Dominic giró su muñeca para ver que marcaban la una de la tarde y Abby no daba una señal. Sabía que ella debería estar hablando con sus padres, y que todo esto tomaba tiempo, pero estas cinco horas en las que ni siquiera hablaron por un mensaje, le parecía un martirio.
Ordenó unos papeles que estaba leyendo, algunas cosas se habían acumulado en la oficina y tampoco sabía si Jacob llegaría hoy por la noche. Se sentía como un tonto en estos momentos por querer tener el control de todo a su alrededor, pero también se sentía completo sabiendo que formaba parte de una persona, y que esta era también su mundo.
Viendo la pantalla de su celular pensó en ordenar algo para comer, pero se retractó por un segundo al preferir esperar a Abigail para hacerlo. No podía negar que estaba ansioso por lo que tenía por decir, sabía que no era un
Sentado en su auto, y viendo como Abigail se montaba en otro con su marido, Dominic apretó el volante hasta que sus nudillos se pusieron blancos. El auto que estaba delante de él aceleró y se perdió de su vista, y solo pudo recostar su cabeza en el asiento, tratando de respirar y deshacer esa agonía que no lo estaba dejando vivir.Esto parecía una película de terror. No entendía cómo podía estar envuelto en este asunto de nuevo, no sabía cómo estaba aquí por el mismo hecho de confiar ciegamente en una persona que desde el principio había desarmado sus defensas. Aún no podía creer que esto fuera real, y que la mujer con la que había expuesto su parte más vulnerable, se hubiese jodido en él de esta forma.Después de que su garganta recibió un pinchazo ante las intensas ganas que quería de gritar, encendi&o
—¿Abigail? —la pregunta después de su silenció hizo que carraspeara suave, suplicándole a su garganta que no se cerrara tanto, y obligando a sus ojos a retenerse lo más que pudiera.—Lo siento, un gusto —dijo hacia los hombres y todos asintieron con la cabeza.—Sé que vas a quedar con ellos trabajando, pero Jacob y yo no, así que te agradecería que pudieras exponer un resumen de todo, para que ellos nos hagan las preguntas necesarias, en toda esta semana… —la voz dura y plana de Dominic solo ayudaron a que quisiera huir del lugar.—A veces es difícil que ellos puedan contactarnos, Abigail —esta vez fue la voz de Jacob interviniendo—. Podemos no responder llamadas, y es bueno que ellos sepan cómo proceder sin nuestra confirmación.Después de esa explicación Abby asintió, y rápida
—¿Connor?—¡Maldito, me dejaste embarcado en Washington! —solo hasta ese momento Dominic se dio cuenta de que había olvidado por completo en llamarlo, y solo pudo volver a reprimirse ante tanta estupidez.—Han pasado algunas cosas. Pero en una semana estaré de vuelta.—Bueno, creo que eso no va a poder ser, porque necesito que me devuelvas todos los favores.Su ceño se profundizó mientras vio a Jacob reflejando su duda.—¿De qué estás hablando?—Estoy hablando de que estoy aquí en Minneapolis, y me urge hablar personalmente contigo…—¿Estás bromeando?—No, y hablo en serio. Tengo un asunto aquí, y tú estás muy involucrado en ello…**La cabeza de Abigail estaba recostada en el asiento, mientras veía de reojo en
—Te explicaré todo, y así podrás entender —Connor trató de explicar al ver el rostro perturbado de Hunt, pero lo vio levantarse por un momento.Jacob llegó al lugar donde estaban reunidos y viendo la palidez en el rostro de su amigo, prefirió permanecer en silencio.—Te escucho —se atrevió a decir Dominic tomando una bocanada de aire, porque aun cuando por fuera parecía tranquilo, su cuerpo estaba en completa tensión.—Bien… amigo, la situación es un poco compleja. Comenzaré por lo básico. Hay una red que se encarga de secuestrar, hurtar y desaparecer carga terrestre y marítima…—He escuchado de eso —susurró Hunt con el ceño fruncido.—Algunas aseguradoras de mercancía están involucradas en el asunto, y lastimosamente varias empresas —completó
Abby sintió que un toque cálido masajeaba su cabeza, y que una blanda cobija abrigaba su cuerpo. Por un momento pensó que continuaba soñando, pero el insistente contacto en su cuero cabelludo y unas palabras suaves que no pudo entender, la hicieron parpadear varias veces para encontrar la imagen borrosa de Helena.—Buenos días, cariño —su madre le dijo, y entre dormida y despierta se levantó lentamente para mirar a su alrededor.Estaba en su antigua habitación, y todo estaba puesto de la misma forma como lo había dejado unos años atrás. Con el dorso de su mano restregó sus ojos, y luego se fijó en la sonrisa triste que su madre le estaba ofreciendo.Al abrir su boca, notó que Helena tenía la mirada fija en su labio y en la esquina de su boca. Llevó las manos hacia el lugar y supo que la herida abierta estaba seca, y su mejilla
Con toda la fuerza que pudo, lanzó los golpes, estrellando su propio puño contra la cara de Marshal. Cada vez que daba uno nuevo sentía que la adrenalina se recargaba dentro de él.Hunt escuchó los gritos de Abby, escuchó como Jacob le pedía que se detuviera, percibía varias voces al mismo tiempo, pero ahora mismo estaba cegado por la furia.En algún momento, una bocanada de sangre salió de la boca del hombre manchando su propia camisa. Ni siquiera sabía si la sangre en sus nudillos era suya o la del maldito, pero ahora mismo no sentía su cuerpo, solo estaba dominado por ira pura, y estaba seguro de que quería matarlo con sus propias manos en este mismo instante.Sus golpes eran duros, secos y rápidos, uno detrás de otro, hasta que su respiración se hizo cansada.Sintió más de un par de brazos en su cuerpo. Y por m&aa
—Sus ojos se abrieron mesuradamente. Pudimos ver su yaga latiendo al saber la cantidad de dinero que estábamos invirtiendo aquí. Nos aseguró que la carga parte mañana a las cuatro de la mañana, y nuestros hombres ya pusieron los dispositivos. Iremos tras ellos.Dominic asintió mirando al vacío mientras su corazón latía. Parecía que Connor tenía todo resuelto, y que en pocas horas esta pesadilla acabaría.Pero ahora se preguntaba, ¿estaba terminando, o apenas comenzaba para Abigail?El ansia de su cuerpo era extenuante, y a pesar de que había conseguido el número de esa mujer, Lina, la asistente de Abby, y que le aseguró de que ella estaba en casa de su madre, la sensación que tenía en su pecho era suficiente para mantenerle preocupado.La presión de no decirle todo a Abby lo estaba agota
Los ojos de Abby se abrieron en algún momento de la mañana, cuando vio a su madre de forma borrosa diciéndole algo que no pudo entender. Como pudo ante su cansancio, o su estado inestable de salud, dijo que no iría al trabajo y volvió a cerrar los ojos, entrando en sueños o pesadillas. Lo único que sabía es que parecía que estaba delirando mientras su cuerpo sudaba mucho.No estaba segura si era producto de su sueño, pero escuchó la puerta abrirse varias veces y su móvil sonar también. Nunca se sintió tan extenuada, pero cuando volvió a abrir los ojos con dificultad, su habitación estaba en completo silencio y con las cortinas de la ventana abajo.Con un poco de desánimo se sentó en la cama, mientras sintió todos los músculos de su cuerpo adoloridos. Llevó la mano a su cuello y lo apretó y pronto se exal