En un auto se ve claramente una chica atada con un pañuelo en la boca, el cabello de esta es rojo y sus los ojos azules. Ella tiene una expresión de miedo y desesperación en su rostro. La tienen acostada en la parte de atrás de un modo, que ella solo puede ver la ventana del auto, pero no puede voltear a ver a sus atacantes, y como ya los vio, no le importa eso, solo la ve con mucha preocupación, mientras cae la lluvia sobre el cristal ahumado de esta. Ella tiene miedo, piensa en muchas cosas que le pueden pasar. Acaba de ver como matan a dos personas frente a ella, le cayó sangre en uniforme. No es muy fácil ser positivos en esas circunstancias. Siente que la pueden matar en cualquier momento, o cualquier otra cosa, pero en su mente se cruza la posibilidad de que sea por dinero. Mientras piensa en eso, tiene miedo de que un chico haga que ella quiere mucho haga una locura. Sin embargo todo está muy nervioso, tiene miedo de que nadie venga, de que ese sea el último día con su padre, que es la persona que ella más quiere en el mundo. No sabe que le pasará de ahora en adelante. 

Una tormenta abrazaba en ese momento la ciudad, la lluvia era muy fuerte. En medio de esta, se encuentra un joven. Él está de rodillas, mientras el agua cae encima de él y a pesar de eso se ve claramente como sus lágrimas  se camuflan con la lluvia, pero se nota que esa llorando. Por su espalda se acerca otro joven, de la misma edad que él, mojándose en la lluvia ya que tampoco tiene paraguas, el primer joven se da cuenta de que el otro está detrás.

“Lo viste ¿verdad?” dice el primer joven.

El otro suspira y responde con calma. “Así es. Mataron dos hombres, al guardaespaldas que estaba manejando el auto, y un amigo de la familia que los estaba acompañando. Por suerte, a pesar de tu desesperación, no entraste a la escena del crimen. De ser así, te habrías metido en muchos problemas y te habrían llevado como testigo” después de decir eso, camina hacia donde está el chico, y cuando está al lado, se agacha para ayudarlo a levantar y coloca el brazo derecho del joven brazo en su cuello. “Sera mejor que te lleve a tu casa. En tu estado actual, de seguro te perderás en este lugar. O te quedaras en medio de esta tormenta, y enfermaras, porque no te veo ganas de llegar a tu casa. Lo más probable es que debido a este incidente, termines haciendo algo tonto; así que es mejor que no te deje solo y te lleve con tus padres para te cuiden”.

“Mis padres se fueron de viaje hace una semana” responde el chico mientras el otro chico lo está llevando. “Y volverán dentro de unos meses. Solo llévame a mí casa, estaré mejor después de dormir un rato” comienzan a caer lágrimas de sus ojos. “No sé si podre aceptarlo. Siento que es mentira que la vi por primera vez hace tres meses, cuando pensé que era el peor día de mi vida, pero nada se compara con este”.

“Ya lo aceptaras” dice mientras avanzan y se pierden en la lluvia.