BRENTTEl sonido de la música es demasiado estridente para mi gusto, hace semanas que no estoy de humor, es como si me hubieran arrancado todo el sentido de mi existencia, como si ya nada tuviera color, solo cuando estoy con mis hijos, ellos son mi única fuerza en estos momentos, es por ello que sigo adelante y no apago mis sentimientos o emociones, si lo hiciera, me convertiría en un monstruo. —Por aquí —me indica la mujer con poca ropa. Las luces neón que parpadean, le dan un aire más peligroso al lugar, en especial porque son de color rojo y azul. Me muevo con destreza entre los corredores, nadie se atreve a cruzarse en mi camino siquiera, mucho menos mirarme, así es como deben ser las cosas, nada. La mujer me guía hasta uno de los palcos que están dentro de la zona privada del club nocturno, muchas putas intentan coquetear conmigo, las detallo, algunas son hermosas, incluso mantienen un cuerpo firme y delicioso, mi polla estaría encantado de bañarse con sus jugos, el problema e
BRENTTLynette no sale de mi cabeza, en todo el trayecto que llevo, ella es en lo único que pienso, es como estar hundido en un mar profundo, a punto de ahogarme, una parte enferma de mí, la necesita, y otra, la odia, sabe que es solo una jodida traidora, es por ella que Ariella murió, pero al mismo tiempo mi ex esposa era una traidora para la mafia italiana. Desde que era pequeño, crecí creyendo en historias en donde mi sangre, mi familia, los bisabuelos eran americanos, luego la sangre se fue purificando hasta llegar a ser los dueños de la mafia italiana. Es por ello que nuestro apellido no encaja pero la reputación sí, y eso es lo único que cuenta. Espero paciente hasta llegar a mi destino, donde está la fábrica en la que se encuentra el cuerpo inerte de Yara, Boris debe estar demasiado intrigado, el asunto es que según las palabras de Ares, no se ha aparecido, toda la organización cree que debe estar viviendo su duelo en silencio, apartado del mundo, yo, por el contrario, pienso
LYNETTEDespierto a mitad de la noche con la respiración agitada y el pecho subiendo y bajando, estoy alterada, lo sé, hace ocho meses que mi vida cambió, rodeo con una mano mi vientre redondo y me recuerdo con temor, que estoy bien y que Brentt nunca nos va a encontrar, no lo voy a permitir. Me levanto viendo el cuerpo que está a mi lado, hace ocho meses que acepté casarme con Zair solo para mantener un perfil bajo y que nadie supiera que mi bebé, lleva la sangre del hombre que me ha destruido media vida, el mismo que me arrebató a mis hijos. Brentt White, un hombre que espero no ver jamás en la vida. Zair sigue intentando encontrar la manera legal para que pueda recuperar a mis hijos, él no me lo quiere decir con esas palabras, pero la realidad es que no se va a poder nunca, ya que Brentt es el Capo de la mafia italiana, y tiene muchos contactos con la ley, perdería con solo intentarlo y solo haría que se enfadara más. Me duele el hecho de que no pueda ver a Mael y a Malek, ellos
LYNETTEEsto es horrible, es la peor situación a la que me he enfrentado, la primera vez sabía que todo estaría bien, pero en esta ocasión, el ambiente hostil no me ayuda mucho, Zair maneja con los nervios a flor de piel, mientras hace un par de llamadas para que todo esté preparado. —Todo va a estar bien —me susurro. Las contracciones van en aumento, ya me sentía mal desde ayer, pero deduje que solo era por el estrés. Las imágenes que vi en el periódico no ayudan mucho, en ellas se le ve a Brentt, como un gran empresario millonario que se acababa de casar hace dos días, con una rubia despampanante, se veía tan feliz, que me sentó como una patada en el estómago. Él ya había comenzado una nueva vida, sin mí, me había olvidado tan fácil, una muestra clara de que nunca sintió amor por mí, jamás me amó, y todas esas palabras que me decía, eran solo una mentira más del Capo de la mafia italiana, todo ese tiempo estuve jugando como uno de sus peones, nunca me miró como su reina en el tab
