—¿¡QUE SE CASARON!? ¿Cómo que se casaron? ¿Con permiso de quién? —escandalizó Kainn una semana después cuando volvieron de aquel viaje, y tanto Faith como Charlie decidieron asumir por fin las consecuencias de lo que habían hecho. Solo que esta vez lo harían juntos, como marido y mujer.—¡Pues yo también voy a protestar! ¡A mí nadie me avisó! ¡Mínimo a mí, Faith! —la regañó Grace, pero lo cierto era que aquellos dedos entrelazados de Charlie y de Faith eran una declaración firme de que lo único que les importaba era que estaban juntos ahora.Kainn salió de la habitación rezongando y Charlie besó por un momento la cabeza de Faith antes de salir tras él y unírsele en la terraza.—Tenías razón —murmuró y Kainn se giró para mirarlo con el ceño fruncido.—Eso ya lo sé, solo refréscame en qué en particular.—Me dijiste que si no era bastante hombrecito como para asumir mis acciones que no debí mirarla. Y tenías razón, tío —suspiró Charlie—, pero la estoy mirando ahora, la estoy mirando bien
Charlie tenía el corazón estrujado, porque sabía lo que aquella respuesta iba a provocar después de aquellos segundos llenos de ilusión y expectativa.—Lo siento, amor... —murmuró y la vio deshacerse en lágrimas en sus brazos—. No siento mucho, pero te aseguro que va a pasar, en algún momento va a pasar...Faith se abrazó a su cintura y escondió la cara en su pecho para intentar contener aquella frustración.—Llevamos poco tiempo —susurró sintiendo el calor y el consuelo que él le transmitía en aquel abrazo—. Llevamos poco tiempo intentándolo, estoy segura de que vamos a lograrlo, ¿verdad? ¿Crees que lo logremos?Las manos de Charlie subieron hasta su rostro y acariciaron sus mejillas.—Claro que lo vamos a lograr, claro que lo vamos a lograr amor, te lo aseguro —le sonrió Charlie antes de bajar la cabeza y encontrar sus labios en un beso lleno de ternura—. Pero lo más importante es que jamás vamos a dejar de intentarlo. No vamos a rendirnos nunca, nena, jamás ¿de acuerdo?Faith asint
Charlie y Faith se miraron incrédulos. Las palabras de la doctora resonaban en sus oídos pero era como si los dos estuvieran esperando a que el otro lo pellizcara para sacarlo de aquel sueño.—Eso.... eso quiere decir... que está... ¿ella está? —Charlie balbuceaba mientras sentía que sus piernas se hacían de gelatina.—¡Está embarazada! ¡Faith está embarazada! ¡Felicitaciones!Pero por increíble que pudiera parecer, ella estaba más aterrada que feliz.—¡Dígame que va a estar bien! —suplicó agarrando con fuerza la mano de la doctora—. ¡Tiene que decirme que va a estar bien! ¿Cuánto tiempo tengo? ¿Puedo perderlo?Su corazón latía desbocado como si le hubieran dado la noticia más difícil de su vida y no una que llevaba diez años esperando a oír. Charlie tomó una de sus manos para calmarla y le besó el dorso mientras tiraba de una silla y se sentaba a su lado.—¡Oye nena, nena...! Vamos a tranquilizarnos primero, deja que la doctora nos explique, ¿vale?Ella asintió nerviosa y cuatro ojos
Ya era demasiado evidente que nada en aquel embarazo sería muy normal, así que media hora después, cuando la familia en pleno llegó corriendo, atropellándose unos con otros en la pequeña sala de espera, Charlie ya salía con una bebé de tres kilos y medio en los brazos, chillona como su madre y linda como su padre. ¿O era al revés?Las caras de los abuelos eran épicas. No era su primera nieta, pero nadie podía negar que aquella niña había sido la más esperada y la más deseada durante toda una década.Fueron acomodando los regalos en la habitación donde llevarían a Faith después de asegurarse de que ella estaba bien, y apenas entró todo fueron lágrimas, felicitaciones, besos y una felicidad total.—Sé que hasta ahora no querían decirnos el nombre, pero ahora sí, ¿cómo se llama mi nieta? —preguntó Elisa desesperada.—Beatrice —les dijo Charlie besando la cabecita de su hija—. Beatrice Moe—Black.—¡Ay qué lindo! ¡Me encanta! —exclamó Mala extasiada y Kainn y Moe se dieron un abrazo emocio
