Todas las cabezas se volvieron hacia él apenas le escucharon decir aquello, mientras Ibrahim gritaba que esa era una burda mentira.—¡Todos saben que eres el hijo de Amira, y que ella fue la primera esposa del rey! —espetó Ibrahim, pero un segundo después alguien lo encañonaba furiosamente para que dejara de hacer escándalo.—¡Mucho cuidado en cómo te refieres a Su Majestad, Ibrahim! —le advirtió el Visir—. ¡Parece que ya tienes muchos cargos en tu contra como para añadir otro más!La sala se llenó de revuelo y Karim esperó pacientemente a que todos se callaran para extraer aquel expediente de su saco. Massimo lo había organizado perfectamente, así que no le tembló la mano cuando se lo entregó a los ancianos del parlamento.—Es cierto que mi madre fue la primera esposa de Su Majestad, pero todos saben que fue secuestrada —sentenció Karim—. Mi madre se embarazó de otro hombre durante su secuestro, esas son las pruebas de ADN que prueban que yo no tengo sangre real...—¡Esa es una menti
Bastaron pocos minutos para que todo comenzara a organizarse. Hasan era un hombre resolutivo, Karim no podía discutir eso. Durante media hora más de doscientos cincuenta barriles eran pintados y cargados y en camiones que el príncipe iba distribuyendo a esta o aquella coordenada, hasta que se aseguró de que cada punto en aquel mapa estaba cubierto. —Las distancias son de dos millas. Si es una mujer inteligente es imposible que no pueda verlos o seguir el camino después. ¿Estamos de acuerdo? —le preguntó a Karim y este asintió. —Solo espero que no se haya perdido fuera de esta área —murmuró él mirando aquel mapa con gesto desolado.—No lo hizo, te lo aseguro —lo consoló Hasan—. El desierto es engañoso pero hay cosas que no pueden ocultarse, como un caballo y su jinete en zona llana: las dunas no ofrecen protección y la primera partida peinó las dunas sin verla. Así que solo puede estar en la zona de las montañas. Solo vamos a rezar para que esté bien, este calor me preocupa.Karim as
Tenía miedo, era lógico que lo tuviera, pero aquellas palabras eran más que suficientes para darle alas a su corazón y fuerzas a su cuerpo.Le dio de comer y de beber a Faris y se comió apresurada las barras de proteína porque se estaba muriendo de hambre. Se escondió a la sombra de la montaña por un segundo y trató de comprender el mapa. Habían regado barriles como aquel por muchas muchas millas esperando que ella encontrara alguno.Logró entender que cada uno estaba a dos millas del otro, así que no había forma de perderse. Tenía que pasar dos barriles más para llegar a la tercera línea, esas eran seis millas debajo del sol de la mañana y fuera del curso de las montañas, pero no quedaba más remedio.Besó la cabeza de Faris antes de volver a subirse con toda la actitud y lo azuzó con energía porque no podían perder tiempo. Cuanto más se levantara el sol, más difícil sería continuar el camino.Abandonar las montañas era asumir el riesgo del sol, pero Rose sabía que debía hacerlo. Lleg
"Despierta, amor, por favor, despierta..."Rose podía escucharlo a lo lejos, pero el sonido de aquella voz indudablemente la llamaba, así que su corazón hizo un esfuerzo por seguirla.—Tienes que despertarte, yo necesito una mujer que me pegue y nadie pega como tú, ¿no es cierto? —una media risa mezclada con desesperación se le salió—. ¿Quieres que te amenace? ¿Eso es lo que quieres? ¡Pues si no te despiertas le digo a Hasan que nos case ahora mismo, y cuando te despiertes serás una mujer oficialmente casada y ya no podrás hacer nada al respecto!Karim acarició su mejilla y besó el dorso de su mano cuando de repente escuchó su voz.—¿Dónde quedó ese palo de criquet?Los gritos de alegría de Karim hicieron que todos entraran corriendo a la mienta para ver a Rose con los ojos abiertos, aturdida pero luchando por sentarse y desperezarse.A Karim poco le importó mojarse, la sacó en brazos de aquella tina y la sentó en su regazo, acunándola mientras la besaba en los labios una y otra vez y
