James había pensado que ya tenía la decisión en mente, la cual era volver al departamento, pero apenas había entrado y vio la mancha seca de sangre, su estómago se revolvió y las imágenes de ese día volvieron como un golpe directo a su cabeza. No podía, no si el recuerdo iba a volver un sin fin de veces.
—Hay que terminar de empacar— Dijo James luego de unos minutos, aun con la mirada puesta en la sangre seca en el piso. Puede que aquello tenga una solución realmente rápida, era tan simple cambiar esa parte del piso, pero eso no cambiaría nada. Deshacerse de una mancha en el piso no haría que también los recuerdos desaparezcan.
Ryan lo llevó consigo a la habitación, no queriendo que James siguiese atormentándose por algo que claramente no era su culpa. Ryan esperaba que con el tiempo James se convenciera de
James lo notó muy claramente, porque ningún extraño solo se acercaba y empezaba a poner sus manos sobre ti, en este caso, sobre tu novio. Era obvio que esa mujer conocía a Ryan, y viceversa. Pero James no iba a actuar como un novio ardiendo en celos, él era mejor que eso. Por lo que solo tomó el brazo de Ryan y lo tiró hacia él, y si tal vez fue brusco, no le importaba en lo absoluto.—¿No buscabas el baño?— James trató de sonar lo más afable posible, hasta estaba mínimamente sonriendo, al menos eso esperaba.—Esta por allá— Indicó James, señalando el pasillo.Los ojos claros de la mujer pasaron por ellos, examinándolos para finalmente volver a sonreír en grande. Ella habló:—Lo siento, me emocione un poco al verte de nuevo— Su mirada clavada únicamente en Ryan, pe
Ignorando un par de cosas, Matthew se hizo camino hacía su pareja, el cual hablaba con dos hombres mucho más mayores que él. Fue sutil en aparecer junto a Oliver y saludar educadamente, no dejando ver su molestia por todos las caras nuevas que se encontraban en el living.—¿Podemos hablar?— Preguntó Matt en un tono controlado y con sonrisa en boca, porque lo menos que quería ahora era hacer una escena.Oliver se alejó junto al chico, ambos quedándose cerca de una de las ventanas y lo bastante alejados para que nadie los escuchase.—¿Qué es todo esto?— Apenas preguntó Matt una vez ya no tenían a nadie alrededor, pero aun se mantenía en control puesto que no eran invisibles y aun se encontraban en el living.—Tú no me dijiste nada— En serio Matt no quería actuar de esta manera, pero habr&iacut
Lo que Ryan había investigando hasta ahora sobre la desaparición del hermano de Melissa no era nada alentador, el chico había estado involucrado con personas muy peligrosas, y además de ello, él fue un completo idiota. Porque en el mundo del trafico de drogas la primera regla era no traicionar al que te ofrece dichas sustancias, y bien, eso mismo era lo que el chico idiota había hecho. Al parecer, Roy, el hermano de Melissa, le robo al jefe una gran cantidad de droga, lo cual lo hizo un blanco perfecto. "La última vez que fue visto, Roy estaba atado e inconsciente, dentro del maletero de un auto. No se veía bien, parecía estar en las últimas. Dudo mucho que haya sobrevivido. Nadie le roba al jefe y sale con vida, él se lo buscó. No pierdas tu tiempo en esto, Richard" Al terminar de leer, Ryan mostraba un ceño fruncido. Richard... ya nadie lo llamaba de esa manera, y prefería que nadie lo hiciera. Richard era del pasado, un niño escuálido e inútil, inservible en todos los sentidos. Es
El remordimiento no era lo suyo, realmente no, Ryan ya no tenía ese tipo de problemas. Pero ahora que era un nuevo hombre, un hombre bueno, parecía ser que ese sentimiento había vuelto a él, lo cual era sin duda bastante problemático en muchos sentidos. Porque el remordimiento podía hacerle a cualquiera actuar de forma inapropiada y estúpida, y Ryan estúpidamente estaba comenzando actuar de esa manera. No había pasado mucho tiempo desde que dejó la cama, y Ryan ya estaba volviendo a llamar a Melissa, y obviamente él no obtuvo respuesta esta vez, y sabía que no la iba a volver a obtener, no directamente desde su móvil. Ryan pensó en dejar este tema de lado, quiso hacerlo, pero simplemente no pudo. Al despertar, lo primero que lo golpeó fue el recuerdo reciente de la llamada de ayer a la noche, una que había durado apenas unos cuantos segundos. Pero al parecer esos segundos fueron los suficientes para hacer que Ryan se sintiera en cierta forma un poco culpable. —Joder...— Cerrando el
