Amelia estaba sentada en la butaca. Al verlo entrar y cruzar la habitación se puso en pie.-Pensé que ya estarías dormida en la cama.-Estaba esperándote porque... -contestó bajando la vista.-¿Qué ocurre? -preguntó, Ryan solo queria irse a dormir-Lo siento, no me di cuenta de que eres mucho más alto que Anton.-¿Quién es Anton?-Un ex-novio.-¿Un ex-novio?- Ryan ya se habia imaginado que ella habia tenido alguien es su vida pero aun asi indago - ¿Tuyo?De pronto Ryan imaginó a Amelia con otro hombre. La besaba y acariciaba como había hecho él ese día mientras ella respondía a sus besos y se derretía en sus brazos. Tuvo que sacudir la cabeza para apartar esa imagen de su mente. Rayos estaba sintiendose celoso y algo primitivo con la idea de que otro hombre estuviera con ella, su mujer. Ese pensamiento callo como un balde de agua fria, cuando comenzo a pensar en ella como suya. Si apenas habian tenido una conversacion civilizada.-¿Por qué te sorprende tanto?-No estoy sorprendido. E
Bueno, aquello era algo que aún no había oído en ella. No había nada que le provocara mas que la risa sofocada de una mujer en la oscuridad. Le hacía desear oírlo de nuevo, quizá incluso oírla reír a carcajadas, y luego ese suspiro que solía acompañarlo... Basta, se dijo a sí mismo. ¿Qué tenía esta mujer que le hacía soñar aquellas fantasías eróticas? Si continuaba con esa liena de pensamientos, podia provocar una sintuacion en la cual no solo el se sentiria avergonzado y sin embargo él no cesaba de fantasear sobre ella. Se dio la vuelta hacia el extremo opuesto de la cama.-¿No puedes dormir? -preguntó ella en voz baja.-Normalmente me duermo en cuanto pongo la cabeza en la almohada, pero en estas extrañas circunstancias no puedo. No se si sera por todas las cosas que pasaron hoy o simplemente porque llevodias corriendo de un lado al otro preparando todo lo de la boda.-A mí me pasa igual. Me cuesta mantener los ojos abiertos, y sin embargo ahora no puedo ni cerrarlos. Tal vez sea
Ryan no comprendía cómo era posible que estuvieran teniendo aquella conversación. Nunca había discutido ese tema con nadie, pero queria saber lo que ella queria en la vida y queria que ella supiera que es lo que el queria.-Quiero emprender mi propio negocio.Aquello causó un tremendo susurro al otro lado de la cama. Amelia se revolvio en la cama acomodandose supuso Ryan ya que en la oscuridad poco podia distinguir.-¿De verdad? -preguntó hablando casi en su oído-. Pero para eso no hace falta que sigas siendo soltero.-Puede ser, pero yo quiero hacerlo rápido y sin compromisos que puedan atarme. Me he mudado muchas veces de ciudad por causa de mi trabajo, tambien porque de esta manera podia promocionarme, y eso es difícil si estás casado. Pronto tendré la experiencia suficiente como para que los inversores confíen en mí. Además dispongo de un pequeño capital que no tendría si tuviera que mantener a una familia. Y sobre todo porque cuando llegue el momento no me gustaria ser un espos
Amelia escuchó la voz de Ryan y luchó sin éxito por abrir los ojos. Debía de haberse quedado dormida mientras hablaban. No recordaba de qué estaban hablando. Intentó concentrarse en lo que estaba diciendo.-¿Amy? Creo que sería mejor que te despertaras. Hay que salir pronto de aquí.-¿Qué?- Amelia estaba algo molesta, nunca ha sido de las personas que le gustan que las despierten, y esa voz le estaba molestando desde hacia rato.Abrió los ojos por fin. La habitación estaba bañada de luz. Ryan, completamente vestido y con el pelo mojado estaba de pie al lado de la cama.-Es por la mañana -dijo con voz ronca.-Por fin, estas en la tierra de los vivos. Esto ya es un progreso. Ha abierto los ojos y sabe que es de día.-Creía que me estabas hablando.-Te estaba hablando. Llevo hablándote casi quince minutos. Intentando que te despiertes, nunca crei que fuera tan dificil despertarte.-Quería decir... -hizo una pausa.-Ya veo que no eres una persona muy madrugadora.-Odio esa frase. Me gusta
