James se encontraba muy distraído observando con sonrisa en boca las caritas dibujadas en el yeso de brazo derecho, Matt era el único culpable, pero Ryan había dibujado algo también, todo por la insistencia de Matt, obviamente. Y aun James se encontraba descifrando que era exactamente lo que había dibujado su guardaespaldas, no parecía algo con forma.
—¿Qué es?— Preguntó James una vez que su guardaespaldas se dignó a aparecer, este ya estaba vestido y vaya, el traje negro te quedaba pintado. James tuvo problemas para apartar la mirada, entonces no lo hizo.
—¿Qué cosa?— Ryan ya estaba ocupándose de arremangar mucho mejor la manga del traje y camisa del chico, cuidando de no hacer daño ya que se trataba del brazo lastimado y enyesado.
—Esta cosa que esta aquí— James señaló el dibujo, la cosa sin forma, que este había hecho. —¿Solo hiciste un garabato, verdad?—
Ryan sonrió, no fue una gran sonrisa,
James se quedó observando al chico detrás de Whitworth, y dedujo que no debería de tener más de veinticinco años, lucia joven pero a su vez parecía ya tener experiencia. Pero dejando aquello de lado, ¿Quién era y que quería este chico? Mitchell parecía haber perdido todo el humor, lo poco que tenía. —Lo siento, es un conocido mío— Su voz era sebera, y amarga.—No deberias estar aquí, estoy ocupado, ¿o es que no lo ves?— —¿Una cita? Eso fue rápido, como sea, solo estoy tratando de ser cortes, ¿o debería de solo ignorarte?— Este parecía estar de un humor raro. James no quiso sospechar de más, pero estos dos parecían ser más que simples conocidos, además las las palabras del chico fueron raras. Pero bien, a él no podía importarle menos, y al parecer era un buen momento para irse. Por lo que se puso de pie y sonrió. —Me iré ahora, gracias por la cena y espero que cumpla con su parte
Y esto era lo que Ryan se había propuesto a evitar, ellos podrían ser vistos por cualquiera de los empleados. Aquello si sería un gran desastre, habían tenido suerte de que Matt fuera el que los haya visto aquel día en la terraza y no alguien más. Todo se hubiera ido al carajo, y no estaba exagerando. —Detente, no es un buen lugar— Ryan se alejó y obligó al chico a hacerlo también, —No estas siendo cuidoso y ni razonable— James se limpió los labios, su guardaespaldas tenía razón. Él quería enfrentar a su padre, hacerle rabiar, pero esto simplemente causaría más de lo pensando. Lo más seguro es que fuera lastimado, no sería nada nuevo que su padre le golpeara tras haber cometido graves errores. —Vamos, le diré al cocinero que prepare el desayuno—. Ryan tomó un caminó contrarió al chico. ... Lo ideal, como se había dicho antes, no era ir lento, sino que todo lo contrario, y bien, es eso
... ¿Cómo diablos iba a caber esa cosa en su boca? ...Esa había sido la pregunta que se hizo James hace dos días, quien iba a decir ahora que su pregunta estaba siendo totalmente lo opuesto, pues... ahora mismo estaba tratando de meter mucho más que solo la punta, oh claro, James tenía la polla de su guardaespaldas nuevamente es su boca. En los dos días trascurrido esto había pasado por lo menos unas cinco veces. James fue arrastrado, él era alguien muy accesible cuando la excitación en su cuerpo iba en aumento.Ryan lo había usado, uso la boca del chico para aliviarse y lo iba a seguir haciendo de nuevo las veces que fueran necesarias. Llevó su mirada hacia el chico arrodillado entre su entrepierna, el mocoso había aprendido rápido; Solo dos días y este ya sabía como usar sus labios y
