Se van cerrando incógnitas, el final está muy cerca queridos lectores.
El día más esperado finalmente había llegado, la mansión Palacios se volvió un absoluto caos, gente yendo y viniendo, corriendo tratando de mantener todo en orden, Mina se mantiene en su habitación, por fin se iba a casar con el hombre indicado, a contraluz ella miraba su vestido blanco, un vestido sencillo pero qué le parecía realmente hermoso.Ella emotiva y nostálgica, no pudo evitar recordar, cómo había sido su primer matrimonio, ese día Romina estaba nerviosa y expectante en su habitación, esperando a que el vestido y los peinadores llegaran, para ella como para cualquier mujer, ese momento debía ser algo muy especial, la hora de la boda estaba llegando y ella no tenía la más mínima idea de qué iba a suceder.Rebeca había entrado a su habitación con cara de suficiencia diciéndole:—Aún no te cambias ¿por qué sigues en bata? el tiempo está en contra ¡apúrate!— Gritó ella tronando los dedos con impaciencia.—Pero aún no tengo el vestido, no han venido a peinarme, no me han maquil
Emir estaba impaciente, el momento había llegado, y esperaba con ansias a esa mujer que tan feliz lo había hecho. El jardín que tantos momentos maravillosos había compartido, hoy sería el escenario perfecto para culminar con esa unión que tanto habían esperado ambos, al final de un camino escoltado por cientos de flores que le encantaban a la novia, Emir vislumbro a Mina, maravillosa como siempre, pero ese día en especial, lucía un aura casi irreal, caminando de manera pausada hacia él, provocando que Emir contuviera el aliento. Loyola que era su padrino de ceremonias estaba a su lado observando todo lo que su amigo hacía, según le había dicho Eve, tenía ese trabajo, se acercó a susurrarle. — Amigo si quieres mantenerte consiente toda la ceremonia, te recomiendo respirar, sino todo terminará antes de lo que piensas. — No quería burlarse, apenas Emir sabía cómo se sentía, y Loyola al verlo tan inestable y alejado del hombre racional y seguro de sí mismo que siempre era y al cual a
Romina y Emir entran en la sala de visitas en la cárcel, estaban visitando a una de las causantes de tanto dolor pero también a la responsable de haber podido encontrar de nuevo a su pequeña.Estaban sentados detrás de un cristal a la espera que la dejaran salir, y de la puerta que estaba frente a ellos salió la mujer que se había encargado de arrebatarles a su pequeña.— Veo que no se querían quedar con las ganas de verme, así hundida.— La cigüeña se sentó tranquila, aunque a la defensiva, estaba harta de recibir insultos tanto dentro de la cárcel como fuera, no sabía quien había esparcido el motivo por el que estaba ahí y a unas cuantas reclusas no les agradaba nada la idea .— De hecho no—Emir estaba tranquilo ante la situación de esa mujer era normal que se sintiera atacada con cualquier acción.— ¿Vienes a sacarme entonces?— Sarcasmo, era todo lo que expresaba esa mujer con sus palabras y su pose.— Tampoco— Ésta vez quien contestó fue Mina, que quería enfrentarla cara a cara,
Eve llora muy triste, sabe que lo que está a punto de hacer es algo necesario para ella, aunque eso no le quita que sea doloroso, se había acostumbrado a estar rodeada de tanto amor que tener que irse y volver a empezar con su vida en solitario le costaba demasiado.Ya le había dado muchas vueltas y no quería traer sus problemas a estas personas que finalmente podían ser felices, sin conflictos y sin maldad, ya que pudiera ser ella misma sintiéndose segura, volvería pero por el momento no podía estar tranquila pensando en la posibilidad que la encontraran.—Sé que tal vez no entiendan —dijo en voz alta Eve al mismo tiempo que ponía una carta en el buró— pero espero que a mi regreso y con mi explicación, todo quede en el pasado.Eve tomó su maleta, miró por última vez esa habitación que había sido espectadora tantos momentos felices, al por mayor, momentos que le habían hecho falta en su anterior vida.—Eve estás haciendo lo correcto— se repetía ella queriendo convencerse de salir y de
