Desperté al día siguiente, dándome cuenta de que estaba sola en la cama, me levanté para ir al cuarto de baño y asearme, bajando a la cocina con solo el camisón corto que llevaba, ya que necesitaba una buena taza de café por lo mal que dormí esa noche. Nada más entrar, Marco estaba sentado en una silla de la isla de la cocina, se quedo mirandome mientras pasaba por su lado, rodeando mi cintura con su brazo, acercándome a su cuerpo. Sus labios en mi cuello, besando y dando pequeños mordiscos, poniendo después sus manos en mis caderas, lamiendo y besando la unión de mis pechos, acariciando yo su pelo, mientras echaba la cabeza hacia atrás gimiendo— Buenos días, — me dijo lamiendo mis labios, poniendo una mano en mi cuello, para apretar sus labios a los míos, metiendo su lengua en mi boca moviéndose como si fuera una serpiente, hasta que separó sus labios de los míos, pero antes mordió mi labio inferior llevándoselo a su boca— Te estaba esperando, no he querido despertarte antes, estab
Cenamos los cuatro, escuchando anécdotas de Roxana y su esposo, comimos, nos reimos y cuando terminamos, entre todos recogimos la mesa, siendo Roxana y yo las que recogimos la cocina, mientras nuestros hombres se quedaban en el salón, bebiendo en sus copas el Whisky que sacó Marco. A la hora de servir el café, entre las dos mujeres preparamos las tazas y unas pastas, fijándome en cómo me estaba mirando Roxana— Seria bueno que Marco te tuviera como sumisa, en el club, cuando estabamos en la habitación, se le veía en sus ojos que no es muy feliz en el aspecto del amor, se cuanto ese hombre te ama, pero deberías darle algo mas que tu cuerpo, tratarlo como si fuera el rey, darle lo que él desea y no te digo solo vainilla, hazme caso Alice, el nunca te dejara, pero tienes que ser algo más atrevida y darle algo más que le guste, sigue mi consejo y te aconsejo que Marco estará comiendo de tus pies mientras estéis juntos — me dijo— Me lo pensaré, pero no creo que pueda hacerlo — le dije cog
Lo hizo aun sintiendo que me quemaban mis mejillas por la vergüenza, Marcel se tumbó delante de mis piernas abiertas, haciendo que me sintiera demasiado expuesta, acariciando mi clítoris con sus dedos, haciendo que cerrara los ojos mientras jadeaba, introduciendo dos de sus dedos penetrando primero despacio para luego hacerlo mucho más rápido, cuando vio que ya estaba a punto de llegar a mi clímax, quito sus dedos, sintiendome vacia — Ponte solo un vestido y baja con nosotros, vamos a cenar — me ordenó Marcell, mientras Marco y yo nos mirabamosNos bajamos los cuatro al salón, quedando rezagada un poco con Marcos, hablándole muy enfadada— Me dijiste que no permitirías que ningún hombre tocara lo que te pertenece, ¿que te ha pasado? — pregunte— Roxana me estaba haciendo una mamada y no he podido moverme, lo siento — me dijo, dejandome sorprendida— Marco, eso ha sido una forma de castigar a tu mujer, no dejando que llegue al clímax, aprende bonita, Marco se merece que le obedezcas,
Desayunamos los dos fruta, zumo y tostada, dándome alguna que otra náusea, mirandome Marco sonriendo, marchandonos después los dos al dormitorio para vestirnos, marchando después de la casa hacia el garage. En la clínica nos cruzamos con Marcell, dándome dos besos en las mejillas, pero sorprendiendose al vernos allí— Mi mujer se ha levantado con náuseas, vomitando todo lo que tenía y casi no ha desayunado, le ha dado nauseas — Dijo Marco, muy feliz— Vamos a la sala de curas, allí le podremos hacer la prueba, es más segura que la de la farmacia — nos dijo MarcellLa prueba dio enseguida positivo, viendo como los dos amigos se abrazaban muy felices felicitando Marcell a Marco por su próxima paternidad, rodeando Marco mi cintura, apretando sus boca con mi boca, lleno de felicidad. Antes de marcharnos de la clínica, Marcell, llamó a Roxana para darle la buena noticia, haciéndonos ir a su casa para comer con ellos, aceptando Marco gustoso, después de preguntarme a mi. Nos marchamos de l
