LYNETTEMi corazón palpita con rabia cuando menciona el nombre de mi hija, cada vez me siento más encerrada, acorralada, siento que no podré sostener por más tiempo las mentiras que he dicho, todos los secretos que le he ocultado, él odia a Zair, y por ende, todo lo que viene de él, tiemblo ante la idea de que mate a Rina, no puede hacerlo, es su hija, pero tampoco puedo decírselo. —Rina Finn, sabes, me pregunto por qué no tiene el apellido Kaegan de Zair —susurra. Zair lo alcanza a escuchar y ve el miedo en mis ojos. —Hoy en día es normal que lleven el apellido de la madre —dice Zair tratando de que Brentt se enfoque en otra cosa. —Puede ser, sí —Brentt se aleja y bajo mi falda—. Pero vamos, estás tan obsesionado con Lynette, que el que tengas una hija con ella y que no lleve tu apellido, te haría sentir como un poco hombre, ¿me equivoco? Zair se queda callado, le ha dado en donde más le duele, yo me acerco a ellos, pero Brentt me impide acercarme a Zair, colocando su brazo dela
BRENTTMi polla sigue dura mientras enfrento a Lynette, quien tiene los ojos llorosos, los labios hinchados, su pecho sube y baja y si no termino lo que empecé ahora, esto va a acabar muy mal para los dos. —Largo —le digo a la mujer. Ella, sin mirarnos, recoge las cosas y sale rápidamente, enseguida chasqueo los dedos y mis hombres entran enseguida. —Llévenselo a una de las celdas en las mazmorras —demando.—¡No, no te voy a permitir que le hagas más daño! —grita como perro dolido. —¿Daño? ¿Acaso estás ciego? ¿Tengo que volver a follarla delante de ti para que veas a quién le pertenece? —tenso el cuerpo. Odio la idea de que vea su cara de sexo, pero era necesario, para que entendiera de una vez por todas, que ella me pertenece solo a mí, que nadie más ha ocupado su lugar, mis hombres lo liberan, intenta defenderse para llegar a nosotros, Lynette tiene la mirada gacha, no se atreve a verme a los ojos. Lo comprendo a la perfección. —¡Lynette! Miro el anillo que es el lazo de las
NARRADOR OMNISCIENTELos pasos de Ulyses Young eran firmes cuando aterrizó, sabía que el tiempo corría a prisa y sin poderlo evitar, miró hacia la luna, recordando que eso hacía cada que Ariella pasaba tiempo con él, después de follarla y de planear toda una vida a su lado, luego las nubes entumecieron su vista y recordó la razón por la que estaba ahí. —Por fin llegas. Una voz gruesa a sus espaldas y solo bastó para que sus hombres se pusieran en alerta y comenzaran a apuntar en dirección de la oscuridad, de ella, emergió la sombra que pronto se convirtió en un hombre alto, delgado pero fornido, un hombre bien entramado por su organización. —Boris —siseó Ulyses.—Tanto tiempo sin vernos —Boris sonrió—. Una noche demasiado fría, ¿no te parece? —Huele a muerte, eso es lo que me parece —Ulyses no pierde el tiempo en darle a conocer sus problemas. —¿Tienes lo que me interesa saber? Boris se quedó callado un par de segundos, sopesando lo que estaba a punto de hacer, no podía creer qu
LYNETTELo que más temía en el mundo comienza a hacerse realidad, aún me cuesta trabajo poder aceptar el hecho de que mis pesadillas ahora son reales, no se trata de un mal sueño como el que siempre he tenido desde que me enteré de que Rina estaba en camino, no importa que grite, que trate de buscar la manera de escapar, la habitación en la que me han encerrado no tiene salidas extras, no hay manera de escapar de Brentt, y de su rabia contra mí, me folló delante de Zair, luego decidió hacerlo solo porque le pareció correcto. Y ahora, no sé dónde demonios está, si dijo que iría por Rina solo para hacerme enojar, no lo puedo imaginar lastimando a los niños, mucho menos si se trata de su propia hija, un escalofrío recorre mi cuerpo con ese pensamiento, camino de un lado a otro, tratando de pensar en una solución, de pronto, la puerta se abre y tomo mi distancia, se trata de uno de los hombres que trabaja para Brentt. —El capo ordenó que se tratara bien, esto es comida y agua, debes ali
