William se tumbó en la cama a mi lado, fijandome en lo marcado que tenía su abdomen, lo fuerte que eran sus brazos, le acaricie con mis manos su torso, dándome cuenta de lo suave que lo tenia, fui bajando mi mano mientras lo acariciaba, cogiendo el mi mano cuando baje más allá de su ombligo— Ya no estoy borracha — le dije— Alice por favor duérmete — me dijo— No quiero, ya no voy a poder dormir después del susto — le respondí— No quiero hacerte daño, yo no hago el amor con convencionalismos, me gusta hacerlo fuerte y duro, por eso no me provoques, por favor ya me lo estas haciendo pasarlo mal — me dijo haciendome sonreir— Cadenas, látigos, dominación, vibradores ¿es eso lo que haces? — pregunte— Alice por favor duerme — me dijo— No, quiero que me hagas el amor y ahora — le dije— El amor se hace cuando la pareja se ama, y ese no es nuestro caso — me dijo— Está bien, si tu no quieres dejame a mi, .-- le dije sentandome en la cama, viendo aquel gran bulto que tenía debajo de la s
Nos quedamos por un momento callados, escuchando cómo volvían a tocar el timbre, pero esta vez me levanté yo para abrir, viendo al otro lado de la puerta a William– Hola preciosa, vengo a decirte que la denuncia ya esta puesta — me dijo, fijandome en el todoterreno negro qe estaba aparcado enfrente de la casa— Pasa por favor, el coche negro esta hay enfrente, — le dije mirando William tambien— Entra llamaré a la policía, para que vengan y echen un vistazo — me dijo— Hola William ¿qué pasa Alice? – preguntó mi amiga, que se acercó a la entrada de la casa— Creo que seria mejor que os fuerais de aqui si teneis donde mudaros por unos días — nos dijo William— ¿Es que tenemos que vernos en todos los lugares donde se encuentre Alice? — preguntó Marco— Marco, no quiero llevarme mal contigo, pero anoche quisieron secuestrar a Alice y he venido para hablar con ella — comentó — ¿Que?¿donde lo intentaron? — preguntó Marco— En mi casa, entraron por la ventana del dormitorio y si no llego
Estuve varios días sin saber nada de William aunque Marco iba de vez en cuando a donde vivía con mi amiga y mi nana, procurando Bianca cada vez que venía no dejarme a solas con él, ya que tenía pronto mi cita con el médico y ella me ayudaba a que Marco nunca me encontrara sola. Por la mañana nos fuimos al medico mi amiga y yo en su coche. Cuando entramos en la clínica, nos acercamos a la enfermera que estaba en recepción dando mis datos, esperando en una sala hasta que me llamaran. El médico que la otra vez me aconsejó ponerlo fue el que esta vez me atendió, saludándome cuando entré en su consulta. Una vez que ya me coloco el anticonceptivo, nos despedimos de el marchandonos, Salimos a la calle, tropezandome con un hombre sintiendo un pequeño pinchazo en mi cadera, pocos metros después, me sentía mal y Bianca llamó a una ambulancia asustada, que no tardó en llegar a donde estabamos nosotras, apareciendo también William. Le explique al enfermero lo que me paso, acercándose William par
Tocaron en ese momento al timbre, levantandose William para abrir la puerta, entrando con uno de sus compañeros que llevaba una bolsa en su mano— Hola Alice, espero no molestaros, ¿te dejo la bolsa en el dormitorio? — me pregunto— Si gracias Jerry — respondíPocos segundos después, Jerry volvió al salón, sentándose en el sillon que habia al lado del sofa.— Ya me he enterado que ese tipo te sigue a donde vayas — me dijo el hombre— Jerry, cuidado — le dijo William— Solo estoy haciendo un comentario, tío — contestó Jerry riendo— ¿Que tramais los dos?, de verdad que no os veo pinta de ejecutivos —- les dije— SI que lo somos, lo que pasa que mi amigo hay veces que creo que nació antes de su tiempo — dijo William riendo los tres.— Qué os parece si jugamos los tres — nos dijo Jerry— Jerry te agradezco tu ayuda, pero creo que te debes de marchar, a-ho-ra — le dijo William— Creo que si, bueno Alice, nos vemos — me dijo el hombre marchándose de la casa— ¿Que ha querido decir tu amigo
