—¿Connor?
—¡Maldito, me dejaste embarcado en Washington! —solo hasta ese momento Dominic se dio cuenta de que había olvidado por completo en llamarlo, y solo pudo volver a reprimirse ante tanta estupidez.
—Han pasado algunas cosas. Pero en una semana estaré de vuelta.
—Bueno, creo que eso no va a poder ser, porque necesito que me devuelvas todos los favores.
Su ceño se profundizó mientras vio a Jacob reflejando su duda.
—¿De qué estás hablando?
—Estoy hablando de que estoy aquí en Minneapolis, y me urge hablar personalmente contigo…
—¿Estás bromeando?
—No, y hablo en serio. Tengo un asunto aquí, y tú estás muy involucrado en ello…
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La cabeza de Abigail estaba recostada en el asiento, mientras veía de reojo en
—Te explicaré todo, y así podrás entender —Connor trató de explicar al ver el rostro perturbado de Hunt, pero lo vio levantarse por un momento.Jacob llegó al lugar donde estaban reunidos y viendo la palidez en el rostro de su amigo, prefirió permanecer en silencio.—Te escucho —se atrevió a decir Dominic tomando una bocanada de aire, porque aun cuando por fuera parecía tranquilo, su cuerpo estaba en completa tensión.—Bien… amigo, la situación es un poco compleja. Comenzaré por lo básico. Hay una red que se encarga de secuestrar, hurtar y desaparecer carga terrestre y marítima…—He escuchado de eso —susurró Hunt con el ceño fruncido.—Algunas aseguradoras de mercancía están involucradas en el asunto, y lastimosamente varias empresas —completó
Abby sintió que un toque cálido masajeaba su cabeza, y que una blanda cobija abrigaba su cuerpo. Por un momento pensó que continuaba soñando, pero el insistente contacto en su cuero cabelludo y unas palabras suaves que no pudo entender, la hicieron parpadear varias veces para encontrar la imagen borrosa de Helena.—Buenos días, cariño —su madre le dijo, y entre dormida y despierta se levantó lentamente para mirar a su alrededor.Estaba en su antigua habitación, y todo estaba puesto de la misma forma como lo había dejado unos años atrás. Con el dorso de su mano restregó sus ojos, y luego se fijó en la sonrisa triste que su madre le estaba ofreciendo.Al abrir su boca, notó que Helena tenía la mirada fija en su labio y en la esquina de su boca. Llevó las manos hacia el lugar y supo que la herida abierta estaba seca, y su mejilla
Con toda la fuerza que pudo, lanzó los golpes, estrellando su propio puño contra la cara de Marshal. Cada vez que daba uno nuevo sentía que la adrenalina se recargaba dentro de él.Hunt escuchó los gritos de Abby, escuchó como Jacob le pedía que se detuviera, percibía varias voces al mismo tiempo, pero ahora mismo estaba cegado por la furia.En algún momento, una bocanada de sangre salió de la boca del hombre manchando su propia camisa. Ni siquiera sabía si la sangre en sus nudillos era suya o la del maldito, pero ahora mismo no sentía su cuerpo, solo estaba dominado por ira pura, y estaba seguro de que quería matarlo con sus propias manos en este mismo instante.Sus golpes eran duros, secos y rápidos, uno detrás de otro, hasta que su respiración se hizo cansada.Sintió más de un par de brazos en su cuerpo. Y por m&aa
—Sus ojos se abrieron mesuradamente. Pudimos ver su yaga latiendo al saber la cantidad de dinero que estábamos invirtiendo aquí. Nos aseguró que la carga parte mañana a las cuatro de la mañana, y nuestros hombres ya pusieron los dispositivos. Iremos tras ellos.Dominic asintió mirando al vacío mientras su corazón latía. Parecía que Connor tenía todo resuelto, y que en pocas horas esta pesadilla acabaría.Pero ahora se preguntaba, ¿estaba terminando, o apenas comenzaba para Abigail?El ansia de su cuerpo era extenuante, y a pesar de que había conseguido el número de esa mujer, Lina, la asistente de Abby, y que le aseguró de que ella estaba en casa de su madre, la sensación que tenía en su pecho era suficiente para mantenerle preocupado.La presión de no decirle todo a Abby lo estaba agota
Los ojos de Abby se abrieron en algún momento de la mañana, cuando vio a su madre de forma borrosa diciéndole algo que no pudo entender. Como pudo ante su cansancio, o su estado inestable de salud, dijo que no iría al trabajo y volvió a cerrar los ojos, entrando en sueños o pesadillas. Lo único que sabía es que parecía que estaba delirando mientras su cuerpo sudaba mucho.No estaba segura si era producto de su sueño, pero escuchó la puerta abrirse varias veces y su móvil sonar también. Nunca se sintió tan extenuada, pero cuando volvió a abrir los ojos con dificultad, su habitación estaba en completo silencio y con las cortinas de la ventana abajo.Con un poco de desánimo se sentó en la cama, mientras sintió todos los músculos de su cuerpo adoloridos. Llevó la mano a su cuello y lo apretó y pronto se exal
Dominic pensó que por más de que Abby fuera la firma legal nunca estaría involucrada, y eso se lo juró Connor más de mil veces antes de irse. No supo cómo hicieron para llegar a esas bodegas, ni como hicieron un procedimiento tan rápido, pero todo lo que estaba ocurriendo junto con las pruebas que Abby había entregado eran más que suficientes para que Ezra y Cedric, se pudrieran en la cárcel por el resto de sus vidas.Eso, sumado a toda la red de mafia que iría tras de ellos. Ni siquiera sabía si la vida de su padre estaría segura en la cárcel, pero si era sincero con él mismo, no le importaba.A ese hombre no le importo joderse en su propia familia, en su propia hija, aun arrojándola a un malnacido que defendió hasta última instancia.No sentía lástima por ese hombre, pero no podía evitar sufrir por su
Por un momento su actitud la amedrentó, en el instante en que bajó la mirada a sus manos, vio que estas se movían abiertas como si no tuviera buenas intenciones.—¿Podemos hablar? —el hombre preguntó bajo inspeccionando hacia dentro de la casa.—Mamá no quiere que vengas a esta casa, Marshal. Y yo no quiero volver a verte tampoco. El abogado…La palma del hombre se alzó en señal de que se callara y lo vio bajar la cabeza.—Un abogado me visitó, sí. Tengo una demanda de divorcio que es casi imposible no firmar por sus cláusulas, tan buenas para mí. No vengo a declinar dicha acción tuya, porque parece que estudiaste muy bien el plan.—Por favor, Marshal. Vete…—Quiero firmar el divorcio Abby… no me negaré a lo inevitable.Abigail lo miró con evidente extr
La mujer desvió la mirada hacia los chicos y luego hacia Jacob que estaba de pie junto a Dominic. Limpiándose el rostro varias veces, le indicó a Ansel que se fuera con Ivy a la cafetería y que comprar algunas cosas para comer.La niña se fue oculta en el brazo de su hermano, mientras Dominic la perseguía con la mirada. Ella era la versión pequeña de Abby, y ver sus ojos vidriosos y su nariz congestionada solo le hacían recordar los momentos en que ella misma la miró así.—Yo subí cuando ustedes se estaban despidiendo… —las palabras de Helena lo hicieron girar—. Me senté con Ivy y Ansel para explicarles un poco la situación de Ezra. Debo prepararlos a todo lo que se nos viene, y en algún momento de la conversación, escuché que la puerta era cerrada, por lo que concluí que te habías ido.Domini