—cariño ¿ya estas lista? —pregunta Leonardo con una sonrisa dulce.
—si ya, vamos —dije ansiosa, iremos a el aeropuerto a traer a Nina con los chicos, espero que todo les haya ido bien.Estos días con Leonardo fueron ¡hermosos! Leonardo es muy detallista y sobre protector pero no me quejo pues no planeo estar de nuevo con Matthew.
—no te separes de mi —dice mirándome serio.
—si si claro —dije resignada.Me tomo de la mano y caminamos en dirección al auto, siento mi corazón latir frenético gracias a los nervios.
—¿Que haces? —pregunte confundida al ver a Leonardo empacando mis cosas. —empacar —dice divertido, pongo los ojos en blanco y bufo molesta. —eso ya lose, pero ¿para que? ¿adonde nos vamos? —dije un tanto alterada. —relajate amor, nos iremos a Alemania ese lugar es libre de hombres lobo —dijo sonriendo.Yo abrí mi boca formando una perfecta O, nunca había ido a Alemania hasta Ahora.—¿estas seguro? Te recuerdo que ahí no hay lobos porque los han cazado —dije un poco asustada pero se que Leonardo
—nos está alcanzando —dijo mi hermano en tono preocupado. —tiene razón, nos va a alcanzar —dijo Nina mirándome preocupada.Mi respiración se torno agitada, mi pecho subía y bajaba a toda prisa gracias al miedo que ahora dominaba mi cuerpo.—detente, es mejor que peleemos y que Natale salga huyendo —dijo Elio serio. —¡¿estas loco?! no los pienso dejar —dije alterada.Lo último que necesitaba es que ellos pelearán por mi culpa.—Leonardo, el solo me quiere a mi... No tie
La ira se apoderó de mi, gruñi mostrando mis dientes afilados y salte hacia Matthew, lo mordi en el cuello causándole una herida profunda, con sus patas me empujó fuera de su alcance pero solo duraría unos segundos.-Elio - dije en susurro con voz quebrada.El ya se había transformado en humano, tosiendo y tapando su herida mientras que Nina estaba a su lado llorando en el hombro de Matt.-acabare con todos Natale, pero vete -me dijo Leonardo serio. -no, hirió a Elio ... Me las va a pagar -dije con los dientes apretados. Me pasaba de un lado a otro, jugando con mis uñas y cabello, deseando internamente que Elio estuviera bien.—el estará bien preciosa —me dijo Leonardo tomando mi mano con cariño. —eso espero, todo esto es culpa mía —dije estallando en llanto, ahora todo estaría bien, sin Matthew esperaba que todos los problemas cesarán y estuviéramos bien.—no digas tonterías, esto no es tu culpa. —me dijo Leonardo mirándome con cariño, me dio un casto beso en los labios diciéndome que todo estaría bien.Nina se encontraba dormida en brazos de mi hermano Matt, por un instante quise sonreír, decirle a Nina quCapítulo 38
—¡esta bien! —le dije a Leonardo aliviada y con una sonrisa. —ves te lo dije. —dijo con una sonrisa tierna.Me tomo de la mano y me hizo sentarme a comer mientras que Nina con Matt visitaban a Elio.—Natale te amo. —dijo de repente con una mirada culpable. —lamento haber asesinado a tu familia, si pudiera retroceder el tiempo... Yo. —hice un gesto con la mano para que ya no continuará hablando.Era un tema duro para mi, pero se que Leonardo es diferente ahora y ya no haría algo así nunca más.—te
Sentí una mezcla de emociones, mi boca estaba abierta pero no salia ninguna palabra. Estaba en shock, no podía creer que esto me estuviera pasando a mi.—¿que pero...? —negué con la cabeza mientras trataba de ordenar mis pensamientos. —¿porque nunca me lo dijiste? —pregunte en un hilo de voz apenas audible.Me vino a la mente todos los momentos que pase junto con Elio, había sentido algo por el pero no sabia con exactitud que era ¿era amor? No lose, no se comprará con lo que siento por Leonardo.—tenia miedo, siempre pensé que en algún momento... No lose lo nuestro se daría pero después llego Leonardo. &
—¡como que no vendrán con nosotros! —dije asombrada. —iremos a hacer turismo ya sabes... Un tiempo para nosotros. —dice Matt mirándome divertido. —además tu y Leonardo no han tenido mucho tiempo a solas ¡descuida solo será una semana! Cuando volvamos llegaremos solo para ver la boda. —dice Nina mirándome de forma pícara. —¿como? —pregunto desconcertada. —preparare la boda desde Inglaterra, tu no te preocupes. Se tus medidas, absolutamente todo. —dijo con una sonrisa orgullosa.
Llegamos a casa horas después, todo estaba como lo habíamos dejado ¡mi dulce hogar! Donde pase toda mi vida.—¿Feliz? —me pregunto Leonardo mientas me daba un casto beso. —demasiado. —dije exhalando con tranquilidad.Leonardo me cargo en brazos haciéndome soltar un pequeño grito por la impresión.—¿que haces? —pregunte riendo. —llevando a mi futura esposa a la habitación. —dijo en tono divertido. —muero de ganas. —dije con voz píc