Las palabras "mafia italiana" "´Ndrangheta", "conte" "ejecutora", pasaron por la cabeza de Rose como en una neblina. —¡Tiene que ser una broma! —murmuró por lo bajo y él abrió mucho los ojos, asustado. —¡Pues no, tú me dijiste que te gustaba peligroso! —¡Karim! Él al abrazó contra su pecho y dejó un beso urgente en su boca, por todos esos que le habían faltado tanto durante la última semana. Su lengua se enredó con la de Rose en un beso desesperado y tuvieron que llegar al primer gemido para por primera vez intentar contenerse porque aquel no era el momento ni el lugar adecuados. —Te amo. No importa quién yo sea. Te amo y te voy a amar toda mi vida. ¿Me oyes? Rose acarició aquella barba de tres días y aquellas sombras oscuras bajo sus ojos que denotaban todo el cansancio y la preocupación que había sentido. —Yo también te amo, Karim. No me importa quién seas. Y cuando me vuelvas a pedir que me case contigo, te diré que sí. —¿En serio...? ¿Entonces...? —¡Ahora no! —Ella le abri
Karim abrió la puerta lentamente y vio a Rose de espaldas a él, con las manos extendidas sobre su cabeza, bajo el chorro de agua caliente. Los movimientos de su cuerpo eran hipnóticos, como si estuviera bailando sola al ritmo de una música inaudible. La visión era demasiado tentadora incluso para un hombre que tenía tanto autocontrol como él.Se acercó sigilosamente y alcanzó sus manos, escuchándola ronronear al primer contacto.—Hola príncipe —sonrió Rose pegando la espalda a su pecho y sientiendo el calor de su piel como si fuera un bálsamo.—Hola amor —susurró él en su oído mientras acariciaba sus brazos y bajaba por ellos hasta llegar a sus senos. Los sintió endurecer entre sus manos y comenzó a masajear suavemente, estimulándola, besando y mordisqueando su cuello mientras ella apoyaba sus manos en la pared.Sus respiraciones se aceleraron cuando Rose sintió la erección de Karim rozando la curva de su trasero. Estaba demasiado excitado y ella estaba peor. Lo necesitaba en aquel mo
Diez días.Fue exactamente el tiempo que demoró la coronación de Hasan Nhasir como próximo rey de Arabia, y diez días estuvieron Karim y Rose bronceándose en el Caribe, alejados de todos porque no querían que a nadie, menos a los enemigos de la corona, se les ocurriera la brillante idea de volverlo a buscar.Y en ese tiempo Karim escuchó noticias que no esperaba, como el hecho de que la verdadera muerte de Abdel Nhasir había sido muy distinta a la que pensaban, y la septicemia no le había llegado por la apendicitis, sino por una herida abierta que se había infectado en uno de los calabozos.Karim no tenía idea de cómo o por qué Abdel Nhasir había terminado en los calabozos, herido, pero estaba seguro de que su madre y él no habían sido las únicas personas a las que había lastimado; y si Hasan había decidido tomar venganza, entonces él no era nadie para cuestionarlo.Sobre Ibrahim y el resto de los Jefes de las Doce Tribus, habías sido juzgados y ejecutados por traición a la corona, y
—Estás jodido, Hasan. No debiste ponerle en las manos el palo de criquet, y menso con autorización para pegarte —se rio Karim. —Estamos jodidos, hermanito —advirtió Hasan con una sonrisa—. Está en plural: "Sus Majestades" y por si se te olvidó, tú también eres Su Majestad ahora. Silencio en la sala... —Corre por tu vida. Fue lo único que alcanzó a decir Karim antes de salir corriendo hacia el pasillo y Hasan lo siguió a la misma velocidad. Y si nadie había visto a dos príncipes adultos derrapando por una esquina para escapar de una loca con un palo de criquet, bueno... para todo hay una primera vez. Sin embargo a pesar de las risas y las burlas, Karim sabía muy bien que a su pequeña tormenta nadie la podía obligar a hacer lo que no quería, así que tenía que ponerse extra romántico y muy sexy para que aquella propuesta de matrimonio fuera la mejor de todas. —Te noto preocupado —le dijo Hasan pocas horas después, mientras lo veía mirar al edificio frente a él con el ceño fruncido.