DAVIDDesde que la vi no podía quitarme de la cabeza su nombre, su suave rostro y esos labios que estaba deseando volver a saborearlos, su nombre para mi sonaba como el suave rumor de las olas, fresco y excitante, al fin y al cabo ella para mi hace cuatro años, había sido todo eso, una mujer excitante y una belleza como no encontré en ninguna otra mujer. En ese momento solo deseaba beber para conseguir olvidarla de nuevo ya que Keira había sido mucho más de lo que esperaba con solo una noche y cuando no la pude encontrar después de aquella noche, casi me volví completamente loco. Estaba en mi avión volviendo a Nueva York, cuando repentinamente el avión descendió y empezó a temblar, haciendo que me arrancara mis pensamientos y los recuerdos de aquella mujer que me había dejado con ganas de tenerla otra vez en mis brazos y en mi vida hace cuatro años, levantandome del sillón para acercarme a la cabina y preguntarle a mi piloto que estaba sucediendo para esos fuertes vaivenes que el avi
DAVIDAl día siguiente estaba en mi despacho sentado en el sillon que habia detras de la mesa y hablando con mi amigo Carlos que más que un amigo era un hermano para mi, escuchamos el sonido de unos zapatos de tacón por el pasillo que llevaba a mi despacho, quedando Carlos y yo mirándonos algo extrañados.—- Hay tienes a la mejor candidata que podías tener para reemplazar a Caterina — me dijo mi amigo muy sonriente— ¿Te ocupaste tú de elegir a mi asistente ayer? — pregunte riendo, porque para elegir una buena candidata, no es que dijera que mi amigo era el mejor, ya que a él le iba más el elegir a una mujer para pasar la noche en su cama, pues se le daba mejor—- ¿Por qué te sorprendes? Aparte de dejar satisfecha a una mujer en mi cama, también se hacer otras cosas —- me contestó, haciendo que los dos nos echamos a reír.—- Tienes razon, pero solo le voy a dar a la elegida por ti quince minutos como mucho para conocerla y saber si es tan buena como para que sea mi asistente — respond
KEIRACuando llegue a la empresa de los O'Brien, estaba muy nerviosa, entre en el edificio, salude a la recepcionista y al guardaespaldas que había en ese momento en aquel lugar, acercándome seguidamente al lugar donde se encontraban los ascensores para subir a la cuarta planta que era donde se encontraba el despacho de Recursos Humanos, ya que por la noche del dia anterior, me llamaron de la empresa para decirme que tendría que pasar primero por ellos para firmar mi contrato. Así que cuando la empleada de Recursos Humanos me dio los documentos y los firme, me avisaron de que podían haber días en que tendría que quedarme todo el día, sobre todo cuando había bastante trabajo. Después de firmarlo me dijeron que tenía que subir a la planta diecisiete donde tenía el despacho el señor Mendez, el hombre que el día anterior me hizo la entrevista y tenía que presentarme a él. Cuando llegue con el ascensor a la planta diecisiete, en el pasillo había varias mujeres caminando de un despacho a o
Estabamos los dos sentados en los sillones uno frente al otro, cuando de pronto Carlos me cogió una de mis manos con sus manos, acariciándome el dorso sin dejar de mirarnos fijamente a los ojos, pero enseguida retire mi mano, ya que no quería que se equivocara conmigo, pues yo iba para trabajar y no me gustaba que tuviera tanta confianza conmigo, yo no era así.—- Bien ¿de que quiere hablar conmigo, señor Mendez? — le pregunté— Keira querida, he aceptado que trabajes en esta empresa por mi gran amigo Lucas, pero quiero pedirte que no te acerques a David, no quiero que haya equivocaciones, ya que él está comprometido con Melody y la boda de ellos dos será muy pronto — me dijo— Creo que se equivoca conmigo señor Mendez, yo vengo a trabajar solamente, no ha coquetear con el jefe, puesto que necesito este trabajo — conteste—- Mira niña, en esta empresas las ventas van muy bien y somos lideres en ventas en casi todo el mundo a parte de que te daré una pequeña advertencia para que no ca
