Quería reír, quería mostrar una sonrisa victoriosa, pero solo observé a la mujer, lo hice como si fuese solo una persona desconcertada de su mirada de ira.De su odio hacia todo lo que me respetaba, parecía ser que había ganado un gran enemigo, pero no me importaba, muy dentro de mí, estaba llena de júbilo.Aunque por fuera, iba a demostrar lo contrario, lo cierto era, que actuaría, de forma, completamente diferente.―Calix, no debes preocuparte, Isodel, solo estaba un poco incómoda, tal vez ha bebido un poco, no lo sé…Mostré una sonrisa amigable, mientras que esta me tenía aún sujeta del brazo y me dio una mirada cargada de furia y enojo.Me apretó un poco, lo suficiente, como para que hacer una mueca de dolor, algo que pareció alertar a Elrod, quien camino con rapidez hacia nosotras.Con un poco de brusquedad, alejo a la mujer de mí y la observo como si estuviera dispuesto a golpearla, si seguía comportándose de esa forma, hacia mí.―No lo entiendes Calix, esa mujer, es una mujer m
Después de una conversación cualquiera creía que Elrod, solo se alejaría de mí, que se mostraría hostil, o incluso llegaría a ser un hombre mezquino.Pero no era así, yo claro que estaba no le había asegurado nada, solo me había dado media vuelta y le había indicado un.“No seas tonto, no digas cosas ridículas”Aquello lo había dicho, mientras que mi corazón latía como loco, y estaba a punto de vomitar, pero me había controlado.Lo había hecho como toda una maestra, en ello, sin duda había ayudado demasiado las palabras crueles y malvadas de mi madre.Pues con ello, podría controlar mi expresión a pesar de todo lo que llegara a ocurrir a mi alrededor, no negaré que me tenía un poco fastidiada.Sobre todo, con el hecho de que ahora no lo podía hacer demasiado evidente, aunque me mostrara amable y cordial con todas esas mujeres.Y había sido una de las mejores anfitrionas posibles, la incomodad y la inquietud estaba ahí, muy presente, sigue ahí, después de dos semanas de ello.Sigue ahí
Mi vestido blanco, con bordados de flores, un sobrero para el sol, y una pequeña sombrilla que hace juego con mi vestidoUna maravilla sin duda, por lo menos eso diría una persona que no sentiría tan incómoda como yo lo estoy en estos precisos momentosTodo me molesta y me incomoda, la mujer en el espejo, aquella con largo cabello negro recogido en un moño elegante, maquillada sutilmenteCon sus labios un poco rojos, mientras aquel vestido resalta cada una de sus facciones, logra hacer que me pregunte ¿Cómo es que llegue a este punto?Habría muchas respuestas, pero la verdad es que es muy poco, lo que puedo decir, sobre todo, porque siempre me repito las mismas cosasEs como si mi excusa, estuviera incluso perdiendo credibilidad conmigo mismo, ¿Qué estoy tratando de decir? Incluso ni yo misma me comprendoSolo observé el mar azul, que se mostraba desde al balcón que estaba a un costado del enorme espejo y no pude evitar recordar todo aquelloLas palabras de la señora valencia, las mir
El disparo resonó en el lugar, la mesa estaba intacta, las mujeres sentadas frente a mí, con sus elegantes trajes mostraron una pequeña sonrisaNo parecían nerviosas, no, parecían más bien ansiosas, como si el hecho de que lo que ocurría a nuestro alrededor no pareciera de suma importanciaDi un largo suspiro, observe la situación frente a mí y me pregunte, ¿hasta cuándo tengo que soportarlo?Esto de lidiar con mujeres como estas, de tener que mostrarme como una esposa perfecta, todo me estaba molestado de manera colosalTanto así que muchas veces quería dejar este maldito papel que estaba interpretado, y solo marcharme lo más lejos posibleDi otro largo suspiro y rogué al cielo, que me ayudara a encontrar una manera de poder soportarlo―Parece que se encuentra incómoda señora Elrod…Una de ellas hablo con un tono preocupado, mientras las mujeres que hablaban entre su, me observaron un poco expectantes¿Qué buscan ahora mismo? ¿Mi debilidad? ¿O de verdad estaban preocupadas? La verdad
