— ¿Qué te parecen estos vestidos para comenzar? —le pregunto a Daniel mostrándole la pantalla de mi laptop.—Perfectos, no son para nada Lena.—Bien, ahora mismo hago la compra, bueno el paquete llega mañana, ya solo queda esperar.—Ya solo nos falta una cosa—me insiste.— ¿Seguimos el plan de la señora rubia? —se lo pregunto para que él me sea sincero respecto a esa idea.—Bueno, solo tenemos que decir que somos novios, además no iremos por ahí haciendo amigos y simpatizando por todas partes—me explica.—Bueno, tenemos un trato—le estrecho la mano para simbolizar el inicio de una aventura que no sabemos hasta donde nos llevará.Bajamos al comedor a comer algo, ya es un poco tarde y tenemos que mantenernos con un buen estado de salud, después de todo el estar en casa 24/7 no es muy saludable del todo.Terminamos de comer y damos un paseo por el jardín para disfrutar del resto de la tarde.—Lo que dijiste de Andra, no lo sabía, de algún modo entendía que le gustaba, más no imagine nunc
—Perdón por presentarme así, tenía que intentarlo al menos…—se detiene a pensar por un momento—disculpen y buen día.«Oh Bern, cuanto lamento que tengas que pasar por todo esto, deseo con el corazón que todo sea diferente pronto» Se me estruja el corazón solo de pensarlo.—El guardia lo acompañará a la salida—le indica Daniel a Bern.Al escuchar Bern se detiene y frunce el ceño.Me ve directo a los ojos—mencionaste que aquí vivía una señorita, ¿Cómo es ella?—En realidad vivía una familia completa y no podemos darte información al respecto—Daniel se mete de lleno en su papel.—Vale amor, parece inofensivo—mi voz me irrita incluso a mí—han dejado un retrato, tal vez te sirve—le digo a Bern.—Sí, esta perfecto—me responde—yo sé que esto es muy raro, pero Lena es el amor de mi vida…han pasado muchas cosas y tengo que localizarla—se dirige a Daniel para que se muestre más flexible.—Síguenos—Dice Daniel y me guía del brazo hasta la habitación del guardarropa, detrás viene Bern con el guar
—No te preocupes yo no me di cuenta de que estabas saliendo—me ayuda a guardar los juguetes en una bolsa—felicidades por los gemelos.—Gracias, nos tenemos que ir—se regresa Daniel por mí.—Un gusto volver a verlos—parece que nos recuerda bien.—Adiós—le digo sonriendo con una voz irritante.Caminamos sin decir nada hasta llegar al estacionamiento, guardamos todo en las cajuelas de los automóviles y las cosas que no caben en los asientos traseros.—Vamos a comer, me comienza a dar mucha hambre—me invita Daniel y me abraza para guiarme.«Bern me sigue buscando, tengo que tomar el consejo de Daniel y ver la forma de revelarle mi secreto, él tiene que saberlo, lo pensaré con calma.»Llegamos a un bonito restaurante y nos sentamos en las mesas que tienen afuera, pedimos de comer y disfrutamos de nuestra cita.—Tenemos que tener cuidado amor—me dice Daniel haciendo referencia a lo que acaba de pasar en la plaza.—Sí, seguiré tu consejo y te informaré más adelante el plan—le guiño un ojo pa
Me voy a la parte trasera de la cabaña donde hay una terraza de madera, me retranco sobre el barandal y hundo la cabeza entre mis brazos.—Un día pesado—escucho la voz de Bern detrás de mí.Me enderezo—un poco, ya sabes, las hormonas—me quejo y le muestro mi vientre.—¿Ya sabes qué es? —me dice.—Son gemelas, nos hemos enterado esta mañana—veo al frente para no verlo a los ojos.—Felicidades, seguro serán unas hermosas gemes—de reojo puedo ver como sonríe.«Si supieras que son tuyas, estoy segura de que estarías más feliz, el momento se acerca, lo sé, tiene que ser pronto, será pronto…» pienso dentro de mí.—Listo, tenemos que irnos amor—escucho a Daniel acercándose.Me doy vuelta—adiós—le digo a Bern y me voy con Daniel.Bern me dice adiós con la mano y una sonrisa extendida.En el automóvil, de vuelta a la villa, me doy cuenta de que Daniel se ve pensativo y hasta cierto punto se nota preocupado.—Hay algo que quieres decirme—le digo en forma de afirmación para que me responda en se