Grité cuando David se deslizó dentro de mí, aunque no sentí ningún dolor fuerte, sintiendo como alguna lágrima que otra me caía por la mejilla de felicidad, mientras trataba de acomodar su miembro dentro de mi ser. Ese momento tan mágico, era como si estuviéramos solos en este mundo, ya que yo lo único que deseaba era que siguiera aquel hombre, haciendo lo que estaba haciendo, entrando y saliendo de mi, además de empujar cada vez con más fuerza contra mis caderas, era lo único que me importaba en ese momento, amar al padre de mi hija, de nuestra hija, aunque el aun no lo supiera y aunque yo tampoco le diría nada. De pronto empecé a sentir como mis músculos internos se tensaban y se flexionan acogiendo a su gran miembro, haciéndome sentir una gran ola de energía que se estaba acumulando y preparando para ser liberada de un momento a otro. Gemi y empuje contra David, deseando que me penetrara mas y mas, que se moviera el más fuerte y más rápido, pero cuando al final el placer me invadió
Ya en mi casa cuando llegué por la tarde del trabajo, estaba sentada en el sofá al lado de Lucas que tenía a mi hija en sus brazos jugando con ella, cuando de pronto salieron de la cocina mi amiga Aroa y su madre, llevando en sus manos varias bandejas con algo de aperitivo y botellas de bebidas refrescantes.—- Hola Keira, que bien que ya hayas llegado a casa , -me dijo mi amiga sentándose a mi lado en el sofá– ¿como estas? — preguntoSuspire, mientras me ponía en un vaso liquido de una de las botellas— Bien, pero tengo que contaros que, solo hubiera deseado que no hubiera pasado nada, estoy tan, bueno ya sabes —- le dije — Ya lo sé, te entiendo perfectamente, pero sea lo que sea, piensa que ya ha pasado, olvidalo ya no puedes hacer nada más — me respondió mi amiga—- Pero me siento tan idiota, que no se decirte, la verdad — conteste—- Venga Kiara, ya no puedes hacer nada, aunque todo lo que te haya pasado no será tan jodidamente terrible, pero bueno estas en casa y mañana ya es s
Estabamos los cuatro sentados en aquellos sillones, bebiendo y hablando, sobre todo los chicos, ya que nos empezaron a contar que hacían en sus respectivas empresas, cuando de pronto me empecé a sentir como una especie de escalofrío que estaba recorriendo por todo mi cuerpo, haciendo que mirara por todo el local ya que sentía como si alguien me estuviera mirándome fijamente, hasta que si. Me quede mirando hacia donde estaba la pista de baile, cruzando mi mirada con aquellos bonitos ojos de color verde que no apartaba su mirada de mi. Poco después de que Duncan y Adrián nos trajeran las bebidas, me empecé a encontrar mal, ya que tenía escalofríos y unos sudores muy fríos por todo mi cuerpo, aparte de que empezaba a faltarle el aire a mis pulmones. Me levanté de aquel sillón mareada, teniendo a Adrian que levantarse también para acompañarme hacia la calle, ya que dentro de aquel local me empezaba a dar vueltas todo.—- Keira ¿qué te pasa? tienes muy mala cara — escuche decir a mi amiga
Después de darnos una refrescante y relajante ducha, David se marchó del dormitorio para ir a la cocina para preparar el café, Yo una vez que ya estaba vestida con la ropa que llevaba la noche anterior, me marché también del dormitorio hacia la cocina, viendo a David cuando entré, haciendo tortitas mientras ponía el café en las dos tazas que tenía preparadas encima de la isla de la cocina. Nada más entrar en aquella preciosa cocina, David se acercó hasta donde yo estaba, poniendo sus manos en mis hombros, haciéndome sentir sus cálidos labios en mi cuello, haciendo así que se me erizaba mi piel por su contacto.—- Vamos a desayunar y te llevo a tu casa — me susurro cálidamente en el oído—- No, te lo agradezco pero prefiero irme en un taxi, no quiero que nadie me vea llegar con mi jefe, si no te importa — le respondí—- ¿Te espera alguien en tu casa? – me pregunto muy serio—- Puede que sí, pero bueno, qué te parece si desayunamos, tengo mucha hambre —- le contesté para cambiar de conv