BRENTTLa cabeza me estalla mientras termino de masturbarme, es vergonzoso que tenga que recurrir a esto después de ocho meses, la última mujer con la que estuve fue con Lynette, y el recordar cómo inundé su coño con mi semen, hace que siente la necesidad de hacerlo, pero rápido borro ese deseo y trato de sustituirlo por alguna otra mujer, con frustración me doy cuenta de que no funciona. Es como si mi polla solo quisiera a Lynette, la madre de mis hijos, cansado, me rindo, puedo tener a la mujer que me plazca, solo tengo que chasquear los dedos y listo todo arreglado, tengo lo que quiero, pero en el fondo, esa mujer ya no existe en mi mundo, la saqué de mi vida para mantenerla a salvo, y porque este no es su lugar. Hace tanto que no sé nada de ella, porque no he querido, pero sé que se encuentra bien, cada cuatro meses, uno de mis agentes la visitará de forma secreta, tiene la orden de decirme solo si está bien o mal, sin muchos detalles, es por eso que este mes, será lo mismo. Au
LYNETTEEl agua caliente siempre ha relajado mi cuerpo, es un hecho que mi vida cambió desde que conocí a Brentt White, mí ahora enemigo número uno, y el padre de mis hijos, lo odio, han pasado tres malditos años, tres años en los que me jodió el poder ver crecer a Mael y Malek, y en los que del mismo modo que él hizo conmigo, no tiene ni idea que tuvo otra hija con la mujer que echó de su vida como si no significara nada, ojo por ojo, diente por diente. La ausencia de mis hijos me ha dejado un hueco enorme en el pecho que ni siquiera mi Rina, puede cubrirlo, porque sin ellos dos, mi vida está incompleta. En todo este tiempo he trabajado duro y he entrenado, ahora, soy una agente del FBI, una de las mejores, la mujer que era antes, murió cuando nació Rina. Aquella mujer que era débil, llorona, aquella que tenía tanto miedo y se refugió en el anonimato para que la mafia italiana no la encontrara y sospechara de Rina, ya que ella es la viva imagen de su padre, ahora mi pequeña tiene t
LYNETTE—¡Lynette! Sigo caminando por los pasillos, con la carpeta en la mano, la misma que contiene toda la información que necesito sobre Elsa White. Zair me alcanza y me detengo con el ceño fruncido, porque ya sé qué es lo que me va a decir. No entiendo cómo es que sigue insistiendo en algo que tarde o temprano va a ocurrir, y eso es un hecho, así es como tiene que ser. Esta es una misión en la que no puedo dejar que los sentimientos me arrebaten la profesionalidad que he desarrollado, eso sí que no. —¿Qué es lo que me dirás? —inquiero con la poca paciencia que me queda, le quiero, sin embargo, estos últimos días se ha convertido en un dolor en el trasero muy insistente. —Quiero que estemos bien. —Sabes que no podemos. —¿Por qué no? Además, eso no es por lo que me detuve, te guste o no, soy tu superior, no creo que estés capacitada con lo mejor para enfrentar a Elsa, es la mujer del Capo, su esposa —espeta con firmeza y pareciera que disfruta de restregarme en la cara que yo
BRENTTElsa debe entender de una vez por todas, que no importa los esfuerzos que haga, nunca la veré como una mujer a la que ame o venere, jamás, incluso ahora, que se pasea desnuda en la habitación del hotel en donde nos hospedamos, y en donde en definitiva ella está más que dispuesta a que le meta la polla, el problema es que en mi mente tengo otros planes con su cuerpo, y uno de ellos, es hacer que se acueste con el líder del cartel de Colombia, el mismo que está aquí, disfrazando sus verdaderas intenciones en negocios, con la fecha de su cumpleaños. —No quiero hacerlo —desliza sus manos sobre mis hombros—. Quiero tu polla en mi cuerpo, no en el de cualquiera. Ella hace el intento por besarme en la boca, buscando mis labios, desde que estuvimos en este maldito matrimonio falso, nunca, y cito, nunca la he besado, jamás, a decir verdad, siento la necesidad luego de matarla, de eliminarla de mi vida, o de cortarle las manos cuando se atreve a tocarme, más, cuando tiene el descaro de