El chofer aparco el vehículo en la casa donde vivía mi amiga Lucy, bajamos los dos entrando en la casa, cogiendo mi mano Devon, subimos las escaleras que daban a los dormitorios, entramos dentro mirandome él.— Mañana te traen la comida al dormitorio, no saldras de aqui hasta que yo lo diga, y por favor mi amor, aprende a obedecer o seguir haciendo daño a los Torino — me dijo— Dejalos en paz, ya me tienes aqui, no sigas Devon por favor, ellos no te han echo nada y no se lo merecen —- le dijeUna semana estuve encerrada en ese dormitorio, sin otra compañía que la criada cuando me iba a dejar la comida, al día siguiente, abrieron la puerta viendo a Lucy entrar llevando un vestido precioso en sus manos— Hola cielo, Devon te va a llevar a cenar esta noche, me ha pedido que te traiga este vestido para que te lo pongas, vas a estar preciosa — me dijo— Lucy por favor somo amigas desde que éramos pequeñas, ayúdame a escapar de aquí — le rogué— Ah no, niña, el Líder se enfadaría conmigo, v
MARCODespués de haberme follado a la que aún era mi esposa, ya que yo no firmé el divorcio, no me sentí bien, ya que lo que le dijo mi amigo, me hizo sentirme como un cerdo. Alice me anaba, lo sabia, pero yo tenia que ser el ofendido, el cornudo como se llama, el idiota, ya que mi esposa nunca hizo nada de lo que no me sintiera orgulloso, Cuando terminamos de cenar mis amigos y yo, nos marchamos del restaurante a un Club, de mujeres faciles, nada mas entrar nos sentamos y no tardaron las putas que alli dentro habian en acercarse a nosotros, comiendome una de ellas mi boca, pero no pude, tenia que buscar a mi mujer, y admitir que era un cabron delante de ella para que me perdonara— Os dejo, mañana trabajo, que lo paseis muy bien — les dije a mis amigos— Vamos Marco, no nos digas que esa putita te ha jodido la noche — me dijo uno de mis amigosLe cogi de las solapas de su chaqueta, con furia levantando del asiento a mi amigo— No te consiento que hables así de mi esposa, ¿me oyes? no
— ¿Marco Torino? — escuche la voz de un hombre, al mirarlo vi que era un policía uniformado— Si soy yo — le dije— ¿Podemos hablar con usted? – me pregunto— Si claro, digame — respondió— ¿Sabe cómo le ha podido ocurrir a su esposa el accidente?¿no estaban juntos?-- me pregunto— No, yo estaba en una cena de negocios, — le dije— Su esposa andaba perdida por una peligrosa carretera y la han embestido de pronto, dándose a la fuga el conductor, según nos han dicho los policías que fueron a socorrerla ¿Sabe que hacía por esa carretera? — La verdad es que no, además ya no vivíamos juntos — les conté— Lo comprendo, bueno perdone la molestia, si hay algo nuevo, le avisaremos — me dijo aquel policía— Gracias, se lo agradeceria — fue lo único que pude decir, antes de sentarme y llorar como un niño pequeño, poniendo Bianca su cabeza en mi hombro— Marco, veras como sale de esta, Alice es fuerte, no llores por favor — me decía llorando Bianca — Tiene que haber sido ese cabron de Devon, la
Alice estuvo unos cinco días más en el hospital, Luis le dio el alta, sentándose mi esposa en una silla de ruedas que le llevaron para marcharnos del hospital y llevarla hasta mi coche, aunque temía que cuando estuviéramos en mi coche, ella no quisiera que la llevará a nuestra casa, no la iba a obligar por supuesto, pero la necesitaba conmigo, cuidarla como se merecía y mimarla con caricias y regalos — ¿A dónde te crees que me llevas? — pregunto— A nuestra casa, como es lógico — hay estaba la pregunta que tanto temía— No, yo quiero irme con mi amiga a vivir — me dijo— Alice mi amor, por favor, cuantas veces quieres que te pida perdón por todo lo que te he hecho pasar, estoy dispuesto a cumplir lo que me digas, te amo y eso nadie lo va a cambiar — le dije— Promete que nunca me humillaras ni me ________Apreté mi boca a la suya, introduciendo mi lengua, buscando la suya que enseguida la enredó con la mía, rodeandome Alice el cuello con sus brazos, basándonos en medio del aparcamien
