Entramos los dos y nos sentamos en el recibidor
-Dime Freya, ¿qué pasa?
- ¿Tú crees que me podrías adelantar una parte de mi cobro? –su cara se contrajo enseguida
-Freya, si quieres dejarme solo dímelo
- ¿Qué, por qué querría dejarte yo?
-No puede ser casualidad que te encontraras hoy con el que era tu novio y ahora me estés pidiendo dinero de repente
¿Y él cómo supo eso? ¿Y por qué pensaba que lo quería dejar?
- ¿Qué tiene que ver una cosa con la otra Apolo? ¿Y cómo sabes que lo vi?
- ¿Crees que te dejaría viajar tan lejos tú sola sin protección?
- ¿Me estabas persiguiendo? ¡Eso no es posible! ¿En qué momento perdiste la confianza en mí, o es que nunca la tuviste? Y ahora me dices que te pido el dinero porque te quiero dejar, qué te crees ¿Qué todo es parte de un plan perfectamente elaborado entre Víctor y yo para sacarte dinero? ¿Por qué todos piensan mal de mí? Podía esperarlo de cualquiera, hasta de mi propia madre porq
El viaje sería agotador, el hospital donde se encontraba mi madre estaba en mi ciudad y yo estaba en la otra esquina del mapa, precisamente por eso había escogido mi universidad, era la más alejada de todas, ahora me estaba arrepintiendo enormemente. Mi relación con mi madre no era la mejor, eso lo sé, incluso, algunas veces, ni siquiera teníamos relación, pasaba días sin hablarle solo porque me resultaba tedioso el sonido de su voz, o porque sabía que en algún punto de la conversación iba a hablarme de hombres y ese no era un tema que me apeteciera nunca, pero, a pesar de todo, yo quiero a mi madre, siempre lo hice, solo que no me gustaba el estilo de vida que llevaba, sobre todo porque nunca me brindó una estabilidad emocional o una figura paterna.Me sentía fatal, era la peor hija que alguien pueda haber tenido, me alejé todo lo que pude, nunca tenía noticias de casa y en el tiempo que llevaba viviendo en la universidad la había llamado solamente dos veces y una era para sa
Mientras caminábamos por los pasillos Apolo no me soltó la mano ni un solo segundo, me la tenía agarrada y en ocasiones la apretaba en señal de protección. Después tendría que ver cómo le agradecería todo esto, un simple "gracias" no bastaría. Nos detuvimos frente a una puerta que ponía en un cartel "Sala 4"-Tranquila, si está aquí y no en sala de urgencias quiere decir que no está en estado crítico y que algo ha mejorado desde que llegó, voy a estar esperándote acá afuera, cualquier cosa que necesites solo tienes que avisarme –me abrazó con todas sus fuerzas y me abrió la puerta, la caballerosidad nunca la perdía, ni siquiera en momentos así y era algo que le agradecía porque ese simple gesto ahora mismo para mí significaba mucho.Cuando abrió la puerta vi dos hileras de camas unas frente a las otras, separadas por cortinas, era una especie de cubículo con varias camas para los pacientes. Al lado de cada cama había una silla que para nada se veía confortable. Respiré h
Por unos segundos nos quedamos mirándonos los tres, no entendíamos nada, ¿Qué hacía él aquí?-Víctor ¿qué haces aquí?-Vine a ver a mi mamá y a pagar con el dinero que me dieron ustedes la deuda que tenía, por cierto, Apolo, muchas gracias –dijo casi sin poder mirarle- significó mucho para mí, te lo devolveré todo, hasta el último centavo-No hace falta Víctor, lo importante es que tu madre se recupere-Sí hace falta, te estaré eternamente agradecido ¿qué haces tú aquí? –dijo dirigiéndose hacia mí nuevamente-Pues lo mismo, me llamaron anoche para informarme que mi mamá estaba internada aquí, pero este es el cuarto de mi madre tuvo que haber sucedido alguna equivocaciónEn ese momento sus ojos se abrieron como platos al igual que su boca-¿Qué pasa Víctor?-Freya ¿cómo se llama tu madre?-Idun ¿por qué?Se llevó una mano a la boca a modo de sorpresa, tenía una cara de espanto increíble y ya me tenía asustada a mí-Víc
Cuando entramos a la casa me encontré con que no se parecía en nada a la que yo recordaba, las paredes eran de un color blanco perfecto, los adornos viejos habían sido sustituidos por otros preciosos, estaba equiparada con aparatos nuevos de última tecnología, era como si hubiese entrado a un mundo distinto-Mamá ¿con qué tipo andas ahora que ha hecho todo esto? –cuando me giré a mirarla su cara de anonadada era increíble, estaba viendo esto por primera vez igual que yo-Yo no, ¿con quién andas tú? –dijo mirando a Apolo que estaba sonriendo con sus ojos brillando a más no poder-Espero que les haya gustado, me tomé la libertad de traer algunas comodidades para hacer la estancia y recuperación de Idun más placentera- ¿Algunas comodidades? ¡Has comprado una casa nueva Apolo! No tenías por qué hacerlo, no era necesario –la expresión en su rostro cambió, la sonrisa desapareció y sus ojos se marchitaron un poco-Calabacita, no seas así, él lo hizo con las m
