—Vamos todos, nadie se queda —sentenció Michael mirando a sus primas con un tono que era una orden directa mientras sus ojos se fijaban específicamente en Grace—. Esta es una noche importante para sus hermanos así que ahí van a estar las dos, calladitas y bonitas, aunque tenga que arrastrarlas de las orejas.Rose asintió con un suspiro pero Grace se encogió de hombros.—A estas alturas pensé que solo arrastrabas a tu camarilla de babeadoras —murmuró.—¿Perdón, a quién? —masculló Michael.—A la larga lista de chicas derretidas que hacen fila por meterse y/o se meten indiscriminadamente en tu cama —explicó Grace—. ¿No van a venir contigo?Michael dio dos pasos hacia ella y se inclinó frunciendo el ceño.—Esa es una completa falsedad —declaró.—¿No te follas a media facultad?—No, es una falsedad que traería a las mujeres que me follo a conocer a mi familia —replicó él con gelidez— ...no alcanzarían las sillas para sentarlas.Grace lo miró como si quisiera asesinarlo y él se dio la vuelt
Ese nombre bastaba para que Faith dejara cualquier cosa y saliera corriendo. Esa era la primera impresión que se había llevado Charlie, y era correcta. La segunda ya le gustó menos, y fue la imagen de la muchacha saltando a la cintura de aquel hombre como si fuera alguien a quien hubiera extrañado muchísimo.—¡No lo puedo creer, no lo puedo creer! —exclamó Faith mientras él la abrazaba con fuerza justo antes de que ella se bajara.A tres metros Grace y Charlie miraban la escena con sentimientos encontrados, pero era obvio que ninguno de los dos se atrevía a interrumpirla.—¿Y Di-di? ¿Y Massimo? ¿También vinieron? —preguntó Faith mirando alrededor, pero por el momento solo había una persona junto a ella y ese era Karim.—No pudieron venir, princesa, por ahora tendrás que conformarte conmigo y yo tampoco me quedaré mucho tiempo.Grace miró de reojo a Charlie porque la intimidad entre su hermana y el desconocido era evidente. Era un hombre alto y moreno con marcadas facciones árabes, no
El agua estaba helada en comparación con el calor que salía de sus cuerpos. El primer instinto de Faith fue retirarse, pero una mano de Charlie se ancló furiosamente sobre la tele de la espalda de su vestido y la otra fue a su nuca, manteniendo sus labios pegados a los suyos hasta que escuchó aquel pequeño jadeo involuntario.—Quédate conmigo...—Charlie...—Aunque sea para castigarme, aunque sea solo hoy, aunque sea para enseñarme todo lo que perdí... por favor... quédate conmigo.Su boca trazó un camino de besos sobre la piel mojada de su cuello, devorándola, seduciéndola hasta volver a subir y enredarse con su lengua en una batalla desesperada. Sabía a mujer entera, a coñac caro y a lluvia. Charlie sentía que el simple olor de su piel lo intoxicaba, y que habría dado cualquier cosa por tenerla así para siempre.Su pecho se ensanchaba una y otra vez mientras acariciaba su espalda y trataba de resistirse a aquel latigazo de deseo que lo recorría.—¡Dios, Faith esto me está matando! —
Escuchar el ruido en la cocina fue como si las alas de su corazón renacieran otra vez. Charlie se puso lo primero que encontró y salió corriendo fuera de la habitación, porque por primera vez entendía lo que era sufrir en carne propia despertar solo, despertar sin ella, saber que se había ido sin despedirse, sin decirle una sola palabra...—¿Faith? ¡Faith, nena...! ¡Faih!Pero cuando llegó a la cocina, la persona que estaba abriendo la puerta de la nevera, aunque se parecía mucho a ella... no era ella.—¡No me jodas! —gruñó Grace dándose cuenta perfectamente de lo que había pasado—. ¿Qué tan borrachos se pusieron anoche?—Nada, Gracie, nada de borrachos, pero... ella... Tu hermana ¿dónde está? —preguntó Charlie con el corazón latiéndole a mil por hora.—¿Y me lo preguntas a mí? ¡Yo no fui la que pasó la noche con ell...! —Grace se detuvo de repente haciendo un gesto de sorpresa y luego apretó los labios porque de verdad no quería reírse—. El karma es una perra, Charlie. ¿Te despertast