Corrí tan rápido como pude, todo para no permitir que no se golpeara la cabeza, lo hice con rapidez, que juro por los dioses que era digna de alagarPero ahora no me importa ser alagado, mi miedo, la ansiedad que siento ahora mismo, es más que suficienteComo para que me importe menos lo que ocurre a mi alrededor, solo la observaba a ella completamente ida, sin fuerza siquiera para sostener su preciosa cabezaElla estaba completamente sin fuerza, parecía muerta, y eso me lleno aún más de pánicoen lo que las mujeres parecían aterradas, pero de nuevo no me importaba, no me importaba nada―Calíope… Cali… mi amor… mi amor…Mis ojos estaban tan abiertos, mis lágrimas querían salir, estaba completamente desesperado, la posicioné en mi regazoPero ella no volvía, no lo hacía y yo estaba a punto de entrar en pánico, entonces note como al parecer el comandante Grant había sido alejado de mi ladoY sin más atlas se posicionaba frente a mí, este a pesar de su temor impreso en su rostro, parecía
No podía simplemente creer lo que acababa de decir este chico, lo observe con una mirada cargada de incredulidadMientras este me observaba como siempre lo hacía, como si sus palabras no fuesen tan cargadas de maldadPosiblemente, no lo hacía con maldad, si lo pensaba bien, este chico, solo hablaba con la verdad, era un digno hombre respetar por su franqueza―Muchas veces no sé si odiarte, o simplemente tenerte un profundo respeto…―Pido disculpa mi señor, no necesariamente, el hecho de que usted me odie o le agrede es algo que considere que me cause felicidad o desdicha…―En pocas palabras estás diciendo que no te importa lo que sienta por ti…Este no dijo nada, no me dio una respuesta clara, no me mostró un gesto de aceptación, pero tampoco me mostró un gesto de negativaLo que claramente estaba indicando que era de esa manera, que no le importaba un carajo lo que sintiera por él― ¿Cómo está ella? ¿Cómo es que decayó de nuevo? Creía que hacía muchos años, ella solo había mejorado,
―No puedo creer que además de una maldita niña ilegítima, sea una bastarda enferma ¿puedes hacer alguna cosa bien en tu maldita vida? ¿Dime qué clase de vida voy a tener con una miserable enferma como ella?― ¿Qué quieres entonces? ¿Tirarla a la basura como un maldito perro? Es nuestra hija, tú la aceptaste como tal ¿ahora me dices que no te sirve porque ella está enferma? ¿Es eso? ¿Eso es lo que intentas decir?―Miserable bastardo… debí haber dejado que esa bastarda….Tape mis oídos, no quería seguir escuchándola, no quería seguir sabiendo que parte más seguía en esta terrible discusiónAquella que me marco de por vida, que me maldije pro tener el cuerpo que tenía, en aquella donde deseé solo cerrar mis ojos y no volver jamásSolo quería llorar, solo quería gritar, quería tantas cosas, pero de hacerlo no solo sabrían que estaba ahí, también sabían que había escuchado cada palabraSabía muy bien que mi madre solo estaría más que satisfecha al verme tan desecha, mientras mi padre haría
― ¿Estás llorando?Los observé llena de dudas, no podía creerlo, a pesar de poder ver su expresión llena de sufrimiento, a pesar de notar que caían sus lágrimas sobre mi rostroYo aún no podía créelo, no podía siquiera sobrellevar el hecho de que ahora mismo, un hombre como lo era Calix ElrodUn hombre fuerte, dominante, uno que siempre tenía una sonrisa socarrona y que era admirado por todos sus compañeros en la miliciaJustamente ese hombre ahora se mostraba desecho, completamente desecho ante mí y podía jurar que mi expresión lo decía todoPues él de a poco me libero del agarre en el que me tenía sometida, y pareció notar lo que estaba haciendo, y sin más solo quedo sentado en la punta de la camaMientras de mi parte, no salía ni una sola palabra, pues no sabía siquiera qué decir o hacer ante esta situación―Sé que eres inteligente, pero, esto es ridículo, no importa lo que digas…Él se quedó en silencio, paso su mano por su rostro y al final solo quedo una de sus manos en su rostr