Siempre me había preguntado qué se sentiría estar inconsciente. ¿Sería capaz de sentir mi propio cuerpo? ¿O tal vez me vería flotando desde arriba? Era uno de esos enigmas que a veces no me dejaban dormir por las noches.
Mi decepción fue grande cuando descubrí que realmente no sentí nada.
Cuando abrí los ojos, lo último que recordaba era aquella tabla de la mesa de mi casa; ni siquiera recuerdo el dolor, solo la madera.
Tardé un par de minutos en comprender dónde estaba. Una enfermera corrió a ayudarme cuando se dio cuenta de que había despertado. Un enorme tubo salía de mi boca y no me dejaba respirar. Un doctor también corrió y me sacaron el tubo de inmediato.
En seguida empezaron a hacerme preguntas: “¿sabes quién eres?” “¿Sabes dónde estás?”
Quise responde
Dicen que un corazón roto duele tanto como un infarto al corazón. Siempre creí que eran patrañas. ¿Cómo podía doler tanto una traición? Sí, era triste y fuerte, pero no podía ser tan malo, ¿cierto?Tenía dos semanas sin saber de él.Guillermo había desaparecido de mi vida en un instante. Y me habría gustado decir que estaba bien, que no pasaba nada y que ahora era feliz, pero no. En realidad, me estaba muriendo por dentro. Estar lejos de él era como una agonía, y aunque sabía que no debía volver y que lo que me había hecho era terrible; lo extrañaba.¡Qué estúpida! ¿Cuán estúpida podía ser? Probablemente yo era la reina de los estúpidos.Jimena y yo habíamos logrado “escapar” del hospital sin que él lo supiera. Y estaba bastante se
Dicen que cada uno tiene lo que se merece de acuerdo con sus acciones. Algunas personas piensan que el karma te sigue incluso en la otra vida; si es que existen las reencarnaciones, lo que haces mal, de algún modo u otro te debe ser cobrado.Y si lo piensas bien, es una ley bastante justa; al final nos reconforta saber que alguien malo tiene su castigo. Por eso supongo que yo he de haber sido la persona más mala del mundo en alguna vida.Y, ahora, estaba pagando justamente lo que me merecía.A pesar de que me había decidido denunciar a Guillermo, esa idea no resultó tan bien como en un principio me la imaginé.Estar de pie frente a la estación de policía me provocó un sinfín de sensaciones que no sabía que se podían experimentar juntas.Entre el pánico, el miedo y la incertidumbre, también sentía una extraña sensación de alivio y h
Dicen que cuando te conviertes en madre vuelves a nacer, yo creía que eran exageraciones, ¿qué tan difícil podía ser cuidar de un bebé?Ahora me reía de lo ingenua que había sido.Dos meses atrás yo había vuelto a nacer junto con mi bebé, era una nueva Andrea, era una Andrea mamá, y esa pequeña personita que salió de mí con mucho esfuerzo era el centro de mi mundo.Jimena se puso muy contenta cuando lo conoció por primera vez, fue la única que estuvo allí pues yo todavía tenía miedo de contactarme con mi familia.Tuve que dar a luz en casa, y agradecí muchísimo a Ángel que muy amablemente me dio el dinero de mi bono por adelantado para contratar una partera que fuera hasta mi hogar.¿la razón?Tenía muchísimo miedo de que Guillermo me buscara en los hospit
Como policía de la ciudad estaba acostumbrado a ver casos desgarradores, después de todo, vivir en un país con alta tasa de criminalidad te daba algo de experiencia con casos desgarradores, sin embargo, el caso de aquella mujer se quedaría clavado en mi memoria por muchos años.Jamás podría borrar de mi mente esa escena. Un terrible crimen contra una madre indefensa, aferrándose a lo que quedaba de la vida de su bebé mientras reposaba en un charco de sangre.Hasta el más veterano de los policías se estremecía al ver las imágenes.¿El homicida?Su propio esposo.Por supuesto el caso hizo demasiado eco en los medios como para dejarlo pasar. No corrió mucho tiempo para que capturáramos al desgraciado.No se necesitó mucho para ponerlo tras las rejas, las pruebas estaban por todas partes, sobretodo en el pobre infante que no dur
Querido lector:Antes de adentrarte en esta historia, hazde saber que "Esto NO es una historia de amor" es una novela que busca mostrar la realidad de las relaciones de abuso entre hombres y mujeres, no es el objetivo de la escritora glorificar o aceptar como normales este tipo de relaciones, por el contrario, la intención es mostrar una realidad que se ha vuelto prácticamente un tabú en nuestra sociedad, donde se culpa a la víctima de estar en una relación de la cual no puede escapar.Debes saber que en esta historia encontraras violencia verbal, emocional, económica, física y sexual explicita o no, son temas sensibles así que se recomienda discreción, si eres una persona no apta para leer este tipo de cosas, por favor no continues.Con esta historia la escritora quiere dar a conocer lo que pasa en la mente de una mujer ví
El día que lo conocí, mi mundo pareció detenerse por un instante, luego de eso, es como si mi vida hubiera sido marcada por un antes y un después. Un antes en el que todo era simple, sin vida y sin color; llevaba mi vida como cualquier otra chica de mi edad; estudiaba en una universidad decente, y aspiraba; como todas (o eso me gustaba creer), a encontrar un hombre maravilloso, del que me enamoraría perdidamente y él de mí, viviríamos juntos, nos casaríamos, tendríamos dos o tal vez tres hijos, y mi vida sería perfecta.El después fue justo cuando su mirada se cruzó con la mía, y de inmediato me regaló aquella sonrisa conquistadora. Una hilera de dientes blancos y perfectos me embelesó; tanto, que no dudé en aceptar que se acercara a hablarme, aunque estaba reunida con mis amigas en la cafetería ese día.¡Dios! es que me quedo corta
Si alguna vez soñaste con el hombre perfecto, ese era el que yo tenía. Lo siento, ya ha sido ocupado, seguramente podrás encontrar otro por ahí. Quizá no de la misma calidad que Guillermo, pero probablemente lo hallarás.Aquella inocente salida que había iniciado hacía un mes y medio dio sus frutos. Guillermo y yo habíamos comenzado una relación y me sentía en las nubes. El hombre era como aquella búsqueda del tesoro que había comenzado hacía muchos años y, finalmente, mi travesía por el arcoíris había llegado a su fin.Mi gorda y rebosante olla de oro al fin me pertenecía, y aunque sonaba loco, yo también le pertenecía.Muchas personas me habían dicho que lo nuestro había comenzado demasiado rápido. Y es que, a tan solo días de haber comenzado a salir, yo sentía que no podía
Quince días más habían pasado y no podía dejar de sentirme en las nubes. El cambio de vestuario que Guillermo había causado en mí no había sido tan malo después de todo, me sentía más cómoda con la ropa y a algunas personas parecía gustarles.Sin embargo, no evitaba que de vez en cuando me quedara más tiempo del debido en el espejo intentando buscar esas imperfecciones de las que él tanto hablaba. Para mí, él era perfecto, pero aparentemente yo no lo era, y debía estar a su altura sin importar qué.¿Y qué si tenía que sacrificar un gustito o un antojo? A fin de cuentas, la salud es importante.—Amiga, tengo una idea fabulosa, ¿y si nos inscribimos al gimnasio? —le comenté a Jimena.Entre ella, Ana y Sabrina, éramos el cuarteto de mosqueteras; y sí, ya sé que