Esta no había sido la idea, nada de esto estaba planeado, en serio Ryan no quería involucrarse más en problemas, pero no podía hacer la vista gorda en situaciones como estas. Él quería hacer las cosas bien, lo correcto. Y había algo más, Ryan pudo darse cuanta que tal vez no podía vivir sin este tipo de cosas en su vida. La adrenalina que sentía era casi única, y Ryan esperaba que esto no fuera un problema a futuro. Sobre todo para el bien de James. Los enemigos eran fáciles de hacer en este tipo de situaciones y entornos, en especial cuando eres de los buenos e intentas estropear los planes malignos, por así decirlo. Y sin duda era algo que ya había quedado más que en claro.Ryan tenía muy en cuanta todo eso, lo hacía, y por ello debía de ser cuidadoso, lo más cuidadoso posible. Pero era consciente de que tal vez tuviera que arriesgarse un poco. Sabía que iba a tener que hacer uso de su arma, esperaba que no, pero no iba a engañarse.Él volvió a recibir otro llamado, era claro supo,
Obligadamente, Ryan se vio tuvo que retroceder, porque no se trataba de una persona, sino que pudo distinguir dos voces dirigirse hacia donde él estaba. Y lo que menos debía de hacer ahora era llamar la atención, por lo que volvió a la habitación sin puerta, donde aun el tipo se encontraba inconsciente el piso. Ryan esperaba que el hombre no volviera en sí en estos momentos. Chasqueando la lengua, Ryan fue atentó, escuchando a los dos tipos hablar y no llegando hasta donde él estaba, donde su compañero inconsciente estaba. Fue algo a su favor, pero sobre todo, lo fue el que ellos abrieran la puerta cerrada, donde se encontraba Melissa. Era el momento. Ryan sacó su cabeza, observando, no dando con nadie cuidando afuera de la puerta, y era algo lógico, puesto que ninguno de ellos se esperaba a que alguien fuera en busca de la mujer. Nadie imaginaba que alguien se colara a la fabrica con ese motivo. Ya con arma en mano, Ryan comenzó a moverse de nuevo, siempre manteniendo la calma y s
Luego de unas dos largas horas en el hospital, dando explicaciones a la policía y los médicos que se encargaron de Melissa, Ryan ya estaba volviendo a su camioneta, ahora si poniéndose en marcha hacia la mansión. En el camino pensó en si llamar a James, para al final decidir que no, prefería tener una conversación cara a cara que por celular. Además, estaba al volante.No le tomó mucho tiempo en llegar, solo un poco más de media hora gracias al transito liberado, y Ryan en parte estaba algo así como aliviado, pero por otro lado sabía que iba a ganarse un buen y gran regaño, solo esperaba que James no estuviera enojado con él por mucho tiempo. Uh, eran muy malos cuando de estar enojados se trataba, parecía que no podían manejarlo con la madurez necesaria, aunque al final, ellos terminarían envueltos entre sí y debajo de las sabanas. El sexo de reconciliación sin duda era más que bueno, pero todo el estrés anterior a aquello no lo era, y a decir verdad, Ryan prefería no tener sexo de re
—¿Estas seguro que quieres que siga con esto?— Preguntó Ryan luego de que ambos se hayan dicho buenas noches. Claro, Ryan no podía dormir aun, no al tener la duda en mente. Y no habían discutido, no cuando estaban siendo rodeados y claramente era un tema de los dos, no de los demás.James se removió, acariciando su mejilla contra el bíceps de su pareja, también movió su pierna y la ubicó sobre las caderas de Ryan, pronto sintió una mano sobre su glúteo. Ahora si estaba bastante cómodo. —Lo estoy— James le sonrió, —Después de todo lo que pasamos, sobretodo tú, se que puedes con cualquier cosa. Uhm... eres difícil de matar— Rió un poco, aunque no debía de hacerlo por el simple hecho del tema que estaba tocando, pero no pudo evitarlo, agregó:—Eres como John McClane de duro de matar— Volvió a reír un poco.—¿En serio?— Ryan ya tenía una sonrisa algo ingenua y una ceja alzada, aunque en la oscuridad no se podía divisar muy bien. Solo teniendo la luz de la luna colándose por la cortina mal