Los días fueron pasando tranquilos, hasta que, Marco no vino a casa por la noche lo llame pero siempre saltaba el buzón de voz, ya por la tarde del dia siguiente, llame a sus padres y tampoco sabían nada de él, acordándome de lo que Devon me dijo, decidi llamar a mi amiga Bianca preocupada por mi esposo, ella tampoco sabía nada de él, así que le pedí que me recogiera en mi casa para ir a la clínica las dos juntas y así poder averiguar que le había pasado. Cuando mi amiga Bianca llego a mi casa, cogi mi bolso y el móvil marchandonos las dos a la clínica de Marco, viendo que había antes de llegar, dos camiones de bomberos, ambulancias yendo y viniendo, policías, asustandonos mi amiga y yo al pensar que le había pasado algo malo a Marco. Bajamos las dos del coche, acercándonos a la entrada de la clínica, pero unos policías nos cortaron el paso, preocupandome aún más— Soy la esposa del doctor Marco Torino, lo único que quiero saber es, como esta mi esposo — le dije al policía— Lo sient
— Hola cariño ¿como estas? — pregunto— Bien, gracias Lucy por venir ¿y la pequeña? no hace falta que la dejaras en casa, ya me he hecho a la idea — le dije— No la he dejado en ningún sitio, está con los de la congregación Devon y yo estamos buscando otro bebe, me tiene ese hombre totalmente enamorada, ¿Te has animado tú a darle lo que te pide? estoy segura que tu eres para él, su mujer perfecta — me dijo— Lucy por favor ya esta bien, quieres que te manipule dejar que te haga lo que él quiera, muy bien por ti, pero a mi no me va a comer el coco como ha hecho contigo, gracias — le dije— Bueno chica, tampoco es para que te pongas así, ¿estas celosa porque me lo estoy tirando? lo comprendo, bueno el me ha mandado para asegurarse de que estas mejor y pronto estarás disponible para el, me voy ya te dejo tranquila — me dijo— Lucy, como le digas algo a Devon, se lo diré a tu marido y no creo que le guste, te lo advierto — le dije— Alice querida, mi esposo es un fiel devoto del Líder De
Una vez que terminó de guardar su ropa, se vistió, cogió la maleta, marchando del dormitorio dando un portazo. Me quede sentada en la cama, pensando en matar a Devon, ya que sabía que Marco tenía razón, la culpa de lo que estaba pasando era de él, por no entregarme a sus placeres, No quería hacerlo, pero si habían embargado el dinero de Marco, había quemado la clínica matando a decenas de personas, había matado a mi hijo ¿que sería lo siguiente que hiciera? Temía pensarlo, pero sabía que tendría que acceder a los deseos de Devon, para que no le pasara nada más a nadie. Llame a Lucy para preguntarle dónde estaba mi verdugo, ya que necesitaba hablar muy en serio con él, diciendo mi amiga a qué hora tenía que ir a su casa, y que me encontraría con Devon cuando fuera.A la hora que mi amiga me dijo ya estaba en su casa, ya que cogí un taxi para ir, entre en su casa muy nerviosa, dirigiendome a la salita donde estaba mi amiga y Devon— Hola mi amor, ¿ya te decidiste a ser otra vez mía? — m
Durante todo el dia no volvi a ver a Marco, pasando la tarde con mi amiga Bianca y con nana, después de cenar Bianca se marchó a su casa, entrando yo en mi dormitorio, ya que Marco y yo dormíamos en dormitorios distintos.Escuche la puerta cuando vino Marcó a casa, todo el ruido que hizo cuando se sentó a comer algo, el ruido de la botella de cristal acostándose poco después, haciéndome pensar que ya podría dormir. Como no podía dormir, me levanté igual que la noche anterior, pero esta vez para hacerme un vaso de leche caliente. En la cocina, calentaba la leche cuando volví a ver a Marco en la puerta de la cocina mirandome.— Hola - le dije— El seguro se va a hacer cargo de la parte dañada de la clínica — me dijo— Me alegro mucho por ti — respondí sin mirarlo. Cuando ya tenía el vaso de leche en la mano y me iba a ir, Marcó bloqueó la puerta, me quito el vaso de las manos dejándolo en la isla de la cocina, acercándose tanto a mi, que tropecé con la pared cuando retrocedía.— ¿Has si