— ¿Deseas correrte ya? — me pregunto— Si por favor, siento que ya voy a gritar, por favor Marco dámelo — le decía— No pequeña, aun quiero escucharte jadear, gritar de placer, gritar mi nombre, escuchar como me suplicas tu orgasmo,---- me dijo— Por favor Marco, dámelo lo necesito ya ,,ahhh, siii, — le decía— Señor Torino estamos llegando a su casa — escuchamos por el altavoz al choferMarco, apartó sus manos, me ayudo a sentarme, quedando atonita, ya que aun no había tenido mi clímax— Vístete, no quiero que nadie nos vea desnudos — me dijo— Me la vas a pagar Marco, ¿porque me haces esto? — pregunte— Para que en la cama esta noche, te haga disfrutar el doble, eso si Alice, no quiero ver como te tocas, soy tu esposo y soy el que te tiene que hacer terminar de satisfacer tu deseo sexual, me corresponde a mi, tu has empezado, yo lo terminare, anda termina de vestirte, creo que ya hemos llegado — me dijo— Eres un cabron — le dije mientras terminaba de vestirme, escuchando cómo se r
Todo iba muy bien, estuvimos hablando, aunque se le notaba a mi marido que estaba algo incomodo por la compañía que teníamos— ¿Queréis tomar lo mismo? voy a pedirme yo una cerveza — dijo Devon cuando se levantó— No gracias, Alice y yo nos marchamos ¿verdad mi amor? — me pregunto mi esposo— Si, será mejor — respondí— No, venga Alice, una más y nos vamos para dejar solos a la parejita ¿que me dices monina? — me pregunto Cleo, mirándonos Marco y yo— De acuerdo, pero solo una mas, me gustaria madrugar mañana — les dijeDevon trajo las bebidas, viendo poco después, como Cloe cogía la mano de Marco para sacarlo a la pista sin que él se negara, quedando algo extrañada, ya que sabía que él nunca habría bailado con ella dejandome sola con su rival, y después de lo que nos hizo. Cloe se lo llevó a la pista, rodeando el cuello de mi marido con sus brazos, besándole el cuello, lamiendo su mejilla y sus labios siendo correspondida por Marco, poniendo el sus manos en las nalgas de ella— ¿Qué
Uno de los hombres me cogieron, echándome a sus hombros, metiendome en un coche, parando en un barrio donde pude ver basura, miseria, yonquis, jeringuillas y toda clase de suciedad. Me sacaron del coche, entramos en una especie de casa abandonada, sentandome en una silla, — Mañana nos iremos con el Líder, espero que no intentes nada, ahora procura dormir un poco — me dijeronNo dormí en toda la noche, mirando como los dos hombres que me vigilaban, fumaban algo que parecía droga, mientras hablaban entre ellos en un idioma que no entendía.sin dejar de mirarme, haciéndome temer de que me hicieran algo. A la mañana siguiente, me metieron otra vez en un coche, fijándome que me llevaban al aeropuerto. Pararon el vehículo en la misma pista donde había un jet, Bajamos del coche, subiendo las escalerillas del avión, viendo a mi amiga Lucy en la puerta, vistiendo la misma bata blanca y larga que los guardianes que me secuestraron— ¿Por fin te has decidido a venir? me alegro, El Líder se merec
El Líder se sentó a mi lado, enseñándome como una especie de portátil, cuando vi a Marco como entraba en su casa, todos los recuerdos vinieron a mi mente, poniendome a llorar— Azul cariño no llores — me dijo— Me llamo Alice, ¿qué estás haciendo conmigo Devon? deja que me marche, Marco es mi verdadero amor — le grite—- Esta bien Alice, si intentas huir, o no me obedeces, Marco morirá, mira bien, le he puesto algún regalito en su coche y en su casa, ¿no querrás que nana y el mueran, verdad? — me pregunto— Por favor Devon, déjame marchar, no les hagas daño por favor — le dije— Te prometo que en cuanto des positivo, te marcharas con tu esposo, como hice con Lucy, pero primero dame lo que quiero — me dijo amenazanteAunque había muchos fieles al Líder por todas partes, me dio lo mismo, aproveche que estaba la puerta abierta para marcharme de allí corriendo, pero cuando ya casi he alcanzado alejarme unos metros de la casa, Devon me atrapa, Sus brazos rodean mi cuerpo, apretando tanto q