La fiesta estaba muy animada, solo que las empleadas de Marco se le acercaban con mucha sensualidad, mientras mi esposo y yo cruzábamos nuestras miradas, aunque ni él ni ninguna de las mujeres que había en aquella sala, hicieron algo de lo que yo pudiera pensar mal, no me encontraba muy a gusto. Me fui de la sala, hacia el pasillo, un pasillo largo y totalmente vacío, cuando al doblar una esquina, me tropecé con un hombre. Al mirar sus ojos enseguida supe de quien se trataba— ¿William, qué haces aquí? — pregunte sorprendida— Siempre te estaré cuidando Alice — me dijo sonriendoCuando quise darme cuenta ya me tenía cogida de la cintura levantandome del suelo, teniendo mi vestido subido hasta mi cintura, poniendo mis piernas alrededor de sus caderas. Apartó la tela de mi tanga y con un rápido movimiento me acabó penetrando, mientras sus labios estaban pegados a los míos. William me embestía cada vez con más fuerza, llegando al fondo de mi ser, haciéndome gemir, mientras yo tenía mis
Nada más abrir la puerta de mi casa, Roxana me abrazó sonriendo como buenas amigas que eramos, detrás de ella entró Marcel, dándome dos besos, cerrando la puerta detrás de él, marchandonos al salón, sentandonos en el sofa,— ¿Dónde está Marco? — pregunto Marcell— Voy a buscarlo — Entre en la cocina, viendo como Marco tenía en su mano su taza de café, dándole un sorbo en ese momento— Marco, están preguntado por ti — le dije— Diles que ahora voy Alice, Me fui hacia el salón, sentandome con nuestros invitados, cogiendo mi mano Roxana, mirandome pero esta vez muy seria— Marco nos ha contado lo que sucedió anoche, y eso no me ha gustado nada Alice, ¿no pensaste en tu marido? Cuándo te dejaste penetrar por ese hombre — me pregunto— No volverá a suceder, ya me arrepenti anoche — comente— Hola, gracias por aceptar mi invitación — dijo Marco cuando entró al salón, sentándose lejos de mi.— Marco mal, la debes de perdonar, ponte a su lado por favor, creo que anoche ya le dejaste las cos
Marco se dedicó a morder cada uno de mis pezones, sin dejar de mirarnos, haciéndome jadear de placer, poniendo sus manos en mis pechos masajeandolos, mientras me excitaba mas y mas, enredando mis dedos en su pelo, tirando de él. Bajo su mano hasta mi centro, arrancando mis bragas martirizando con sus dedos mi sexo, mientras jadeabamos los dos teniendo nuestras bocas pegadas, besandonos con desesperacion y lujuria. Cuando Marco sintió que yo estaba a punto de llegar al clímax parto sus dedos, se puso enseguida de pie mirandome— Tenemos invitados en el salón, espero que no te toques, ese coño es solamente mío, me marcho, te espero y no tardes — me dijoCelebramos el primer cumpleaños de mi hijo en un local que su madrina Roxana adquirió para el evento, invitando a mucha gente que la mayoría era desconocida para mí. Todo fue alegría y fiesta, viendo como mi pequeño iba de mano en mano, hasta que vimos como entraba Devon en el local sonriendo mientras me miraba. Marco al verlo se fue hac
Al día siguiente, estabamos en la oficina de los abogados de Marco, viendo como se sentaba con nosotros una mujer de más o menos mi edad, muy bien arreglada vistiendo demasiado moderna. Cuando los abogados entraron, se sentaron enfrente de Marco y de mi sacando unos documentos de una carpeta— Señor Torino ¿le ha dicho a su esposa que va a firmar? — le preguntó uno de los abogados— Si Carlos, por favor tengo que volver a la clínica, ¿podemos aligerar este asunto? — preguntó Marco— Si claro, solo decirle que esta señorita es Carla Montalvo, ella será la cuidadora de Lucas Torino, el hijo de mi cliente, decirle señora Torino que si se acerca o intenta ver al pequeño, mi cliente al tener custodia total, la podrá denunciar sin importarle que le pueda suceder a usted, Ahora solo tiene que firmar los documentos y hemos terminado — dijo el abogadoCon las manos temblorosas y sin dejar de mirar a esa mujer, cogi el boligrafo que me dieron para firmar, abriéndose la puerta de la sala de pron