En Rusia todos estaban en el hospital, justo en la habitación de siempre. Los gemelos aunque deberían de estar en la cabaña estudiando más cómodamente uno de ellos no lo pidió así, Enoch quería estar con Alessia, ya que en la cabaña se sentía mucho más solo que antes. Jacob si se encontraba viendo los apuntes de su hermano que le había prestado, ya que no le prestó atención a la clase, Sonia miraba los papeles de las ganancias de estas semanas.
Enoch quién veía fijamente Alessia noto algo extraño, pensó que había sido producto de su imaginación, pero no fue así. Alessia se encontraba moviendo su rostro como si algo le estuviera asustando y eso también ocasiono que el gemelo se asustara.
— Eh, Sonia… — Intento llamar su atención, pero está estaba sacando las cuentas.
— Mmm… — Sonia en ningún momento levanto su rostro.
— S-sonia… — Tartamudeo su rostro al ver cómo Alessia movía su rostro de un lado o
Alessia había estado mirando un solo punto en la habitación en dónde estaba y ese era la ventana, veía como los autos pasaban con rapidez y como algunas personas caminaban tranquilamente en esa noche. Ella se encontraba sola en su habitación, Naira había salido para buscarle la cena a su paciente mientras que Sonia y los gemelos se mantenían afuera sentados esperando impacientes el poder entrar. Ni siquiera podían verla por la ventana del pasillo que daba a su habitación, Alessia había pedido que las cerraran.Enoch sentía el enorme impulso de querer entrar allí y verla con sus propios ojos, pero la enfermera había colocado el seguro en la habitación. Fiodor aún seguía en él queriendo que el piloto fuera mucho más rápido que antes, pero no lo podía culpa…No era su culpa…Alessia había despertado justo en el momento en que Matthew había muerto, era como si algo le estuviera reteniendo de todo malen aquel lugar al
— ¡Alessia!… — El frito de Fiodor se había escuchado en todo el pasillo, los guardias se vieron rápidamente para salir de allí dejándolos solos, detrás de Fiodor estaba Igor quien tenía un enorme ramo de flores con algunos chocolates. Y es allí que Alessia sintió un gran nudo en su garganta, sus ojos se humedecen al verlo.Es allí que entendió cuánto falta le hacía, cuánto lo había extrañado. Alessia se levantó a duras penas y observo como el ruso corría hacia ella de manera desesperada, ni ella se había dado cuenta en qué momento sintió que ya la había abrazado. Sintió la calidez del cuerpo de su prometido y como sus fuertes brazos se pegaban a su cuerpo, la colonia de Fiodor entraba por su nariz recordando cada detalle de él.Ella no aguanto…Él tampoco…Alessia tomó con fuerza la camisa de Fiodor y dejo salir todo lo que estaba guardando, las lágrimas y los gritos que soltaba eran ahogados en su hombro. El ruso
La pequeña cena improvisada que había pedido Alessia había hecho que los dos se mantuvieran tranquilos, Fiodor no quiso decirle nada sobre cualquier otra para no estresarla… Aunque sabía que solo le había dicho una de dos cosas. La primera había sido obviamente la muerte de Matthew…Pero la segunda aún su mente la estaba procesando en como decirle lo que había ocurrido con la nórdica, Eyra. El ruso sabía que no era su culpa, más bien, no tenía porque sentirse culpable de nada sabiendo que en ningún momento la había llegado engañar y más teniendo a Sonia de testigo. Pero, no podía evitar pensar en los peores escenarios al contárselo.De algo estaba seguro el ruso y era que Alessia al saber que tuvo el mínimo roce con una mujer mientras estuvo en coma está le dejaría de hablar, aunque claro, eso era lo poco que haría la mujer. Más bien se iría a vivir a otro lado o hasta otro país para no tener que verlo y recordarle lo que le hizo.
