Tocaron en ese momento al timbre, levantandose William para abrir la puerta, entrando con uno de sus compañeros que llevaba una bolsa en su mano— Hola Alice, espero no molestaros, ¿te dejo la bolsa en el dormitorio? — me pregunto— Si gracias Jerry — respondíPocos segundos después, Jerry volvió al salón, sentándose en el sillon que habia al lado del sofa.— Ya me he enterado que ese tipo te sigue a donde vayas — me dijo el hombre— Jerry, cuidado — le dijo William— Solo estoy haciendo un comentario, tío — contestó Jerry riendo— ¿Que tramais los dos?, de verdad que no os veo pinta de ejecutivos —- les dije— SI que lo somos, lo que pasa que mi amigo hay veces que creo que nació antes de su tiempo — dijo William riendo los tres.— Qué os parece si jugamos los tres — nos dijo Jerry— Jerry te agradezco tu ayuda, pero creo que te debes de marchar, a-ho-ra — le dijo William— Creo que si, bueno Alice, nos vemos — me dijo el hombre marchándose de la casa— ¿Que ha querido decir tu amigo
Jerry y yo estuvimos hablando, intentando que me dijera a qué se dedicaban en realidad, pero no conseguí que me dijera la verdad, de pronto William vino al salón, poniéndose la camisa, fijandome en su marcado torso por la gimnasia que debía de hacer, viendo como unas gotas de agua, le caían a su pecho, pasando mis lengua por mis labios cuando lo vi, ya que tenía algo de pelusa, que se escondía dentro de sus pantalones— Jerry me marcho, portate bien con ella, ya sabes que te quiero decir — le dijo William mientras cogió sus llaves y se ponía la chaqueta— Tranquilo amigo, la protegeré con mi vida — contestó Jerry— De acuerdo, mientras no saques tu arma secreta — le dijo William, echando a reír los dos, mientras yo los miraba algo confundida, ya que no sabía de qué hablabanEstuvimos Jerry y yo hablando, hasta que me levante del sofa, entre en la cocina para dejar la taza entrando Jerry detrás de mi— Voy a ponerme un poco de café, casi no he dormido y no quiero que William me pille d
En unos minutos mi casa se llenó, de policías, los de la morgue,ambulancias, llevándome Marco a mi dormitorio, acercándome Bianca una taza de tila, ya que estaba muy nerviosa y las manos no me dejaban de temblar, teniendo a mi lado a Marco, abrazandome. Después del funeral de mi nana, me fui a vivir con Marco, ya que me era imposible entrar otra vez en mi casa, mientras Bianca se marchó a vivir un tiempo con sus padres. En la casa de mi ex, me quedaba días enteros encerrada en mi dormitorio llorando como una niña pequeña, hasta que un día escuché tocar a la puerta de mi dormitorio, escuchando la voz de Marco llamándome— Alice cariño, por favor sal de ahi tienes visita — lo escuche decir— No quiero ver a nadie Marco, que se vaya — le grite— Alice, soy William, necesito hablar contigo antes de marcharme — lo escuche decirme, como si de verdad fuera una despedidaMe levanté de la cama, acercándome hasta la puerta para abrirla, viendo entrar a William mientras Marco me miraba con la c
La última ciudad que visitamos antes de volver a los Estados Unidos fue París, cenamos en un precioso y lujoso restaurante, siendo todos los camareros y camareras muy amables, dándome cuenta de que una de las camareras no hacia mas que mirar a Marco, aunque él estaba muy pendiente de mí en todo momento. Marco pagó la cuenta marchandonos, subimos a la limusina para recorrer la noche romántica de París, subimos después a la Torre Eiffel y ahí fue donde Marco, aprovechó la oscuridad y que estabamos solos, para provocarme terminando por hacerme suya. Yo estaba asomada a la barandilla, poniendose Marco detras de mi, me levanto el vestido que no era muy largo, me arranco el tanga, metiendo su mano entre mis piernas, acariciando mi parte más sensible, haciendo que levantara mis nalgas por el placer, haciendo que sintiera, como de una embestida, me hizo suya, jadeando y gimiendo los dos casi en silencio, fue una parte muy bonita, ya que él lo hizo con suavidad y se notaba el amor que me tenía