Mina estaba feliz de preparar todo para navidad, era la primera vez que le tocaba pasar esa fecha con felicidad pura, y no rodeada de mala energía y odios. Ella se esforzaría lo máximo que su pancita le permitiera para que lo pasaran genial y llenó de risas, se habían esperado en mismo día de noche buena para hacerlo todo juntos y Emir había estado un poco ocupado en viajes de negocios, entonces todo se haría ese mismo día. Ella estaba caminando en el centro con Emir tomado de la mano.No había querido asustarlo, pero toda la noche había estado incómoda, su pancita se había sentido diferente y la cadera la estaba matando, pero no quería adelantarse, seguro su bebé se estaba acomodando para nacer, aún le faltaban unas semanas a su bebé para que llegara su momento.—Entonces cariño ¿cuál te gusta este duende o la casita de jengibre?— preguntó Emir mientras le mostraba las cositas a la pequeña Ángela, todo sería decorado como ella quisiera.—Ella está chiquita, aún no puede decidir
Hola amigos lectores.Quiero agradecerles por acompañarme hasta el final de esta hermosa historia de Mina y Emir y por darles tanto amor y vivir con ellos cada una de sus desventuras, ellos nos demostraron que siempre puedes conseguir la felicidad a pesar de los obstaculos.Ésta historia llega a su fin, pero los invito a que estén atentos, se viene otra historia mas con uno de los personajes secundarios de ésta historia, con nuevas aenturas y luchas.¿Se imaginan quien será nuestro o nuestra proxim@ protagonista?Bueno por último para recordarles que en mi, siempre encontraran una amiga para poder vivir aventuras que nos lleven a otras vidas.La siguiente novela es de Eve se llama: MATRIMONIO FORZADO: En busca de la libertad.Con cariño.Alana Aguilar.P.D. Los invito a dejar su bonito comentario de que las pareció la historia y califiquen para que mas personas conozcan esta bella novela.Hola amigos lectores.Quiero agradecerles por acompañarme hasta el final de esta hermosa historia
Romina Aguirre estaba cansada de estas reuniones en casa de su padre, pero no podía dejarlo solo, a fin de cuentas él era su única familia. - Romina — Rebeca llamó su atención tronando los dedos.- ¿Qué si ya estas embarazada? Te estás viendo lenta muchacha.La pregunta de todo el tiempo, aunque ella hacía lo posible por tener un hijo, algo no funcionaba, simplemente no quedaba embarazada.El estómago se le hizo pequeño, su madrastra sabía que era un tema delicado para ella y aun así le seguía preguntando cada vez que la veía, sin importarle cuanto la lastimaba.- Rebeca, cuando lo esté yo misma vendré a decirlo.- Es que ya tienes años casada ¿cuántos son? — dijo tomando un poco de café a su taza— si son como tres años, no puedo creer que seas inútil hasta para lo que prácticamente sucede solo.Romina se quedó callada, le dolía escuchar todo eso, pero responder sería un círculo sin fin que ya había transitado varias veces.- Tan poca cosa eres, que ni deseo provocas a tu esposo,
- Gabriel ¿cómo vas con los tiempos de construcción del almacén de los Ortega?- Bien padre, de hecho estamos adelantados y probablemente tengamos todo antes de fin de mes.Gabriel esperaba una felicitación de su padre había modificado todo el proceso de construcción para hacerlo más rentable y logró adelantarlo un mes completo en la construcción, sin sacrificar la calidad, obviamente.Roberto Osuna, un hombre hecho a la vieja escuela, fuerte y reacio a los cambios, era el dueño de las constructoras más grandes y prestigiosas del país, su placa distintiva en cada construcción o edificio era garantía de excelente calidad y seguridad.Él estaba orgulloso de todo lo que había construido en su vida, ahora era momento del siguiente paso, así que lo único que le hacía falta era un nieto, y ya estaba cansado de esperar.- ¿Y para cuando me darás una noticia mejor?— esperaba que su hijo entendiera la importancia de tener un legado, el dinero ya no era algo importante, de eso tenía mucho.-