—nos está alcanzando —dijo mi hermano en tono preocupado.
—tiene razón, nos va a alcanzar —dijo Nina mirándome preocupada.Mi respiración se torno agitada, mi pecho subía y bajaba a toda prisa gracias al miedo que ahora dominaba mi cuerpo.
—detente, es mejor que peleemos y que Natale salga huyendo —dijo Elio serio.
—¡¿estas loco?! no los pienso dejar —dije alterada.Lo último que necesitaba es que ellos pelearán por mi culpa.
—Leonardo, el solo me quiere a mi... No tie
La ira se apoderó de mi, gruñi mostrando mis dientes afilados y salte hacia Matthew, lo mordi en el cuello causándole una herida profunda, con sus patas me empujó fuera de su alcance pero solo duraría unos segundos.-Elio - dije en susurro con voz quebrada.El ya se había transformado en humano, tosiendo y tapando su herida mientras que Nina estaba a su lado llorando en el hombro de Matt.-acabare con todos Natale, pero vete -me dijo Leonardo serio. -no, hirió a Elio ... Me las va a pagar -dije con los dientes apretados. Me pasaba de un lado a otro, jugando con mis uñas y cabello, deseando internamente que Elio estuviera bien.—el estará bien preciosa —me dijo Leonardo tomando mi mano con cariño. —eso espero, todo esto es culpa mía —dije estallando en llanto, ahora todo estaría bien, sin Matthew esperaba que todos los problemas cesarán y estuviéramos bien.—no digas tonterías, esto no es tu culpa. —me dijo Leonardo mirándome con cariño, me dio un casto beso en los labios diciéndome que todo estaría bien.Nina se encontraba dormida en brazos de mi hermano Matt, por un instante quise sonreír, decirle a Nina quCapítulo 38
—¡esta bien! —le dije a Leonardo aliviada y con una sonrisa. —ves te lo dije. —dijo con una sonrisa tierna.Me tomo de la mano y me hizo sentarme a comer mientras que Nina con Matt visitaban a Elio.—Natale te amo. —dijo de repente con una mirada culpable. —lamento haber asesinado a tu familia, si pudiera retroceder el tiempo... Yo. —hice un gesto con la mano para que ya no continuará hablando.Era un tema duro para mi, pero se que Leonardo es diferente ahora y ya no haría algo así nunca más.—te
Sentí una mezcla de emociones, mi boca estaba abierta pero no salia ninguna palabra. Estaba en shock, no podía creer que esto me estuviera pasando a mi.—¿que pero...? —negué con la cabeza mientras trataba de ordenar mis pensamientos. —¿porque nunca me lo dijiste? —pregunte en un hilo de voz apenas audible.Me vino a la mente todos los momentos que pase junto con Elio, había sentido algo por el pero no sabia con exactitud que era ¿era amor? No lose, no se comprará con lo que siento por Leonardo.—tenia miedo, siempre pensé que en algún momento... No lose lo nuestro se daría pero después llego Leonardo. &
—¡como que no vendrán con nosotros! —dije asombrada. —iremos a hacer turismo ya sabes... Un tiempo para nosotros. —dice Matt mirándome divertido. —además tu y Leonardo no han tenido mucho tiempo a solas ¡descuida solo será una semana! Cuando volvamos llegaremos solo para ver la boda. —dice Nina mirándome de forma pícara. —¿como? —pregunto desconcertada. —preparare la boda desde Inglaterra, tu no te preocupes. Se tus medidas, absolutamente todo. —dijo con una sonrisa orgullosa.
Llegamos a casa horas después, todo estaba como lo habíamos dejado ¡mi dulce hogar! Donde pase toda mi vida.—¿Feliz? —me pregunto Leonardo mientas me daba un casto beso. —demasiado. —dije exhalando con tranquilidad.Leonardo me cargo en brazos haciéndome soltar un pequeño grito por la impresión.—¿que haces? —pregunte riendo. —llevando a mi futura esposa a la habitación. —dijo en tono divertido. —muero de ganas. —dije con voz píc
Leonardo parecía una estatua, ni siquiera parpadeaba, solo tenia su boca ligeramente abierta sin decir ninguna palabra.-¿que cosa? -pregunto en susurro. -estoy embarazada. -dije sonriente.Leonardo pareció reaccionar y sonrió ampliamente, en sus ojos podía ver la emoción que yo también sentía. ¡un bebé! Un producto de nuestro amor.-¡seré padre! -grito Leonardo cargandonme en brazos. -y yo seré madre. -dije emocionada. -me haz hecho el hombre más feliz del
Estos días an sido maravillosos, Leonardo siempre a estado al pendiente de mi, preguntándome si estoy bien.—Leonardo. —dije apenada. —¿si preciosa? —pregunto con voz somnolienta y con los ojos cerrados. —tengo... Antojos. —dije en susurro.Pobre, estos días e tenido Antojos a toda hora y cosas no muy fáciles de encontrar.—claro cariño, ¿que quieres? —dijo con voz dulce. —quiero... Chocolate y una pizza de hongos. —de verdad que no querí