Ryan eficientemente se encargó del asunto de la universidad, y bien, tanto él como el chico James estarían ausentes por dos semanas. Su explicación había sido habían sufrido un accidente automovilístico, y el director o maestros de la universidad no tuvieron problema alguno. Era tan obvio que ellos estaban al tanto del apellido Lawrence, y claro, la universidad también recibía un poco de ayuda financiera de Harrison Lawrence.
Pero bien, aquello puso las cosas mucho más fáciles, con respecto a ello, pues las cosas en la mansión Lawrence no estaban yendo del todo tranquilas. James estaba negado a ser ayudado en la ducha, él no quería ser bañado por nadie, menos por guardaespaldas.
—¡No me toques!— James se encontraba arrinconado en una de las esquinas del cuarto de baño, y estaba muriendo de frío ya que solo tenía puesto sus pantalones anchos y su espalda estaba apegada a los azulejos fríos de la pared. —¿Dónde es
Decir que no había tensión rondando en la habitación, seria una gran mentira obvia. Solo bastaba con dar una buena mirada a las únicas dos personas ahí dentro y todo quedaba muy en claro. ¿Tal vez se trataba de tensión sexual?... Seria lo correcto en pensar, pero ahí vamos de nuevo, ni James ni Ryan estaban interesados en hombres, ni mucho menos en tener sexo con uno. Pero había que aclarar algo, había algo más resultaba mucho más molesto y desconcertante, y era el hecho de que ellos se querían el uno al otro, por supuesto, no había más que lujuria, tener sentimientos el uno por el otro no era una. Solo era lujuria y nada más. Lujuria que debería ser ignorada por ambas partes, e hicieron un buen trabajo en las próximas horas, hasta que las luces de la habitación se apagaron y James fue recostado en su cama. Ellos simplemente se encontraron muy cerca y para cuando se dieron cuenta, sus lenguas se encontraban enlazadas entre
—¿Vamos a estar haciendo esto por cuanto tiempo?— James preguntó luego de que sus labios fueran por fin liberados. Se relamió con ganas de más, pero tenía que obtener una respuesta, necesitaba una. Ryan dejó de estar de sobre su rodilla, tomando el lugar libre en el sillón; él apenas tomó asiento su cabeza descansó en el respaldo del sillón, y sus párpado se encontraban cerrados. Parecía estar pensando en alguna respuesta, obviamente estaba costándole encontrar una. Sus brazos se cruzaron y luego de un largo minuto, Ryan miró de vuelta al chico. James ya estaba tomando asiento, acercándose inconscientemente a su cuidador. Hubo una apropiada distancia, pero solo bastaba estirar un poco y ellos estarían tocándose de nuevo. James estaba sentado de lado, los dedos de sus manos jugando entre sí. ¿Nervioso? Completamente. Un suspiro,—Supongo que deberíamos detenernos— —Supones bien— El silencio se hizo presento de
—Bien, esto es extraño, Matt, ¿qué esta ocurriendo?— James parecía ser el único en estar preguntándose aquello, pues siquiera y su guardaespaldas estaba interesado en lo que sucedía, solo se mantenía de brazos cruzados y mirando hacia afuera. Y bueno, Matt se ocultaba detrás de la carta del menú del restaurante, porque sí, estaban en uno, ocupando una mesa.—¡Matt!— —¡Shhh!— Matt ocultó también a su amigo tras el menú.—Que no te escuchen— James ahora estaba curioso y muy confuso, aunque él rápidamente armó una historia en su cabeza, —No me digas que estamos espiando al amante de tu novia, ¿es ese tipo de traje?— James le echó otra mirada al tipo bien vestido, y joder,—Estas en grandes problemas, él es muy atractivo— Ryan dejó de observar hacia el exterior, él había estado vigilando por alguna amenaza, aunque estaba demasiado seguro que nada podría suceder. Su atención ya estaba devuelta en chico La
