DAVIDCarlos me sorprendió cuando me comunicó que había escogido a Keira para sustituir a Cati mi asistente personal, aunque fuera por ser amigo de uno de los socios de una gran empresa que trabajo con nosotros, la verdad que fue algo inesperado y yo estaba tan involucrado en una situación como para emitir un juicio objetivo, aunque me encantaba saber de que ella sería mi asistente personal. Puesto en el que Keira iba a trabajar para mi y yo iba a comprometerme de forma totalmente profesional con ella, aunque estaba loco por tenerla en mis brazos y oler su pelo que olía a fragancia de rosa, pero eso no significaba que mi decisión de contratarla fuera únicamente por motivos profesionales, la queria tener lo mas cerca de mi que pudiera. El primer dia de Keira en la oficina fue una mezcla de tropezones, cosa que no me importo ya que la tenía cerca de mí y pensé que a lo mejor y tal vez si podría romper mi compromiso con Melody, ya que estaría junto a la mujer que empezaba a robarme el
Cuando me marché del despacho de David, me quedé por un momento inmovil en la misma puerta pensando que había ocurrido dentro, ¿seguro que había escuchado lo que acababa de oírle decir? ¿Qué retos quería el padre de mi pequeña imponerme? David era muy serio y cada vez que me decía algo, hacía que mi cuerpo temblara y mis mejillas se sonrojaran. Sabia que su rostro se habia suavizado y esa maldita sonrisa que hacia que me derritiera ante el y me perdiera en sus preciosos ojos de color verde, ya que cada vez que nos mirabamos me hacia recordar los cuatro años que cada vez que miraba a mi pequeña, veia los ojos de su padre, ya que se parecian los dos tanto, que habia veces que me sentia mal, con el unico consuelo cada vez que tenia a mi pequeña en mis brazos, sintiendo como latia su precioso corazon, que era lo unico que me alentaba para seguir adelante. En ese momento no sabía exactamente qué hacer, si volver a entrar en el despacho y enfrentarme a David, diciéndole la verdad o seguir
Exactamente no le había mentido a Cati, ya que Aroa vivía con mi hija y conmigo en un piso precioso, y los juntos, eran como dos bebes, solo que no quería decirle a mi compañera de trabajo nada por si daba la casualidad que se le escapara y se lo dijera a David, ya que aun no estaba muy preparada para decírselo a pesar de que quería ser yo quien le diera la noticia cuando llegara el momento de decírselo—- Bueno, no te preocupes, David es muy fácil de llevar que a un bebe, por lo menos cuando el trabajo le va bien, aunque habrá días que tendrás que solventar las tormentas que a veces se ven por aqui, con alguna que otra disputa — me dijo Cati me dio después, alguna que otra agenda y carpetas con documentos para que las ojear, ya que todo lo demás que necesitaba saber estaban en esos documentos, ahora solo me quedaba demostrar que era como me dijo Carlos valiosa para ser la asistente de David, aunque aún quedaban muchas cosas que yo sola debía de aprender y el tiempo no pasaba desaper
Me marché del despacho de David corriendo, mientras las lágrimas me caían por mis mejillas, mientras se repetían en mi cabeza las palabras que con frialdad me dijo mi hermanastra Melody sobre lo de mi padre, no me podía creer lo que acababa de escucharle, aunque yo con los días que llevaba en la gran ciudad desde que llegue, tampoco había ido mucho a verlo, no me lo podía culpar ya que no era en parte mi culpa, si no de mi madrastra que no me dejaba entrar a verlo en la sala de la UVI donde él se encontraba enfermo, aunque en el entierro de mi padre nadie pero nadie y no lo iba a consentir que me dijera que yo no podía estar presente, ya que aunque me echó de su casa, al fin y al cabo era mi padre. Cuando llegue a mi casa, estaba bastante agitada, cosa que enseguida me noto mi amiga y su madre cuando entré, aunque después de saludarlas no me quede con ellas en el salon, ya que preferí marcharme directamente a mi dormitorio, encerrarme en el cuarto de baño y llorar hasta quedarme sin