Voy a mi habitación a descansar de todas las emociones que he tenido esta mañana, no quiero saber nada más del mundo por ahora; me quedo dormida durante toda la tarde y despierto con más cansancio del que tenía antes, además me he deshidratado por dormir tantas horas; veo que ya está obscureciendo, me doy vuelta para levantarme de mi cama. — ¿Agua? —me pregunta Bern. —Carajo, Bern no vuelvas a hacer eso, casi me da un infarto. —Tranquila, soy yo, te ayudo—me extiende las manos para ayudarme a levantar.Tomo agua sin parar, después de todo soy una embarazada deshidratada; Bern enciende la luz y se acerca de vuelta a mí.—¿Cómo esta tu bebé? —la pregunta me sale natural.—En una incubadora, estable—me responde sin más.—Lo siento, no quise incomodarte.—Está bien, pero no vine a hablar de eso contigo—suena muy serio, una parte de su personalidad que desconozco por completo.—¿De qué quieres hablar? —le pregunto para asegurarme de que estamos en la misma sintonía.—Quiero saberlo todo
Abro la puerta que por fortuna no tiene seguro, entro y cierro muy despacio; en la cocina una empleada de limpieza se pone alerta, me acerco rápidamente y le pido que guarde silencio.—Usted es la señorita de la foto—me dice bajando la voz.—¿Cuál foto? —le pregunto.Me muestra una foto que tiene Bern en la sala de nosotros; le pido a la señora que se tome el día libre y vuelva mañana, ya que tengo asuntos importantes que hablar con Bern, ella acepta y sale por la puerta trasera.—Celi ¿eres tú? —pregunta Bern desde el baño.Me acerco al baño rápidamente, abro la puerta y entro, cierro la puerta con seguro y Bern tiene los ojos cerrados por la espuma del jabón, abre la regadera para limpiarse la cara.—¿Qué haces aquí Lena? —me pregunta antes de abrir los ojos.—Te amo Bern, aquí, en la villa, juntos o separados, te amo y eso nunca va a cambiar…Bern abre los ojos y está por abrir la puerta corrediza—Lena…—me interrumpe.—Escucha Bern—lo interrumpo de vuelta—sé que te lastime con mis
Bern sale de mi habitación rápidamente; me quedo sola por unos minutos, trato de respirar y exhalar lento para estar tranquila, hasta que sé que llego la hora de bajar, salgo de mi habitación a un ritmo normal y natural, bajo las escaleras y a través de los cristales de la villa puedo ver un poco a todos, se ven tan felices de reunirse esta mañana; termino de bajar las escaleras y voy a la puerta principal para salir al jardín.Cuando me voy acercando veo que rápidamente las miradas se posan sobre mí, Alexander se levanta de su lugar sorprendido y Mia lo detiene con una mano, Helga me sonríe, los padres de Marie parecen estar como siempre, Marie se ve ingenua sobre la situación, Jonas y Christoph se mantienen al margen, Andra luce pensativa, Daniel y Bern me apoyan a la distancia, puedo verlo en sus miradas, los padres de Bern se encuentran junto a los míos sin expresión alguna visible.Me acerco a la mesa —Buen día a todos y gracias por estar aquí —inicio con un saludo de cortesía.—
Nos alejamos de allí poco a poco, nos sumergimos entre enormes árboles y vamos descubriendo poco a poco todo lo que hay en la villa. Empieza a caer la tarde y Bern me detiene con una mano.—Pensé que solo eran árboles, pero mira lo que tenemos allá —me señala un árbol que al parecer es un mirador rustico.Me lleva hasta allá con cuidado, primero sube él para ver si es seguro, una vez que se cercioro de que el material aun es resistente, baja para ayudarme a subir por las escaleras que son bastantes, una vez que terminamos de subir, quedamos muy por encima del piso y podemos ver como cae el atardecer al mismo tiempo en que nos permite ver toda la villa con detenimiento desde un solo lugar.Me quedo mirando al frente—que bonito es todo desde aquí—le comento a Bern—quiero pedirte algo.—Lo que quieras Len—me abraza por un costado pasando su brazo por detrás de mis hombros.—Quiero que me acompañes a mi cena de graduación, es este fin de semana, van a estar todos allí, pero para mi es imp