ahora mismo no, pero eso no tiene problema, mañana mismo puedo despedirte en cuanto llegue –ella rio descaradamente y se dirigió a mí- ¿Estás viendo? A eso acostumbra él, a acostarse con las
Pasé una semana espectacular en el trabajo, me bebía los borradores enseguida, me encantaba leer, era una manera de aislarme de la realidad y poder vivir diferentes historias sin abandonar la mía propia. Algunos libros no acababan de convencerme, pero otros eran geniales, con tramas genuinas y narraciones increíbles, definitivamente este era el trabajo de mis sueños, me encantaba, todos los días iba con una sonrisa y con las mejores ganas, solo que, entre Apolo, el trabajo y los estudios no había tenido tiempo para ver a Eyra, la última vez que nos vimos habíamos discutido y llevaba todos estos días durmiendo en casa de Apolo, bueno, dormir lo que se dice dormir, no mucho.Él era estupendo, ya no me quedaban dudas, me cocinaba, me daba mi espacio y tiempo necesarios para poder realizar las evaluaciones que tenía pendientes de la universidad, si quería trabajar no podía dejar de lado los estudios, él me lo había advertido bien, hasta me cocinaba cuando estaba demasiado complica
Entramos los dos y nos sentamos en el recibidor-Dime Freya, ¿qué pasa?- ¿Tú crees que me podrías adelantar una parte de mi cobro? –su cara se contrajo enseguida-Freya, si quieres dejarme solo dímelo- ¿Qué, por qué querría dejarte yo?-No puede ser casualidad que te encontraras hoy con el que era tu novio y ahora me estés pidiendo dinero de repente¿Y él cómo supo eso? ¿Y por qué pensaba que lo quería dejar?- ¿Qué tiene que ver una cosa con la otra Apolo? ¿Y cómo sabes que lo vi?- ¿Crees que te dejaría viajar tan lejos tú sola sin protección?- ¿Me estabas persiguiendo? ¡Eso no es posible! ¿En qué momento perdiste la confianza en mí, o es que nunca la tuviste? Y ahora me dices que te pido el dinero porque te quiero dejar, qué te crees ¿Qué todo es parte de un plan perfectamente elaborado entre Víctor y yo para sacarte dinero? ¿Por qué todos piensan mal de mí? Podía esperarlo de cualquiera, hasta de mi propia madre porq
El viaje sería agotador, el hospital donde se encontraba mi madre estaba en mi ciudad y yo estaba en la otra esquina del mapa, precisamente por eso había escogido mi universidad, era la más alejada de todas, ahora me estaba arrepintiendo enormemente. Mi relación con mi madre no era la mejor, eso lo sé, incluso, algunas veces, ni siquiera teníamos relación, pasaba días sin hablarle solo porque me resultaba tedioso el sonido de su voz, o porque sabía que en algún punto de la conversación iba a hablarme de hombres y ese no era un tema que me apeteciera nunca, pero, a pesar de todo, yo quiero a mi madre, siempre lo hice, solo que no me gustaba el estilo de vida que llevaba, sobre todo porque nunca me brindó una estabilidad emocional o una figura paterna.Me sentía fatal, era la peor hija que alguien pueda haber tenido, me alejé todo lo que pude, nunca tenía noticias de casa y en el tiempo que llevaba viviendo en la universidad la había llamado solamente dos veces y una era para sa