Cerró la bolsa de viaje y se dio la vuelta para mirar la habitación, queria comprobar que no se le quedaba nada, vio la caja del juego de Scrabble que habia sido abandonado la noche anterior de manera descuidada sobre la mesa, lotomo y lo guardo en el armario.Se acercó a la cama y tiró de la colcha, mejor empreaba el tiempo que le quedaba hasta que fuera la hora de bajar. Entonces oyó que alguien llamaba a la puerta. Era un gesto amable por parte de Ryan llamar antes de entrar, pero si alguien lo veía le parecería extraño, al fin y al cabo era supuestamente su dormitorio.-Pasa.Mary abrió la puerta a medias y miró dentro. -Buenos días.-Buenos días, Mary.No estaba preparada para enfrentarse cara a cara con la única persona del mundo que podía leer su pensamiento, sin embargo se acercó a la puerta y la abrió. Mary entró traia dos tazas de cafe, las dejo en la mesa se volvio hacia ella y la abrazó.-Ryan está tomando el último café con Jeff, se les veia muy a gusto conversando, así
A Mary le encantaban aquellas fiestas. Unos pocos amigos íntimos significaban más o menos doce personas sentadas a la mesa. Amelia sonrió.-Sería magnífico. Déjame que se lo consulte a Ryan y luego te lo confirmaré -contestó pensando que para el viernes Ryan y ella ya habrian terminado la farsa, nada mejor para una boda relampago que una separacion y divorcio de la misma manera. Sabia por lo que Mary le dijo que estaria algo desepcionadad pero no trataria de influenciar sus decisiones.-Ryan es absolutamente perfecto para ti. Sé que vais a ser muy felices.¿Qué podía contestar a eso? Esbozó la sonrisa de recién casada otra vez y abrazó a Mary. Por primera vez en su vida la había engañado, pero no volvería a hacerlo nunca más. Nunca. Se soltó y miró a su alrededor.-Creo que no me dejo nada. Vamos a buscar a mi marido.Bajaron las escaleras. Ryan las esperaba en el hall intentando no parecer impaciente. Incluso parecía que se alegraba de verla.-Aquí baja -dijo sonriendo-. ¿Estás lis
Ryan deslizó la mano desde su barbilla hasta su nuca y la agarró con la otra por lacintura. Sin embargo no era necesario, ella se abrazaba a él presionándolo. Deslizó ambas manos por dentro de su abrigo poniendo las palmas contra su pecho. El calor de su cuerpo a través del jersey se unió al calor de su boca. Quería más, esta mujer era adictiva.-Está bien, ya vale -dijo Vincen-. Podéis dejarlo ya. He gastado todo el carrete. A demas no estoy para ver como me roban a una de mis bebes.Ryan elevó la cabeza interrumpiendo el beso pero apretándola contra él. Amelia abrió los ojos y parpadeó despacio. ¿Qué le estaba ocurriendo? Se había olvidado de lo que estaba haciendo y se habia dejado llevar por la emocion del momento y de lo que Ryan esaba despertando en ella.-¿Lo ves? Te lo dije -susurró Ryan sonriendo y mirándola a la cara con aquellos ojos oscuros preciosos-. Eres demasiado apasionada para vivir toda tu vida en el celibato.- Puede que si puede que no, pero no tengo intenciones
Amelia fue sola al baño y presionó sobre el dispensador de jabón. Seguro que funcionaría,cuando habia tenido este tipo de problemas asi habia logrado salir del apuro. Sin embargo el anillo sólo se movió un poco, eso la desespero no se habia visto ene ste tipo de situacion desde que era una adolescente. No podía creer curriera aquello. Rosa estaba histérica de segura armaria un berinche y además no quería ir a trabajar al día siguiente con un anillo de boda y sus compañeros de trabajo comenzaran con la preguntadera. Quizá el agua fría le contrajera el dedo. Dejó correr el agua con el dedo en el chorro y contó hasta treinta.-Eres Amelia De Lucas, ¿no es así? -dijo una mujer detrás de ella.Levantó la cabeza y miró en el espejo. Era el reflejo de Hortencia Vincenzo sonriendo, una antigua conocida de Vince y Mary y para rematar la madre de uno de los exprometidos de Rosa. Aquello era ya el colmo. Se secó las manos e intentó esbozar una sonrisa.-Señora Hortencia qué casualidad que nos en