Cuando llegaron al negocio de Sophia nuevamente un portó se les fue abierto, gente con armas protegiendo el lugar. Alessia guardó la fotografía y limpio su rostro de cualquier rastro de tristeza, no era el momento de ser débil, tenía que mantenerse fuerte y todo por Fiodor… Ya no podía estar con ella, ya no podía dejar su vida en su mano…
Ahora todo iba a cambiar…
Le tocaba a ella protegerlo…
Salvarlo…
Y cuidarlo…
Cuando todo esto se arreglará ellos cambiarían, ellos se tomarían de la mano protegiendo la vida de los dos… Era lo que haría, pero Alessia tenía que dejar de pensar en todo eso. Tenía que ordenar todo, nuevamente Igor le abrió la puerta dejando que ella saliera. Una mujer mayor de cabello rubio junto con algunas canas la veía desde la entrada de su hogar, sabía perfectamente quien había llegado y le debía la vida. Sophia con su cabello azulado salió y frunció su ceño al verla de nuevo a ella.
— Entra, yo
Nuevamente los hombres de la mafia Vólkov se estaban preparando para luchar estaban cansados, la noche anterior habían apenas salido con vida y ahora nuevamente tenían que salir… Todo porque se los había ordenado Alessia. Muchos se preguntaban porque le hacían caso a una mujer que no debía de estar metida en esas cosas y más cuando ella misma había planeado algo que había salido mal.Estaban hartos…Estaban cansados…Todos se estaban arreglando temprano hasta la misma Alessia iría, se cambió con un pantalón y una camisa manga larga blanca, Sonia quien estaba allí le ayudo colocarse el arnés para sus pistolas. Si Fiodor estaría allí le encantaría un montón verla de esa manera, pero no estaba. Su cabello estaba recogido en un bollo dejando salir algunos mechones de su flequillo. Algunos de sus hombres estaban en el garaje arreglando los últimos detalles, pero otros que estaban allí estaban discutiendo el porqué debían de seguirla y que podían me
Todos estaban reunidos en la plaza Roja esperando las indicaciones de quién iniciaría la guerra. Algunos estaban más que nerviosos por lo que llegaría a pasar, sabían que la mayoría moriría y no volverían a mirar una nueva mañana. Pero por dinero lo harían, ¿Y quién no?…Sonia le había indicado a Alessia la cantidad de hombres que poseía Matthew a su mando, eran demasiado y sabían que podía llegar a ocultar muchos más para despistarlos y así hacer un plan de reserva…Pero está vez el ángel había pensado en todo…Tenía el grupo de Marianne y luego el de Jones…Pero el más importante para ella era su carta oculta…La que no revelaría hasta el final de su plan o cuando su plan decayera…Es así allí donde la invocaría…Igor le abrió la puerta al ángel quien en ningún momento ninguna gota de lluvia la toco, Sonia la tapaba con una sombrilla negra… Solo para ella, Alessia camino hacia adelante dónde tod
La mansión de Matthew estaba cerca de ellos y por radio le aviso a la gente de Marianne que fueron por la parte trasera del lugar, con aquello llegó el momento de actuar. Los dos grupos entraron al lugar ocasionando un gran escándalo, los hombres que vigilaban el lugar disparaban a muerte y pedían refuerzo. La camioneta de Alessia entro al lugar y con ella tomo una pistola que le estaba extendiendo Sonia y está salió no sin antes quitar el seguro.En el momento en que salió de la camioneta comenzó a disparar a quienes estuvieran cerca, el chaleco antibalas que poseía Alessia la protegía de cierto modo. La sangre de sus enemigos caían al pisto al igual que sus seguidores.— ¡Necesito entrar a la mansión, ábranme el camino!… — Alessia les avisa a todos por el comunicador que poseía en una de sus orejas, algunos respondieron y otro no. Las balas de su arma se habían agotado y agarra una de unos de los cadáveres que estaban en el suelo, era una AK-107…&
