No había pasado una hora, pero Ryan pensó que lo mejor seria ir en busca del chico, no porque se preocupara por él o algo por el estilo, simplemente ya estaba siendo hora de ir a clases. Lo buscó en el comedor, en los baños y recorrió los pasillos. Todo aquello había sido una perdida de tiempo cuando se topó con Matt, pues este le dijo lo había visto en uno de los asientos de afuera de la universidad, cerca de los árboles.
—¿Ocurrió algo, verdad?— Matt no esperó a que le respondiera, —Ir contigo a buscarlo— El fastidio en su voz era palpable, —Espero que no hayas sido un idiota, diciéndole cosas hirientes— Sacó su celular y marcó el numero de su amigo, claro, el celular de James estaba apagado. —Tipos como tú no tienen en cuanta los sentimientos de
—¿Pariente, o parientes de James Lawrence?— Anunció al parecer el medico a cargo, pero no estaba solo, detrás suyo venia otro hombre más joven también en bata blanca.—Soy su hermano— Ryan no había esperado todo ese tiempo tranquilamente en su asiento, estaba inquieto y era entendible, él no estaba para nada conforme ni feliz en dejar algo a la mitad. Su instinto, se podría decir asesino, no le dejaba estar en calma. Era como un animal persiguiendo a su presa, en esta ocasión, era un animal frustrado por no poder tras su indefensa presa.Ryan no había sido entrenado de esta manera, a él nunca se le había permitido dejar ir a su victima. Y con él tiempo aquello le quedo muy en claro.El medico fue algo obvió en observar de cierta manera al supuesto hermano de su paciente, —Bien, el
Transcurridos los veinte minutos, James volvió a despertar, y en esta ocasión él ya se encontraba mucho más consciente de lo sucedido. Y el dolor en todo su cuerpo fue más palpable. La mortificación estaba escrito en todo su rostro, sus sentimientos estaba revueltos. —El medido dijo que te podrías ir a casa mañana por la mañana— Matt le informó, este era todo sonrisas ahora. —¿Necesitas algo amigo?— Pero James no quería seguir molestando a nadie más, y mucho menos a Matt. —Estoy bien—. Mentiroso, su garganta estaba seca, necesitaba un poco de agua. Ryan era muy bueno leyendo a alas personas, por lo que ya tenía consigo una botella de agua. —Inclina un poco la cabeza— James no lo hizo de manera inmediata, él se quedo observando a su guardaespaldas, no lo rechazó. —G-gracias...— Inclinó su cabeza, fue lento y cuidoso en beber de la botella. —Déjame limpiar esto— Matt tomó un poco de pap
Y nuevamente Ryan fue arrastrado por Matt, por lo que ahora los tres: James, Ryan y Matt, se encontraban en la cama, ellos estaban viendo una película de acción. Y James se encontraba entre medio de su amigo y su guardaespaldas, mientras era alimentado con pudín. ¿Bastante gracioso? Definitivamente. Había sido un buen día, uno muy agradable y divertido.James se sintió tan a gusto y cómodo, que aquello lo sorprendió demasiado. Luego Matt habló con él de algunas cosas, de que no debía de comprarle objetos valiosos o caros para que permaneciera a su lado, y por supuesto James se había sentido muy apenado, pero al mismo tiempo se sintió tan malditamente aliviado que pensó que nunca soltaría la mano de su ahora mejor amigo, aunque Matt siempre lo había sido. Su corazón se sintió un poco más lige
Ryan eficientemente se encargó del asunto de la universidad, y bien, tanto él como el chico James estarían ausentes por dos semanas. Su explicación había sido habían sufrido un accidente automovilístico, y el director o maestros de la universidad no tuvieron problema alguno. Era tan obvio que ellos estaban al tanto del apellido Lawrence, y claro, la universidad también recibía un poco de ayuda financiera de Harrison Lawrence. Pero bien, aquello puso las cosas mucho más fáciles, con respecto a ello, pues las cosas en la mansión Lawrence no estaban yendo del todo tranquilas. James estaba negado a ser ayudado en la ducha, él no quería ser bañado por nadie, menos por guardaespaldas. —¡No me toques!— James se encontraba arrinconado en una de las esquinas del cuarto de baño, y estaba muriendo de frío ya que solo tenía puesto sus pantalones anchos y su espalda estaba apegada a los azulejos fríos de la pared.—¿Dónde es