BRENTTHORAS ANTES—No. Rina sale corriendo y ni siquiera me duele el pisotón que me dio con tan poca fuerza que tiene, pero no puedo evitar sonreír, ella es demasiado hermosa, más que su propia madre, salgo y cuando la veo, ella está sentada en el sofá, con un… joder. —Rina —decir su nombre incluso hace que mi corazón lata con fuerza—. Dame el arma, ¿quieres? Ella tiene un arma que mantiene fija en mí, mis hombres esperan a mis órdenes, las cuales no doy porque no quiero que salga lastimada. —No quiero. —¿De dónde has sacado eso? —Sé donde mami esconde las armas con las que atrapa a los malos —menciona con palabras atropelladas. —Yo no soy un hombre malo, soy… amigo de tu mami —trato de persuadirla. —No es verdad, mami no tiene amigos, odia a los hombres, tolera a Zair. Una sonrisa ensancha las comisuras de mis labios, Lynette es… cuando la vea juro que la follaré más duro por todo el problema que está ocasionando. —¿Por qué no hablamos un momento? No me has permitido prese
LYNETTEMe quedo callada, se supone que mi misión era secreta, se trataba de algo ultrasecreto del que solo sabía el coronel y por supuesto Zair, el coronel no lo haría, él primero prefiere morir que antes caer en las manos de la mafia, y si lo hiciera, solo no hablaría, no importa cuál sea la tortura, nadie sería capaz de sacarle información que implique a algún miembro de su equipo o de la unidad que él lidera. Por lo que la única opción factible que queda, es que Zair le haya contado todo, incluso eso. Brentt, ya sabe que Rina es su hija, mi mayor pesadilla se ha vuelto realidad, ahora solo queda hacer lo que me pida para que no me la quite y que me permita tener a mis hijos conmigo, ese es mi mayor sueño, y ahora que el cuartel prácticamente me ha dado la espalda, y que el único amigo que tengo me ha vendido con Brentt, no me queda otra más que jugar sola esto. Brentt está muy callado al respecto y eso no es un buen indicador, la misma Elsa lo sabe, en cuanto él lee los document
LYNETTEItalia, reconozco el lugar en el que comenzaron mis pesadillas como la palma de mi mano, el corazón me late con fuerza, tengo puesta una pijama de seda que consiste en un camisón escotado, alguien me desnudó y me colocó esto, y ese alguien debió haber sido el padre de mis hijos, porque simplemente él no permitiría que nadie más me tocara, la cabeza me da vueltas tratando de recordar todo, Brentt me engañó, dijo que me dejaría estar con mis hijos y él solo me mintió de nuevo, estoy divorciada de Zair, lo que significa que también he perdido la protección del FBI. Me incorporo tratando de encontrar una salida, las ventanas están abiertas, pero el piso en el que me encuentro es el más alto, y no solo eso, todo está siendo rodeado y vigilado en extremo por sus hombres, no hay nada que pueda hacer, más que intentar jugar a su juego. Camino de un lado a otro cuando la puerta se abre de par en par, y Mael y Malek entran corriendo, seguidos de Rina. —¡Mami! —gritan en unísono. Creo
LYNETTEEstallo de rabia al ver a mi pequeña hija llorando, cubriendo sus mejillas con lágrimas que brotan de sus ojos, Brentt la mira y su mirada se convierte en una asesina, pero no hace nada, se queda quieto, tal cual, observando el terror que siente su hija, de pronto salen Mael y Malek, al escuchar a su hermana llorar, se acercan y la ponen de pie como si fuera la cosa más delicada del mundo, lo que me hace amarlos aún más, ellos van a cuidar bien de ella, pese a ser solo niños, ya entienden y han adoptado su papel de hermanos protectores hasta la medula. —¡Pero qué significa esto! —brama uno de los hombres de traje oscuro—. ¡Cómo te atreves a golpear a la reina italiana!Espero paciente a que Brentt les ponga un alto, y al ver que nada de eso sucede, comprendo que mi lugar es el de su amante. —Ella aventó a mi hija, no me voy a justificar, nadie se mete con mis hijos, no me importa si es la reina italiana o la esposa de su Capo —espeto con firmeza aunque por dentro esté tembla