SINOPSISElla es una chiquilla que sabe muy bien lo que quiere: conseguir que su hermano pueda volver a reunirse con el amor de su vida. Después de ver a Charlie agonizar durante meses, Rose ha tomado una decisión: no permitirá que nadie vuelva a separar a Charlie de Faith; aunque para eso tenga que medirse con su nuevo pretendiente hacer que ese árabe se largue cuanto antes.Él no tiene ni idea de que ella existe, pero un enfrentamiento los pondrá a prueba, y una noche de pasión llevará a un hombre honor a cumplir sus responsabilidades... solo para descubrir que ella es una experta en resistirse.Entre la pasión y el amor hay mucho fuego que avivar, el problema es que Karim Rossi tiene un pasado oscuro, un secreto de familia que volverá por él después de tantos años, y si sus enemigos no pueden someterlo, entonces... bueno... usarán a quien sea para conseguirlo.PREFACIO"¡No soy árabe, maldit@ sea, nací en Italia!", rezongaba Karim con fiereza cada vez que alguien -especialmente el
Él no la conocía, eso era evidente, pero Rose lo había visto muchas veces antes. Desde que estaba ocupándose de Charlie y de su depresión casi siempre estaba cerca de Grace cuando esta hablaba con su hermana, así que lo había visto, había escuchado su voz, y comprendía por qué era el pretendiente perfecto para Faith, lo habría sido para cualquiera.El maldit0 árabe le había provocado lo que ningún chico le había provocado a su edad y odiaba eso. Con dieciocho años y a punto de entrar a la universidad, sus amigas cercanas pensaban que era lesbiana porque ni había tenido novio ni la intención de tenerlos.Rose jamás se lo había cuestionado, simplemente nadie le había llamado la atención lo suficiente, pero había bastado un puñetero audio de aquel hombre para que su piel se erizara por primera vez y un millón de mariposa saltaran en su estómago. Verlo había sido todavía peor, y unos meses después estaba con el "crush" adolescente más violento de la historia, sin entender por qué.Si era
No lo sabía. La verdad era que no sabía si quería irse, quedarse, matarlo o volverlo a besar, así que dejó que su instinto decidiera y por supuesto que decidió por lo más agresivo. Su boca volvió a encontrarse con la de Karim y esta vez fue como si todo realmente estallara, como si las estrellas allá arriba estuvieran desintegrándose y su cerebro se apagara solo para dejar paso a esa sensación de caer al abismo que era ser besada por aquel hombre. "Estás loca... Rose... estás loca...", pensó mientras se le escapaba el primer gemido. "Pero te viene de familia... no puedes hacer nada..." Un segundo después sus brazos se cruzaban detrás del cuello de Karim para atraerlo con más fuerza. Podía sentir su respiración pesada y poderosa, soltándose de su boca y bajando por su garganta, besando, mordiendo, suspirando mientras le abría el vestido con un movimiento feroz y su mano iba a acariciar aquella línea clara entre sus pechos, jugando con el cierre del brasier antes de desprenderlo con fa
Karim ya tenía el plan muy bien trazado.Paso número uno: Quedarse.Miró a la pantalla de su teléfono y pasó aquel mensaje a su amiga:"Princesa, ¿recuerdas que te dije que me iba temprano?... ¿Me puedo quedar?”Diez segundos después recibía exactamente la respuesta que esperaba."Claro que te puedes quedar. ¿Qué pregunta es esa? Pero te haces el desayuno solo porque me puse "happy" y me quedo en casa de mis padres. Te amo. Chau"Karim sonrió porque así era mejor, ya tendría tiempo de andarle explicando por qué su jardín estaba anegado en agua y posiblemente encontrara los restos de alguna braga en él.Se dio un baño, se echó en la cama y trató de dormir, pero parecía imposible porque cada vez que sus ojos se cerraban, su mente volvía instantáneamente a ella.Paso número dos: Tenía que averiguar quién era.Ella se sabía su nombre, y tenía acceso a la casa de Faith así que debían conocerse. No podía ser tan difícil encontrarla, solo bastaría preguntarle a su amiga quién era la loca del