Jerry y yo estuvimos hablando, intentando que me dijera a qué se dedicaban en realidad, pero no conseguí que me dijera la verdad, de pronto William vino al salón, poniéndose la camisa, fijandome en su marcado torso por la gimnasia que debía de hacer, viendo como unas gotas de agua, le caían a su pecho, pasando mis lengua por mis labios cuando lo vi, ya que tenía algo de pelusa, que se escondía dentro de sus pantalones— Jerry me marcho, portate bien con ella, ya sabes que te quiero decir — le dijo William mientras cogió sus llaves y se ponía la chaqueta— Tranquilo amigo, la protegeré con mi vida — contestó Jerry— De acuerdo, mientras no saques tu arma secreta — le dijo William, echando a reír los dos, mientras yo los miraba algo confundida, ya que no sabía de qué hablabanEstuvimos Jerry y yo hablando, hasta que me levante del sofa, entre en la cocina para dejar la taza entrando Jerry detrás de mi— Voy a ponerme un poco de café, casi no he dormido y no quiero que William me pille d
En unos minutos mi casa se llenó, de policías, los de la morgue,ambulancias, llevándome Marco a mi dormitorio, acercándome Bianca una taza de tila, ya que estaba muy nerviosa y las manos no me dejaban de temblar, teniendo a mi lado a Marco, abrazandome. Después del funeral de mi nana, me fui a vivir con Marco, ya que me era imposible entrar otra vez en mi casa, mientras Bianca se marchó a vivir un tiempo con sus padres. En la casa de mi ex, me quedaba días enteros encerrada en mi dormitorio llorando como una niña pequeña, hasta que un día escuché tocar a la puerta de mi dormitorio, escuchando la voz de Marco llamándome— Alice cariño, por favor sal de ahi tienes visita — lo escuche decir— No quiero ver a nadie Marco, que se vaya — le grite— Alice, soy William, necesito hablar contigo antes de marcharme — lo escuche decirme, como si de verdad fuera una despedidaMe levanté de la cama, acercándome hasta la puerta para abrirla, viendo entrar a William mientras Marco me miraba con la c
La última ciudad que visitamos antes de volver a los Estados Unidos fue París, cenamos en un precioso y lujoso restaurante, siendo todos los camareros y camareras muy amables, dándome cuenta de que una de las camareras no hacia mas que mirar a Marco, aunque él estaba muy pendiente de mí en todo momento. Marco pagó la cuenta marchandonos, subimos a la limusina para recorrer la noche romántica de París, subimos después a la Torre Eiffel y ahí fue donde Marco, aprovechó la oscuridad y que estabamos solos, para provocarme terminando por hacerme suya. Yo estaba asomada a la barandilla, poniendose Marco detras de mi, me levanto el vestido que no era muy largo, me arranco el tanga, metiendo su mano entre mis piernas, acariciando mi parte más sensible, haciendo que levantara mis nalgas por el placer, haciendo que sintiera, como de una embestida, me hizo suya, jadeando y gimiendo los dos casi en silencio, fue una parte muy bonita, ya que él lo hizo con suavidad y se notaba el amor que me tenía
Cogimos los dos la bebida acompañando a Lola, que nos enseñó con amabilidad varias habitaciones, hasta que Marco eligió una de ellas, Entramos fijandome en los muebles que había dentro, una cama no muy grande vestida con sábanas rojas, luz tenue y discreta, un sofa comodo y un mueble que abriendo la mujer un cajón nos enseñó lo que contenía, sorprendiendome por todos los juegos eróticos que habían— No es lógico que yo os sugiera, pero ¿os gustaría tener un acompañante? asi podeis afianzar más vuestro amor — nos dijo— Cariño que dices ¿te apetece? — me pregunto Marco—- No lo se Marcó, todo esto es nuevo para mi — le comente, mientras seguía mirando aquella habitación— Bueno mujer tranquila, aqui todo esta regulado legalmente y si no estas segura, puedes decir que no tranquilamente — me dijo— Lola, si, esto será una nueva experiencia para los dos, — dijo MarcoLa mujer se marchó, acercándose Marco a mi, susurrando en mi oído — Esto es para ti, quiero que lo disfrutes, yo estaré a