Dos días después…El cielo aún lloraba por sus muertos, el sentimiento por los caídos, por la tierra manchada de sangre y el llanto de los familiares desgarraban a todos. El cementerio era el lugar con más sentimientos negativos del mundo… La soledad, la tristeza, la rabia y la impotencia eran los más comunes en el lugar.Todos miraban el ataúd con tristeza en sus ojos, sabía que algunos sentían mucho más el sentimiento que otras personas…— Te extrañaremos, Jones… Nunca olvidaremos tu sacrificio por todos nosotros, si Alessia estuviera aquí estoy segura de que estaría más que orgullosa de ti. — Sonia dijo aquellas palabras mientras dejaba que la lluvia la golpeara, y es que en la guerra muchos habían muerto como Jones y ahora sus negocios estarían en las manos de los Vólkov.La rusa de cabello negro tiro una rosa y luego un enorme ramo de rosas rojas que significaba el enorme aprecio que tenía Ale
Cuando llegaron al hospital Igor les abrió la puerta para que pudieran salir y guiarlos hasta donde se encontraban, cuando pasaron por recepción fueron saludados por la recepcionista que los conocía a la perfección, entraron al ascensor y marcaron el piso donde se encontraban… El frío lugar hacía juego con los sentimientos de todos, era algo irónico. Cuando bajaron del ascensor una enfermera se acercó hacia ellos un poco triste, todos tenían caras preocupadas al verla.Estaban esperando lo peor…— El señor Vólkov insistió en que lo lleváramos a la habitación de su prometida, tuvimos que cambiar a los dos a una habitación más grande para que pudieran estar juntos como el señor lo pidió. — Sonia suspira ante lo que le estaba diciendo la enfermera. — Colocamos todos los arreglos y flores en la habitación, solo que… — Hace una mueca mientras lo guía hacia la habitación.— ¿Qué pasa? — Pregunta Igor.— El señor no quiere
Todas las madrugas en la que Fiodor no estaba con calmantes en todo su cuerpo no podía dormir mientras veía como ella estaba a metros de distancia de él, necesitaba su calor, la forma en que lo abrazaba cuando hacía uno de sus pequeños dramas…La extrañaba…En el sofá sé la habitación se encontraban los gemelos que se negaron a irse a la cabaña, Sonia e Igor también se encontraban allí para vigilar a los chicos quienes para no aburrirse en el hospital cometían alguna locura con las enfermeras.Nuevamente Fiodor se levanta de su cama y agarra el tubo donde estaba el suero que entraba en su cuerpo, el dolor el su cuerpo es ligero por los analgésicos que ha estado tomando. Pero aun así le cuesta un montón caminar, el ruso poco a poco se comienza arrastrar hacia la cama que estaba al frente de él. Igor se había levantado a causa de pequeños quejidos de alguien, cuando abrió sus ojos pudo apreciar como Fiodor estaba en el med
La reunión que tenía Fiodor era con unos noruegos, querían hacer buenos negocios y por eso quisieron hablar con el jefe que tenía el mando en el lugar. El restaurante donde estaba era el más fino de toda la ciudad y por su mente llegó el pensamiento de traer allí algún día a Alessia, un mesero separó la silla que estaba al frente de él y allí se sentó una mujer.Fiodor frunce su ceño sin comprender lo que estaba pasando, se sentía un poco desorientado por el atrevido acto de la mujer.— ¿Puedo ayudarla?… — Pregunta seria, la mujer rubia sonríe y se inclina hacia él dejando a la vista el escote de su busto. Fiodor en ningún momento aparto la mirada del rostro de la mujer sonríe de lado por el acto de Fiodor.— No, pero yo a ti sí… Te vi solo y quise sentarme a contigo, ¿no te importa o si? — Su voz intentaba ser seductora, pero…Fiodor no estaba pensando en eso…No quería pensar en otra mujer que no fuera
¿Qué mierda hacia Eyra Nilsen en el hospital?…Y para ser más exactos justo al frente de la habitación de su prometida…Fiodor se lo había tomado como una clara amenaza de lo que había pasado en el restaurante, Eyra lo miro con una sonrisa cínica y el ruso con odio. Vaya que la nórdica se estaba divirtiendo un montón, ella solo estaba allí por él, no le importaba el muerto viviente que estaba en la habitación.La rubia sabía que era la prometida del ruso y que tuvo un accidente, también que sin ninguna faltan Fiodor la visitaba, ella lo había estado vigilando como ellos a ella. Cómo si algo hubiera poseído a Fiodor este se acerca peligrosamente a ella agarrando su cuello y choco su cuerpo hacia la fría pared del hospital, está sonríe ante el comportamiento del ruso.— ¿¡Qué crees que haces aquí!? — Le grita apretando más el agarre, los gemelos miraban horrorizados el comportamiento de su tío, nunca lo habían visto de esa