La madre de James había sido una mujer muy hermosa, carismática y amable, no había persona que le hubiera tenido rencor u odio; Ella se había hecho querer, aunque no se esforzaba para nada. Y James alguna vez tuvo la idea de ser como ella, parecía ser feliz, y él quería serlo también. Era un niño bastante ingenuo, más de lo que era ahora, y por ello no se percataba de las cosas malas que estaba ocurriendo, él no se entero hasta muy tarde que su madre en realidad era la mujer más infeliz del mundo. Que ocultaba sus lagrimas y sonreía como si todo estuviera bien, pero nada lo estaba."Aléjate de tu padre"...Esas fueron las últimas palabras que James escuchó de su madre, y no era para menos que entonces pensara que el causante de su muerte había sido su propio padre. Pero James había estado ese d&ia
James no sonrió cuando abrió la puerta de su heladera y vio potes y potes de pudín, algo anda mal. Algo rondaba por su cabeza, ¿se trataba de culpa tal vez? Era lo más probable, ya que de vez en cuando sus ojos se fijaban en la mano vendada de su guardaespaldas. Y bien, no podía negar que se sentía muy estúpido por haber actuado de esa estúpida manera. Joder, había querido lanzarse, y de hecho se había soltado y él había estado cayendo, tuvo suerte de ser atrapado por el tipo que se entraba a pasos suyos.Tanto James como Ryan se encontraban almorzando en el abierto comedor de la mansión, de fondo se escuchaba las noticias ya que el televisión del living se encontraba encendido. El silenció entre James y su guardaespaldas era bastante incomodo, al menos para James. Ya habían pasado horas de lo ocurrido, se trataba de
James fue como un gato al crisparse, él totalmente se tenso en su lugar, hasta había dado un pequeño saltito del susto. Como pudo y de manera rápida peinó sus cabellos, sabía que estaba hecho un desastre, pero al menos tenía que disimular un poco.Pero...—No bajes la ventanilla, solo arranca el auto— James no estaba confiado en su apariencia, ¿y si la persona del otro lado adivinaba lo que habían estado haciendo? Seria algo casi imposible, pero había una pequeña posibilidad. Pero el gran imbécil de su guardaespaldas no lo escuchó y la ventanilla ya estaba bajando.—Idio- ¿Hola?— La sonrisa de James era graciosa, y daba miedo, pero sobretodo era graciosa.—¿Ocurre algo?— Mentalmente estaba asesinando de mil maneras al tipo en asiento de conductor.—Eso me pregunto yo,
James no tenía buena cara al despertar, y no era para menos luego de haber tenido sueños confusos y ridículos. ¿En serio había soñado que era novio deRyan, su imbécil guardaespaldas?, ¿y qué tenían una vida bastante amorosa?... Sin duda habían sido pesadillas, aunque no se despertó asustado, aun así, lo eran. Matt se encontró muy entretenido, picando la mejilla sonrosada de James, no había respuesta alguna, su amigo parecía estar muy distraído, perdido en sus pensamientos. Y James lucia gracioso, llevando comida a su boca y errando, además su entrecejo fruncido lo hacía ver mucho más cómico. Matt terminó chasqueado sus dedos frente a los ojos de este. James parpadeó, por fin. —¿Es qué tanto piensas? Si se puede saber— —Soñé con m- James rápidamente cerró la boca, estaba por decir algo estúpido y lo sabia. Diablos, casi cometía un gran error. ¿Qué pensaría Matt de él si lo supiera todo? Si sup
Y sin quererlo, James se encontró mejor luego de ser besado; Los labios sobre los suyos fueron tranquilos, casi una caricia. Lo peor fue cuando el dolor en su pecho disminuyó, cosa que no era para nada racional, es decir, este tipo, su guardaespaldas, estaba creando en él cosas nuevas y muy malas, sentimientos nuevos a lo que James podría hacerse adicto. No era una buena idea, ni ahora ni nunca. Ryan no se alejó una vez besó los labios del chico, él se tomó su tiempo en tratarlo con cuidado, todo estaba en los ojos de James; Podía ver lo lastimado que estaba, y aquello le causaba molestia sin sentido. —Tengo algo para el golpe en tu mejilla— Sus dedos rozaron la zona lastimada, la mejilla del chico estaba caliente y roja, no era para menos luego de dos seguidos y fuertes bofetadas. —Ve a la cama, iré por el— James negó, alejándose bruscamente de su guardaespaldas, —Te lo dije, siempre la culpa será mía, pero no me