James se encontraba muy distraído observando con sonrisa en boca las caritas dibujadas en el yeso de brazo derecho, Matt era el único culpable, pero Ryan había dibujado algo también, todo por la insistencia de Matt, obviamente. Y aun James se encontraba descifrando que era exactamente lo que había dibujado su guardaespaldas, no parecía algo con forma. —¿Qué es?— Preguntó James una vez que su guardaespaldas se dignó a aparecer, este ya estaba vestido y vaya, el traje negro te quedaba pintado. James tuvo problemas para apartar la mirada, entonces no lo hizo. —¿Qué cosa?— Ryan ya estaba ocupándose de arremangar mucho mejor la manga del traje y camisa del chico, cuidando de no hacer daño ya que se trataba del brazo lastimado y enyesado. —Esta cosa que esta aquí— James señaló el dibujo, la cosa sin forma, que este había hecho.—¿Solo hiciste un garabato, verdad?— Ryan sonrió, no fue una gran sonrisa,
James se quedó observando al chico detrás de Whitworth, y dedujo que no debería de tener más de veinticinco años, lucia joven pero a su vez parecía ya tener experiencia. Pero dejando aquello de lado, ¿Quién era y que quería este chico? Mitchell parecía haber perdido todo el humor, lo poco que tenía. —Lo siento, es un conocido mío— Su voz era sebera, y amarga.—No deberias estar aquí, estoy ocupado, ¿o es que no lo ves?— —¿Una cita? Eso fue rápido, como sea, solo estoy tratando de ser cortes, ¿o debería de solo ignorarte?— Este parecía estar de un humor raro. James no quiso sospechar de más, pero estos dos parecían ser más que simples conocidos, además las las palabras del chico fueron raras. Pero bien, a él no podía importarle menos, y al parecer era un buen momento para irse. Por lo que se puso de pie y sonrió. —Me iré ahora, gracias por la cena y espero que cumpla con su parte
Y esto era lo que Ryan se había propuesto a evitar, ellos podrían ser vistos por cualquiera de los empleados. Aquello si sería un gran desastre, habían tenido suerte de que Matt fuera el que los haya visto aquel día en la terraza y no alguien más. Todo se hubiera ido al carajo, y no estaba exagerando. —Detente, no es un buen lugar— Ryan se alejó y obligó al chico a hacerlo también, —No estas siendo cuidoso y ni razonable— James se limpió los labios, su guardaespaldas tenía razón. Él quería enfrentar a su padre, hacerle rabiar, pero esto simplemente causaría más de lo pensando. Lo más seguro es que fuera lastimado, no sería nada nuevo que su padre le golpeara tras haber cometido graves errores. —Vamos, le diré al cocinero que prepare el desayuno—. Ryan tomó un caminó contrarió al chico. ... Lo ideal, como se había dicho antes, no era ir lento, sino que todo lo contrario, y bien, es eso
... ¿Cómo diablos iba a caber esa cosa en su boca? ...Esa había sido la pregunta que se hizo James hace dos días, quien iba a decir ahora que su pregunta estaba siendo totalmente lo opuesto, pues... ahora mismo estaba tratando de meter mucho más que solo la punta, oh claro, James tenía la polla de su guardaespaldas nuevamente es su boca. En los dos días trascurrido esto había pasado por lo menos unas cinco veces. James fue arrastrado, él era alguien muy accesible cuando la excitación en su cuerpo iba en aumento.Ryan lo había usado, uso la boca del chico para aliviarse y lo iba a seguir haciendo de nuevo las veces que fueran necesarias. Llevó su mirada hacia el chico arrodillado entre su entrepierna, el mocoso había aprendido rápido; Solo dos días y este ya sabía como usar sus labios y
La madre de James había sido una mujer muy hermosa, carismática y amable, no había persona que le hubiera tenido rencor u odio; Ella se había hecho querer, aunque no se esforzaba para nada. Y James alguna vez tuvo la idea de ser como ella, parecía ser feliz, y él quería serlo también. Era un niño bastante ingenuo, más de lo que era ahora, y por ello no se percataba de las cosas malas que estaba ocurriendo, él no se entero hasta muy tarde que su madre en realidad era la mujer más infeliz del mundo. Que ocultaba sus lagrimas y sonreía como si todo estuviera bien, pero nada lo estaba."Aléjate de tu padre"...Esas fueron las últimas palabras que James escuchó de su madre, y no era para menos que entonces pensara que el causante de su muerte había sido su propio padre. Pero James había estado ese d&ia