Ese mismo dia, pero por la tarde, nos marchamos a dar un paseo ya que mi hija no dejaba en la casa nada quieto y pensamos que la mejor manera para que mi pequeña se cansara y así que durmiera toda la noche, era marcharnos a dar un paseo y ya cenariamos los cinco en alguna pizzería, ya que era su comida preferida y claro a Sara y a Lucas, sus abuelos como mi pequeña Cintia les decía, no había capricho que mi niña quisiera que ellos no les compraran o les dieran. Estabamos llegando a la pizzeria, cuando de pronto escuchamos el claxon de un coche, fijandome que era el mercedes de alta gama de David, Mi amiga que también se dio cuenta de quien bajaba de ese coche, cogio a mi hija en brazos, entrando con sus padres rápidamente en aquel local, quedandome yo inmovil cuando vi como se iba acercando David a donde estabamos —- Hola ¿qué haces aquí? — pregunte—- Iba a tu casa para saber como estas, porque esta mañana no me he quedado muy bien por la manera que te has marchado de mi despacho —-
Cuando terminamos de cenar, David quiso llevarme a mi casa en su precioso coche, aunque me negué varias veces, no hubo forma de que me dejara irme en un taxi y que podía hacer yo en ese momento, pues nada, a pesar de todo era mi jefe y cuando quisiera podía coger mi curriculum y leer toda mi informacion, asi que pense que era inutil seguir insistiendo, David me abrió la puerta del copiloto de su coche, para que yo subiera, rodeando él después el coche, para sentarse en el asiento del conductor marchandonos de aquel precioso lugar hacia donde yo vivía. Una vez que llegamos, le di las gracias e intenté bajar del coche, pero David me cogió del brazo con su mano, atrayendome hacia su cuerpo, acariciando mi mejilla con sus dedos sin dejar ninguno de los dos de mirarnos a los ojos.—- David tengo que marcharme por favor — le dije sin apartar mi mirada de la suya—- Keira no quiero que vuelvas a desaparecer por favor, ¿nos vemos mañana en la oficina? —- pregunto—- David necesito el trabajo,
Mi amiga Aroa, sacó las dos sillas de la isla de la cocina, sentandonos las dos en ellas, mientras yo me iba tomando mi vaso de leche, ella se estaba tomando su chocolate caliente que se había terminado de hacer.— Realmente no quiero perder mi trabajo, sabes que lo necesito, pero por ahora no voy a decirle nada a David —- les respondí—- Keira, ese hombre no lo conozco pero te puedo asegurar de que está muy coladito por ti —- me dijo SaraA mi me gustaba mi trabajo y pasar tiempo con David ya que era una clase de hombre agradable y sobre todo muy atento conmigo, pero no me atrevía a decirle que tenía una hija, aunque sabía que en la puerta de la pizzería donde nos vimos esa tarde, me había dicho que mi hija se parecía mucho a su hermana fallecida. Podía haberle dicho a David perfectamente que era mi hija, pero estaba muy segura de que hubiera sospechado de que era suya y eso no lo podía permitir—- Pero niña, si ese hombre te dice que te tienes que quedaren el trabajo por que tienes
Lucas y Sara, los padres de mi amiga se marcharon a su casa unos días después, cuando por fin encontraron una guardería para mi hija, mientras yo seguía trabajando para la empresa de David O”Brien. Una mañana estaba pasando unos documentos al ordenador, cuando de repente lo vi pasar por delante de mi mesa metiéndose sin saludarme en su despacho. Solamente me separa de su despacho un gran ventanal de cristal, aunque él tenia la opcion de de cerrar ese ventanal con una cortina corredera otorgando así algo de privacidad cuando recibía a algún socio importante y necesitaba estar a solas con esos hombres, pero no echaba esa pequeña cortinilla cuando estabamos solos, haciendo asi que pudiéramos observarnos los dos. Deje por un momento lo que estaba haciendo para fijarme en David, aunque sabía perfectamente lo meticuloso que era con sus cosas y lo ordenado que siempre tenía su despacho. De pronto escuche como David me llamaba desde su despacho, me levanté enseguida del sillón donde estaba se