Los días iban pasando poniendome más nerviosa, ya que sabía que Devon no tardaría mucho en llamarme para reclamar la parte que tenía yo que pagar, pero mientras no me sonaba mi teléfono yo seguía haciendo mi vida, aunque con Marco poca vida teníamos los dos. La clínica de mi marido empezó a funcionar yo diria que mejor que antes del incendio, Marco tenía nuevos socios, ayudando para las mejoras de las instalaciones, consiguiendo poner más aparatos y tener más camas para los pacientes, Cuando venía a casa, cenamos los dos sin decirnos nada, metiéndose enseguida en su despacho, quedándome sola en el salon, hasta que me sentía algo somnolienta y entonces me marchaba a la cama. Una mañana vino mi amiga ya que quedamos en irnos de compras, porque Bianca quería cambiar su ropero, comimos las dos fuera de casa, volviendo por la tarde muy cansadas y con los pies doloridos, pero nos lo pasamos bien las dos. Cuando entramos, me fije en un sobre que había encima de la mesa del comedor, — Alice
El chofer aparco el vehículo en la casa donde vivía mi amiga Lucy, bajamos los dos entrando en la casa, cogiendo mi mano Devon, subimos las escaleras que daban a los dormitorios, entramos dentro mirandome él.— Mañana te traen la comida al dormitorio, no saldras de aqui hasta que yo lo diga, y por favor mi amor, aprende a obedecer o seguir haciendo daño a los Torino — me dijo— Dejalos en paz, ya me tienes aqui, no sigas Devon por favor, ellos no te han echo nada y no se lo merecen —- le dijeUna semana estuve encerrada en ese dormitorio, sin otra compañía que la criada cuando me iba a dejar la comida, al día siguiente, abrieron la puerta viendo a Lucy entrar llevando un vestido precioso en sus manos— Hola cielo, Devon te va a llevar a cenar esta noche, me ha pedido que te traiga este vestido para que te lo pongas, vas a estar preciosa — me dijo— Lucy por favor somo amigas desde que éramos pequeñas, ayúdame a escapar de aquí — le rogué— Ah no, niña, el Líder se enfadaría conmigo, v
MARCODespués de haberme follado a la que aún era mi esposa, ya que yo no firmé el divorcio, no me sentí bien, ya que lo que le dijo mi amigo, me hizo sentirme como un cerdo. Alice me anaba, lo sabia, pero yo tenia que ser el ofendido, el cornudo como se llama, el idiota, ya que mi esposa nunca hizo nada de lo que no me sintiera orgulloso, Cuando terminamos de cenar mis amigos y yo, nos marchamos del restaurante a un Club, de mujeres faciles, nada mas entrar nos sentamos y no tardaron las putas que alli dentro habian en acercarse a nosotros, comiendome una de ellas mi boca, pero no pude, tenia que buscar a mi mujer, y admitir que era un cabron delante de ella para que me perdonara— Os dejo, mañana trabajo, que lo paseis muy bien — les dije a mis amigos— Vamos Marco, no nos digas que esa putita te ha jodido la noche — me dijo uno de mis amigosLe cogi de las solapas de su chaqueta, con furia levantando del asiento a mi amigo— No te consiento que hables así de mi esposa, ¿me oyes? no
— ¿Marco Torino? — escuche la voz de un hombre, al mirarlo vi que era un policía uniformado— Si soy yo — le dije— ¿Podemos hablar con usted? – me pregunto— Si claro, digame — respondió— ¿Sabe cómo le ha podido ocurrir a su esposa el accidente?¿no estaban juntos?-- me pregunto— No, yo estaba en una cena de negocios, — le dije— Su esposa andaba perdida por una peligrosa carretera y la han embestido de pronto, dándose a la fuga el conductor, según nos han dicho los policías que fueron a socorrerla ¿Sabe que hacía por esa carretera? — La verdad es que no, además ya no vivíamos juntos — les conté— Lo comprendo, bueno perdone la molestia, si hay algo nuevo, le avisaremos — me dijo aquel policía— Gracias, se lo agradeceria — fue lo único que pude decir, antes de sentarme y llorar como un niño pequeño, poniendo Bianca su cabeza en mi hombro— Marco, veras como sale de esta, Alice es fuerte, no llores por favor — me decía llorando Bianca — Tiene que haber sido ese cabron de Devon, la