James no dejaba de observarse en su espejo, él lucia bien, extremadamente muy bien; No quería pecar de vanidad, pero lucia apuesto y estaba seguro que recibiría muchas miradas esta noche. Agitó levemente sus cabellos castaños y los levó hacia atrás, y volvieron a su lugar, como solía ocurrir. Su mirada bajó, vestía una camisa negra y había dejado dos botones desabrochados, dejando ver un collar de plata; Bajó un poco más, dio con sus pantalones ajustados, rasgados a la altura de sus rodillas. Le gustaba como se veía, se sentía sexy y tal vez lo estaba siendo.
Él no era alguien que dejaba todo a su apariencia, no tenía confianza en ella después de todo, por lo que siempre trató de ser "romantico", comprándole cosas caras a las chicas con las cuales salía, o simplemente te
Las cosas no estaban yendo como James las había planeado, pues no se suponía que ahora estuviese deseando tener la lengua de su guardaespaldas en su boca, tampoco se suponía que estuviese mirándole de esta hambrienta manera. James no estaba muy seguro de como estaba luciendo ahora mismo, pero de alguna manera tenía una idea, y era un tanto vergonzoso, aunque no estaba importándole, tal vez si estaba del todo ebrio. Pues no existía otra explicación.Un jadeo le hizo dejar de observar a su guardaespaldas, por fin su mirada estaba sobre la chica que estaba besando.—Wow, eso estuvo bastante bien—. Ella se prendió, ya estaba lo suficientemente ebria como para sostenerse por si misma.—Vayamos arriba— Susurró,—Podríamos tener algo de diversión—A James no le pareció una mala i
James fue recostado en su cama con cuidado, Ryan no quería despertarlo aunque dudaba que lo hiciera, aun así fue cuidadoso. Cubriendo luego con una manta al chico, pero Ryan sabía que debía de hacer más, tal vez darle de tomar un poco de agua, era lo mejor para alguien ebrio. Además él también estaba urgido de beber un poco de agua, su seca garganta se lo suplicaba.—Que fastidio— Ryan ya estaba en sí, completamente en sí,—Sabia que terminaría siendo una maldita niñera— Él le dio una última mirada al chico que dormía como un bebe, no pudo evitar sonreír casi si humor. ¿Realmente se habían besado de esa manera?... Suspirando dejó la habitación, necesitaba ir dos botellas de agua.Es su camino hacia la cocina, Ryan estaba nuevamente recordando los sucesos de hace
Por suerte tanto para James como para su guardaespaldas, el domingo fue un día tranquilo y sin planes. James no había salido de su habitación y solo se la paso durmiendo, descansando de su resaca. Y Ryan simplemente se entretuvo en el gimnasio, y por alguna razón se encontraba molesto, ¿por alguna razón? Él sabia perfectamente por que estaba de ese humor agrio.En fin, ya era lunes y se encontraban en clases, Matt rió por lo bajo, llamando la atención de su amigo.—Míralos, la mayoría parece que aun anda con resaca— Matt volvió a reír, dejando su mirada sobre los ojos de su amigo —Tú te ves bien— se acercó un poco más y dijo en tonos bajos:—Tu guardaespaldas te cuido bien—James lo miró.—Me refiero a que él estuvo muy pendiente de ti
No había pasado una hora, pero Ryan pensó que lo mejor seria ir en busca del chico, no porque se preocupara por él o algo por el estilo, simplemente ya estaba siendo hora de ir a clases. Lo buscó en el comedor, en los baños y recorrió los pasillos. Todo aquello había sido una perdida de tiempo cuando se topó con Matt, pues este le dijo lo había visto en uno de los asientos de afuera de la universidad, cerca de los árboles.—¿Ocurrió algo, verdad?— Matt no esperó a que le respondiera,—Ir contigo a buscarlo— El fastidio en su voz era palpable,—Espero que no hayas sido un idiota, diciéndole cosas hirientes— Sacó su celular y marcó el numero de su amigo, claro, el celular de James estaba apagado.—Tipos como tú no tienen en cuanta los sentimientos de
—¿Pariente, o parientes de James Lawrence?— Anunció al parecer el medico a cargo, pero no estaba solo, detrás suyo venia otro hombre más joven también en bata blanca.—Soy su hermano— Ryan no había esperado todo ese tiempo tranquilamente en su asiento, estaba inquieto y era entendible, él no estaba para nada conforme ni feliz en dejar algo a la mitad. Su instinto, se podría decir asesino, no le dejaba estar en calma. Era como un animal persiguiendo a su presa, en esta ocasión, era un animal frustrado por no poder tras su indefensa presa.Ryan no había sido entrenado de esta manera, a él nunca se le había permitido dejar ir a su victima. Y con él tiempo aquello le quedo muy en claro.El medico fue algo obvió en observar de cierta manera al supuesto hermano de su paciente, —Bien, el
Transcurridos los veinte minutos, James volvió a despertar, y en esta ocasión él ya se encontraba mucho más consciente de lo sucedido. Y el dolor en todo su cuerpo fue más palpable. La mortificación estaba escrito en todo su rostro, sus sentimientos estaba revueltos. —El medido dijo que te podrías ir a casa mañana por la mañana— Matt le informó, este era todo sonrisas ahora. —¿Necesitas algo amigo?— Pero James no quería seguir molestando a nadie más, y mucho menos a Matt. —Estoy bien—. Mentiroso, su garganta estaba seca, necesitaba un poco de agua. Ryan era muy bueno leyendo a alas personas, por lo que ya tenía consigo una botella de agua. —Inclina un poco la cabeza— James no lo hizo de manera inmediata, él se quedo observando a su guardaespaldas, no lo rechazó. —G-gracias...— Inclinó su cabeza, fue lento y cuidoso en beber de la botella. —Déjame limpiar esto— Matt tomó un poco de pap
Y nuevamente Ryan fue arrastrado por Matt, por lo que ahora los tres: James, Ryan y Matt, se encontraban en la cama, ellos estaban viendo una película de acción. Y James se encontraba entre medio de su amigo y su guardaespaldas, mientras era alimentado con pudín. ¿Bastante gracioso? Definitivamente. Había sido un buen día, uno muy agradable y divertido.James se sintió tan a gusto y cómodo, que aquello lo sorprendió demasiado. Luego Matt habló con él de algunas cosas, de que no debía de comprarle objetos valiosos o caros para que permaneciera a su lado, y por supuesto James se había sentido muy apenado, pero al mismo tiempo se sintió tan malditamente aliviado que pensó que nunca soltaría la mano de su ahora mejor amigo, aunque Matt siempre lo había sido. Su corazón se sintió un poco más lige
Ryan eficientemente se encargó del asunto de la universidad, y bien, tanto él como el chico James estarían ausentes por dos semanas. Su explicación había sido habían sufrido un accidente automovilístico, y el director o maestros de la universidad no tuvieron problema alguno. Era tan obvio que ellos estaban al tanto del apellido Lawrence, y claro, la universidad también recibía un poco de ayuda financiera de Harrison Lawrence. Pero bien, aquello puso las cosas mucho más fáciles, con respecto a ello, pues las cosas en la mansión Lawrence no estaban yendo del todo tranquilas. James estaba negado a ser ayudado en la ducha, él no quería ser bañado por nadie, menos por guardaespaldas. —¡No me toques!— James se encontraba arrinconado en una de las esquinas del cuarto de baño, y estaba muriendo de frío ya que solo tenía puesto sus pantalones anchos y su espalda estaba apegada a los azulejos fríos de la pared.—¿Dónde es