Decir que no había tensión rondando en la habitación, seria una gran mentira obvia. Solo bastaba con dar una buena mirada a las únicas dos personas ahí dentro y todo quedaba muy en claro. ¿Tal vez se trataba de tensión sexual?... Seria lo correcto en pensar, pero ahí vamos de nuevo, ni James ni Ryan estaban interesados en hombres, ni mucho menos en tener sexo con uno. Pero había que aclarar algo, había algo más resultaba mucho más molesto y desconcertante, y era el hecho de que ellos se querían el uno al otro, por supuesto, no había más que lujuria, tener sentimientos el uno por el otro no era una. Solo era lujuria y nada más. Lujuria que debería ser ignorada por ambas partes, e hicieron un buen trabajo en las próximas horas, hasta que las luces de la habitación se apagaron y James fue recostado en su cama. Ellos simplemente se encontraron muy cerca y para cuando se dieron cuenta, sus lenguas se encontraban enlazadas entre
—¿Vamos a estar haciendo esto por cuanto tiempo?— James preguntó luego de que sus labios fueran por fin liberados. Se relamió con ganas de más, pero tenía que obtener una respuesta, necesitaba una. Ryan dejó de estar de sobre su rodilla, tomando el lugar libre en el sillón; él apenas tomó asiento su cabeza descansó en el respaldo del sillón, y sus párpado se encontraban cerrados. Parecía estar pensando en alguna respuesta, obviamente estaba costándole encontrar una. Sus brazos se cruzaron y luego de un largo minuto, Ryan miró de vuelta al chico. James ya estaba tomando asiento, acercándose inconscientemente a su cuidador. Hubo una apropiada distancia, pero solo bastaba estirar un poco y ellos estarían tocándose de nuevo. James estaba sentado de lado, los dedos de sus manos jugando entre sí. ¿Nervioso? Completamente. Un suspiro,—Supongo que deberíamos detenernos— —Supones bien— El silencio se hizo presento de
—Bien, esto es extraño, Matt, ¿qué esta ocurriendo?— James parecía ser el único en estar preguntándose aquello, pues siquiera y su guardaespaldas estaba interesado en lo que sucedía, solo se mantenía de brazos cruzados y mirando hacia afuera. Y bueno, Matt se ocultaba detrás de la carta del menú del restaurante, porque sí, estaban en uno, ocupando una mesa.—¡Matt!— —¡Shhh!— Matt ocultó también a su amigo tras el menú.—Que no te escuchen— James ahora estaba curioso y muy confuso, aunque él rápidamente armó una historia en su cabeza, —No me digas que estamos espiando al amante de tu novia, ¿es ese tipo de traje?— James le echó otra mirada al tipo bien vestido, y joder,—Estas en grandes problemas, él es muy atractivo— Ryan dejó de observar hacia el exterior, él había estado vigilando por alguna amenaza, aunque estaba demasiado seguro que nada podría suceder. Su atención ya estaba devuelta en chico La
James se encontraba muy distraído observando con sonrisa en boca las caritas dibujadas en el yeso de brazo derecho, Matt era el único culpable, pero Ryan había dibujado algo también, todo por la insistencia de Matt, obviamente. Y aun James se encontraba descifrando que era exactamente lo que había dibujado su guardaespaldas, no parecía algo con forma. —¿Qué es?— Preguntó James una vez que su guardaespaldas se dignó a aparecer, este ya estaba vestido y vaya, el traje negro te quedaba pintado. James tuvo problemas para apartar la mirada, entonces no lo hizo. —¿Qué cosa?— Ryan ya estaba ocupándose de arremangar mucho mejor la manga del traje y camisa del chico, cuidando de no hacer daño ya que se trataba del brazo lastimado y enyesado. —Esta cosa que esta aquí— James señaló el dibujo, la cosa sin forma, que este había hecho.—¿Solo hiciste un garabato, verdad?— Ryan sonrió, no fue una gran sonrisa,