Observé la mirada fija en mí, aquella llena de desagrado y molestia, mientras yo solo pude observarla de arriba abajo como basuraAhora podía darme ese gusto, justamente ahora que podía notar que le molestaba aún más que mi mirada llena de indiferenciaPues de la nada se escuchó el grito que esperaba de su parte―Maldita niña crees que tienes el mundo en tus manos, no tienes ni puta idea, no eres más que una miserable basura, una bruja estúpida, la mala suerte en persona…―Electra…Ella dio un brinco ante las duras palabras de parte de su esposo, en lo que me observo con aún más molestiaSe dejó caer de nuevo en su asiento y cruzo los brazos, estaba molesta, jamás me había detenido a notar que tanto madre como hijo se parecían muchoNo hablaba del parecido en personas, pues siempre había dicho que el padre de Calix sin duda era la viva estampa de su hijo ¿o se decía de manera diferente? No lo recordaba en este momentoAunque no negaré que su madre había puesto una semilla en él, pues
Emiliano―No puedo créelo, simplemente no puedo, no puedo…Un grito se escuchó en el lugar, en lo que di un pequeño gemido de fastidio, observé a la mujer frente a mí con una molestia bastante intrincada¿Qué hacía ella en mi oficina en primer lugar? Quería echarla de una buena vez, pero la última vez que lo intente, las cosas no salieron muy bienPues esta solía ser lo bastante escandalosa, como para crear chismes impropios de mí, como el hecho de que muchos creían que su comandante golpeaba a su prometidaQue la trata mal o que era un hombre cruel y malvado, odiaba que dijeran cosas como esas, todo por el hecho de que cuando por fin Calíope decida estar conmigoHay una gran posibilidad de que ellos consideren que era malvado con Helena, debido a que Calíope lo motivabaConocía muy bien las personas mal intencionadas y no deseaba que las cosas simplemente se salieran de control― ¿Me estás prestando atención?Helena colocó sus manos en sus caderas y me observo con furia, su vestido d
― ¿Por qué compraste tantas cosas inútiles?Observe la pila de cajas y joyas que había en un costado de la habitación todo ocupando un espacio innecesario, mientras me cruzaba de brazos y observa nuestra habitación.Con una completa irritación, pues no podía creer que este hombre de verdad fuese del tipo de que gastaba tanto sin importar.Estaba segura de que aquí había una fortuna, una completa fortuna en la que una familia promedio podría vivir tranquila por el resto de su vida.¿Qué a este hombre no le importaba el dinero? Lo observé a los ojos y lo vi morderse el labio inferior, mientras parecía no saber qué decir.Parecía no más que un pequeño niño regañado por su madre, sin duda alguna, muchas veces me hacía sentir de esta manera.¿Eso de deber al hecho de que Calix no fue reprendido como debería ser por esa madre que tiene? Aunque no creo que le haya hecho falta una figura materna.Sabía muy bien que su abuela había cubierto su necesidad, pues aquella lo amaba y cuidaba con un
―Mi señora… ¿Ocurre algo? ¿Desde cuándo está ahí?Landleli, quien se encontraba con el ama de llaves, me observaron con la mirada cargada de sorpresa, en lo que observe a las mujeres frente a mí con una clara molestia.Una que se notaba a plena vista, mientras que las mujeres frente a mí no sabían qué hacer o decir, solo me observaban con sorpresa.―No he logrado siquiera salir…Aquellas se observaron entre sí, estaban muy sorprendidas, mientras que Atlas, quien venía tras de mí, apretó los labios en una línea recta y podía notar que esté lo sabía.―Tengo prohibido salir… Aunque me preguntó ¿Desde cuándo lo tengo?Mi mirada se fue directamente hacia mi hermano, aquel hermano que solo mostró un gesto de disculpa, bajo la cabeza y se marchó por donde había entrado.―Y también me pregunto lo mismo, el señor no me informó de nada.El ama de llaves hablo un poco inquieta, mientras que Landleli, me observo como si fuese más que obvio, porque ahora mismo no sabía la verdad.Pues no era más q