Llegamos a la suite y era algo maravilloso, no me había percatado del bullicio y ajetreo que había en el hospital hasta ahora que llegué aquí. No se escucha nada, solo nuestras respiraciones y movimientos. Apolo se acercó a mí-¿En qué piensas cielo?-En que nunca me había dado cuenta de lo mucho que me gustaba la tranquilidad hasta ahora, esta habitación es la gloria para mí en estos momentos-Voy a darme una ducha –dijo soltando la liga que tenía sujetándome el pelo en un moño- ¿quieres hacerme compañía? Te puedo ayudar a despejar la mente de todo lo que ha pasado en estos días anteriores- dijo esta vez, desabotonando los dos primeros botones de mi blusa y deslizando su dedo índice hacia arriba y abajo por la piel de mi pecho que quedó al desnudo-Sí, yo te acompaño. Pero me apetece más un baño de espuma en vez de la ducha, siento que así voy a relajarme y estaremos más a gusto –le dije desabrochándole su cinturón y mientras lo hacía pude ver como poco a po
Poder disfrutar de una noche tranquila, sin la tensión constante de estar pendiente a si mi mamá estaba bien o no era lo mejor, llevaba muchos días sin poder descansar tanto física como psicológicamente y creo que nunca en mi vida me había sentido tan cansada. Luego del baño de anoche con Apolo fui directo a la cama y no supe en qué momento quedé dormida tan profundamente, solo sé que acabo de despertar y son las tres de la tarde ¡Qué manera de dormir! Apolo no me despertó, sabía que necesitaba esto, tanto ajetreo en tan poco tiempo había resultado demasiado para mí que no estaba acostumbrada a ello, yo solo iba a clases, llegaba al cuarto a estudiar y dormía, así era mi ciclo y desde que trabajaba en Stewart´s Inc era muy similar, solo lo diferenciaba los encuentros con Apolo, esos que me encantaban, pero nada que requiriera tanto de mi esfuerzo.Lo importante ahora era que todo estaba bien, Idun estaba casi totalmente recuperada y digo casi porque soy consciente de que las adic
Entre los cuatro le contamos toda la situación a Eyra y mientras escuchaba todo, ella solo podía abrir sus ojos de par en par y repetir una y otra vez ¡No! Era muy gracioso verla en ese estado-¿Y cómo están ustedes dos? Debe haber sido muy difícil cuando se dieron cuenta de lo que estaba sucediendo –preguntó ella-Sí, fue muy difícil, sobre todo para mí que quería que Freya…bueno, ya tú sabes cuáles son mis sentimientos –Víctor sacudió su cabeza rápidamente como sacándose la idea de la cabeza y rectificó- cuáles eran mis sentimientos con respecto a Freya, pero la cosa se dio de esta manera y resulta que ahora somos hermanos. Lo bueno es que así por lo menos se me permite quererla, no creo que de otra forma ella hubiese aceptado un acercamiento de mi parte.Me era muy difícil escuchar estas palabras de parte de él, para mí ya era un tema bastante delicado debido a la pequeña historia que tuvimos, por mucho que quisiera esconderla, era algo que ya había sucedido ent
Apolo en menos de diez minutos ya estaba en el recibidor de mi oficina, cuando vio mi cara pude notar en la suya un poco de miedo- ¿Estás bien? ¿Te pasó algo? –me preguntaba a la vez que me examinaba por todos lados asegurándose de que estuviera bien-Sí, yo no tengo nada, la urgencia no era para mí- ¿Cómo que no? Araya me llamó diciendo que tenía que bajar urgente que te había sucedido algo –dijo mirándola un poco amenazador-Sí, pero no fue a mí directamente –me miró como no entendiendo lo que estaba sucediendo- ven, te voy a mostrar –lo tomé del brazo y lo conduje hasta la oficina, al llegar a la puerta se inmovilizó, no movía ni un solo músculo, solo estaba mirando detalladamente todo el lugar, al rato se giró hacia mí y me preguntó-¿Se llevaron algo?-No sé, no he podido revisar bien, me alteré mucho, solo sé que al cuadro de mi escritorio le falta mi foto-¿Dónde está el cuadro? –le señalé el lugar, se acercó y sacando un pañuelo de