Cogimos los dos la bebida acompañando a Lola, que nos enseñó con amabilidad varias habitaciones, hasta que Marco eligió una de ellas, Entramos fijandome en los muebles que había dentro, una cama no muy grande vestida con sábanas rojas, luz tenue y discreta, un sofa comodo y un mueble que abriendo la mujer un cajón nos enseñó lo que contenía, sorprendiendome por todos los juegos eróticos que habían— No es lógico que yo os sugiera, pero ¿os gustaría tener un acompañante? asi podeis afianzar más vuestro amor — nos dijo— Cariño que dices ¿te apetece? — me pregunto Marco—- No lo se Marcó, todo esto es nuevo para mi — le comente, mientras seguía mirando aquella habitación— Bueno mujer tranquila, aqui todo esta regulado legalmente y si no estas segura, puedes decir que no tranquilamente — me dijo— Lola, si, esto será una nueva experiencia para los dos, — dijo MarcoLa mujer se marchó, acercándose Marco a mi, susurrando en mi oído — Esto es para ti, quiero que lo disfrutes, yo estaré a
Marco cogió su teléfono, llamando a la policía, pocos minutos después apareció una patrulla bajando Marco del coche para hablar con ellos, fijándonos en cómo el todo terreno se marchaba, chillando las ruedas, persiguiendolos la policía, marchandonos nosotros de aquel lugar enseguida. Los siguientes días fueron tranquilos, Marco se marchaba a trabajar por la mañana, después que los dos desayunabamos juntos, luego yo me entretenía en arreglar la casa, después me daba un baño relajante, para irme a la terraza sentandome en una hamaca y tomar algo el sol, ya que esos días hacía calor, entreteniendome en leer un libro que encontré pareciendo interesante. Una tarde que estaba en la terraza escuche como tocaban el timbre de casa, dejé el libro en la mesa de la terraza, me levanté dispuesta a abrir la puerta, cuando de pronto me quede inmovil y llorando como una niña pequeña, ya que mi amiga se encontraba al otro lado, .Nos abrazamos como dos hermanas que era lo que éramos, dos hermanas que s
Desperté al día siguiente, dándome cuenta de que estaba sola en la cama, me levanté para ir al cuarto de baño y asearme, bajando a la cocina con solo el camisón corto que llevaba, ya que necesitaba una buena taza de café por lo mal que dormí esa noche. Nada más entrar, Marco estaba sentado en una silla de la isla de la cocina, se quedo mirandome mientras pasaba por su lado, rodeando mi cintura con su brazo, acercándome a su cuerpo. Sus labios en mi cuello, besando y dando pequeños mordiscos, poniendo después sus manos en mis caderas, lamiendo y besando la unión de mis pechos, acariciando yo su pelo, mientras echaba la cabeza hacia atrás gimiendo— Buenos días, — me dijo lamiendo mis labios, poniendo una mano en mi cuello, para apretar sus labios a los míos, metiendo su lengua en mi boca moviéndose como si fuera una serpiente, hasta que separó sus labios de los míos, pero antes mordió mi labio inferior llevándoselo a su boca— Te estaba esperando, no he querido despertarte antes, estab
Cenamos los cuatro, escuchando anécdotas de Roxana y su esposo, comimos, nos reimos y cuando terminamos, entre todos recogimos la mesa, siendo Roxana y yo las que recogimos la cocina, mientras nuestros hombres se quedaban en el salón, bebiendo en sus copas el Whisky que sacó Marco. A la hora de servir el café, entre las dos mujeres preparamos las tazas y unas pastas, fijándome en cómo me estaba mirando Roxana— Seria bueno que Marco te tuviera como sumisa, en el club, cuando estabamos en la habitación, se le veía en sus ojos que no es muy feliz en el aspecto del amor, se cuanto ese hombre te ama, pero deberías darle algo mas que tu cuerpo, tratarlo como si fuera el rey, darle lo que él desea y no te digo solo vainilla, hazme caso Alice, el nunca te dejara, pero tienes que ser algo más atrevida y darle algo más que le guste, sigue mi consejo y te aconsejo que Marco estará comiendo de tus pies mientras estéis juntos — me dijo— Me lo pensaré, pero no creo que pueda hacerlo — le dije cog