—El lugar era hermoso, las flores estaban por doquier, mientras que una enorme fuente estaba en el centro, yo no podía quitar la mirada de todo lo que me rodeaba.Podría ver como las parejas hablaban entre ellas, como se veían todos tan emocionados y llenos de tanto amor.Mientras que yo solo podía pensar en el hecho de que me hubiese gustado estar aquí con Elrod, que él fuese quien me hubiese traído aquí por primera vez.Pero, en cambio, estaba él, justamente Emiliano, el hombre que con una vez soñé tener tantas cosas, incluso a este pequeño que crece dentro de mí.―Es hermoso ¿No es así?Mis ojos se desviaron hacia él, mientras que él sonreía como si no hubiese estado en mi hogar hacía solo unos momentos, regando comentarios terribles como un gánster.―Es hermoso, no lo conocía…Hable un poco incómoda, odiaba el hecho de que no lo conocía, darle el gusto de saber que él era el primero en venir aquí conmigo.Pues conocía muy bien a Emiliano, y eso de ser las primeras veces, era algo
Desde aquel día, había tenido paz, mi abdomen se abultaba cada día más, los seguimientos en la clínica habían sido constantes.Así como el hecho de que Elrod solía no dejarme jamás sola cuando tenía que ir a uno de aquel control con mi doctor.Sobre todo, cuando pudo notar exactamente como era nuestro trato, el hecho de llamarlo inútil todo el tiempo.Y parecer solo divertido con mi molestia, por lo que solía siempre estar en medio, siempre haciendo las cosas como debían ser.Mientras que yo me había dedicado a convertir mi hogar en la base de las damas, no había día que estas no viniesen aquí.No había día que no creara algo nuevo, algo innovador, desde clases de caligrafía, aquellas que parecía gustarles, hasta un club de lectura.Todo en busca de no volverme loca, pues al parecer Elrod estaba más que convencido en el hecho de que no me iba a permitir vivir afuera de este hogar.Incluso cuando le había demostrado que estaba muy sana, y el inútil de mi doctor, había indicado que lo e
No, debí haber permitido que me trajera hasta aquí, era sin duda una locura, pero aquí estaba justamente en la habitación.Todo mientras observaba al hombre frente a mí, aquel que me observaba de arriba abajo, como si viese un magnífico manjar.―Me estoy volviendo loco últimamente.Lo observé como si no entendiera de lo que hablaba, la verdad era que no lo hacía, ¿Volverse loco? ¿Por qué lo haría?Estaba tan extrañada con sus palabras, que solo pude fruncir el ceño y observarlo como si fuese una demente― ¿Por qué estarías volviéndote loco?Hable un poco inquieta, en lo que me había dejado en la cama, en lo que dio varios pasos, y paso sus manos por su cabello, para luego observarme.Lo hizo tan lentamente que me sentí un poco incómoda ¿Qué está escaneado? ¿Mi gordura? Bastardo, sabía muy bien que no estaba en mi mejor forma.Pero no era la razón para verme de aquella manera, por esa razón le mostré una, mueca molesta, mientras que él solo pudo sonreír un poco divertido.―no entiendo
Es un error, sin duda uno muy grande muy desagradable.―Señora Calíope, acabo de ir al segundo piso y terminé de reorganizar todo como nos había indicado,Mary el ama de llaves llego muy animada, todo mientras observaba las dos enormes fotografías que estaban en las escleras.Aquellas que estaba mirando junto a Atlas, hacía unos segundos mientras pensaba que era una completa locura, una muy grande y demente.― ¿Cierto que las escleras es mejor que el pasillo del fondo? Ambos retratos están al Aldo del uno del otro, no puedo creer que sean tan lindos, miren esas expresiones, es como un puchero.Una pequeña risita vino de parte de Atlas, mientras que yo solo apreté mis labios en una línea recta, observé al niño vestido de marinero en una enorme silla.Mientras sonreía con una elegancia digna de admirar, su cabello rubio peinado de lado, y sus ojos azules llenos de vida.Mientras que sus mejillas estaban sonrojadas y parecía mostrar una pequeña sonrisa, era un niño hermoso, uno que rogab