Charlie juraba que podía escuchar su propio corazón rompiéndose.¿Por eso era que el tío Kainn cada vez se veía menos enojado, y Grace hasta se daba sus vueltas por la empresa? ¿Porque todos ellos ya sabían que Faith había pasado página, que estaba con alguien mejor, alguien que sí la hacía feliz y con sí estaba dispuesta a intentar que ese quince por ciento de probabilidades funcionara?Soltó el teléfono como si se estuviera quemando y se volvió, pero no llegó a la puerta, porque Grace corrió para bloquearle el camino y un segundo después Michael lo arrastraba por el cuello de la camisa hasta sentarlo en la barra y ponía una botella y un vaso delante de él.—Mejor bebe aquí, no estamos como para accidentes —sentenció y esta vez Grace se sentó con ellos y no se fue hasta que no los dejó a los dos, ebrios como cubas, y mal acomodados en el suelo de la sala sobre la alfombra.Los días que siguieron fueron oscuros para Charlie. Salía de la casa a la universidad, trabajaba, reprobó alguno
Su camino estaba en otra dirección. En dirección a la salida, sin molestarla, sin hablarle, sin que se notara lo mucho que quería abrazarla y besarla porque era demasiado evidente que ya no podía.Para empezar sus padres la acaparaban por completo, y para terminar el árabe se había ido a su casa, a esperarla, porque si algo podía reconocer Charlie era aquella llave que ella le había dado. Quería que la tierra se lo tragara y lo escupiera en le paraíso, porque el infierno que le tocaba ya lo estaba pagando.Pero ella era feliz. Quizás eso era lo más doloroso de todo. Cómo podía estar tan feliz de verla reír y sentirse tan lastimado a la vez.—¿Estás borracho? —preguntó su padre acercándose y viendo cómo hacía un esfuerzo apurado por limpiarse las lágrimas.—No, claro que no... —susurró Charlie mientras carraspeaba, pero si a alguien no podía ocultarle lo que estaba sintiendo era a su padre—. Creo que me estoy muriendo, o algo así.El rostro de Christopher Moe se ensombreció y pasó un b
Durante un largo segundo el silencio se hizo entre aquellos dos hombres. El rostro de Karim pasó de la incomprensión a la curiosidad y luego todo su semblante se relajó.—No estoy jugando a nada, Charlie. Esto es algo entre Faith y yo, nada que tenga que ver contigo... al menos ya no —murmuró Karim con sorna, soltando su chaqueta de las manos del muchacho.—¡Todo lo que tenga que ver con Faith tiene que ver conmigo! —gruñó Charlie, pero por toda respuesta el árabe se volvió hacia el mostrador, pagó lo que había ido a pedir y le dio la espalda, caminando pesadamente hacia el edificio de oficinas.Charlie apretó los puños con rabia, pero no iba a hacer un escándalo en plena calle, así que se aguantó como un hombrecito hasta que llegaron a la oficina para empujarlo contra una pared.—¡Te hice una maldit@ pregunta! ¿¡A qué estás jugando con Faith!?—¡No te pases, niño, que no tienes ni idea de con quién carajo estás hablando! —escupió Karim con rabia porque todavía no había nacido el homb
Charlie sentía que la tierra se estaba abriendo bajo sus pies, como si sus rodillas no pudieran mantener el equilibrio de ninguna forma. Faith estaba delante de él, inclinada hacia aquel espejo y él seguía frotando donde la había inyectado como si estuviera tratando de lustrarla.Tuvo que cerrar los ojos para apartar aquella imagen, pero no pudo evitar que aquel gemido suyo le provocara la peor erección de todas. La sintió levantarse contra él, pegando la espalda a su pecho mientras aquel trasero chocaba contra su pelvis y Charlie luchaba por mantener un control que estaba lejos de ser suyo.—Faith...—Tienes buena mano —susurró ella antes de que él se diera cuenta de que la tenía abierta y firme sobre su trasero.—Lo siento, no quise... —¡¿Pero a quién diablos iba a engañar si eso era precisamente lo que quería!? Acariciarla, tocarla, besarla—. Faith...Su nariz bajó hasta la curva suave de su cuello, olía a azahares y a sueño, y lo único que quería hacer era besarla allí, bajar hast