«” Todos en la cabaña se movían de manera apresurada, muchos se encontraban ordenando las cosas y otros preparando todo para la llegada de Alessia. Todo había sido planeado por Fiodor, bueno, los gemelos los habían persuadido para hacerlo. En la cocina se estaba preparando los postres favoritos junto con las comidas que tanto Alessia amaba. Sonia e Igor entraron como una bala dentro de la cabaña, su jefa esa misma mañana al enterarse que podían darle de alta ordenó a Sonia a buscarle un poco de ropa, Igor también había sido ordenado ir, pero fue por parte de Fiodor quien le dijo que tenía que ver cómo estaba los preparativos.Igor camino hacia otra dirección de la cabaña a la que Sonia iba, el tenía que ir a ver cómo estaban las cosas en la cocina y la decoración en la parte del jardín. Su jefe y Enoch le dijeron que todo tenía que ser perfecto, así que que hacerlo. Por parte de Sonia sabía que lo que tenía que hacer era rápido, tomaba la ropa de su amiga y se
La tensión sexual que había en la sala del vestidor era demasiada fuerte, Fiodor acariciaba la piel expuesta de su prometida quien soltaba leves suspiros al contacto de sus manos. Los besos del ruso en el cuello de Alessia se volvieron húmedos, una de sus manos bajo hasta su cadera y la presiono contra el busto de su miembro que estaba erecto.— No sabes las ganas que tengo de hacerlo aquí, cariño… — La voz de Fiodor la podía oír ronca, su aliento le llegaba en el oído haciendo que sintiera escalofríos en su cuerpo. Sintió como sus piernas se temblaban, sentía que en cualquier momento se iría a caer, hasta llegó a pensar que era porque apenas estaba caminando después de mucho tiempo, pero en el fondo sabía que tanto como su prometido como ella también necesitaba eso.Pero ese no era el lugar adecuado…— Fiodor… No… Aquí no… — Le susurra ante la tentación de que alguien los podría ver, aunque estaba segura que hasta quizás alguien lo
Cuando llegaron al colegio de los gemelos algunos chicos y chicas estaban afuera esperando sus padres o choferes, al lado de ellos estaba estacionado la camioneta donde están Sonia e Igor. Fiodor se baja primero para luego ayudar a su prometida a bajar, la vestimenta que estaba usando no era la indicada para estar allí, pero poco le importaba. Le tocan la ventana a Igor quien la baja enseguida.— ¿Qué coño hacían para no responder las llamadas? — Les pregunta frunciendo su ceño.— Estábamos adentro intentando hablar con la directora, pero insistió en llamarlos a ustedes. — Fiodor se hace a un lado al darse cuenta que quieren bajar. — Los están esperando, vamos. — En el camino hacia la entrada del colegio Alessia se estaba robando muchas miradas ya sean jóvenes o adultos que se encontraban en la instalación, en el momento en que entran también le pasó con varios profesores que estaban por salir de su turno.— Creo que no es bue
Cuando salieron del despacho de la directora allí los estaba esperando Sonia e Igor quienes se levantaron rápidamente, una de las camionetas los estaba esperando en la entrada principal de la escuela y antes que uno de ellos pudiera subir fueron llamados por Dimitri.— ¡Oigan, esperen! — Les dice bajando las escaleras de la entrada, todos voltearon para verlo. — Mi hijo les quiere decir algo, ¿No es así Yuri? — Le hace la pregunta molesto, su hijo se coloca al frente con la mirada hacia el suelo.— ¿Te apuras?, Tenemos cosas que hacer. — Dice Fiodor un poco irritado, Alessia le pega en el brazo.— Deja que hable, aunque todos sabemos que la disculpa es por pura hipocresía y también porque su padre está avergonzado. — Dice Alessia mientras que con ayuda de Fiodor subía a la camioneta.— ¡De verdad disculpen todo lo que ocasiono mi hijo! — Dice Dmitri acercándose un poco para que Alessia lo escuchará e int
Cuando llegaron a la cabaña los gemelos se bajaron primero, Fiodor con mucho cuidado de no levantar a Alessia se bajó para cargarla y llevarla a su habitación, algunos empleados que estaban allí observaron la escena y luego se fueron, estaban allí para verla a ella. Fiodor le quitó los tacones a su prometida y luego la arropó con la sábana, antes de irse le dio un delicado beso en su frente para luego salir. Los gemelos estaban en la sala esperando a que Fiodor hablara con ellos, cuando esté llegó les hizo un movimiento para que los siguiera hasta el jardín el cual se encontraba con unas hermosas decoraciones que sabía que a Alessia le gustaría.— … — Fiodor se mantiene callado por un momento hasta que por fin decide hablar. — De verdad no puedo creer que se hayan metido en problemas justamente hoy.. — El ruso intentaba no alzar la voz. — Les pedí una semana y media para que ella se acostumbrara a todo y miren que pasó. — Señaló hacia dentro de la cabaña. — Ustedes